jueves, 29 de noviembre de 2012

Fanfic: Catorce. Capítulo 8: Hormonas y frustración sexual.

LOL. Terminé. No el fic sino el capítulo. Este capítulo va dedicado a las lavadoras que sufren de abuso sexual por nenes hormonales.

Dato curioso, se me arregló la lap, por eso lo subo pero debo disminuir las horas de uso. Otra cosa, la historia homoerótica, o bueno el fragmento, no es original, es de un fic mío perteneciente al fandom de Harry Potter, le cambié los nombres (y los volví muggles) para evitar problemas, por si no les gusta.

Espero comenten y disfruten :D.

Si se me pasó un error, disculpen, en serio el otro día leí una falta de tilde, repetición de una palabra y un problema del verbo creo, que corregí después de estar posteado. En fin.


Capítulo 8: Hormonas y frustración sexual

Había intentado ser sutil con su papá. Pero como Jörg no entendía de sutilezas, se fue del departamento y luego volvió con una bolsa oscura que se la dio a Tom.

Si Tom antes no sabía exactamente qué era lo que las mujeres tenían debajo, pues esa revista se encargó de mostrárselo explícitamente. Y Tom intentó darse una patada en el trasero por estúpido, pero como era imposible, mordió la almohada para acallar los gritos de frustración.

Jörg Trümper nunca entendería de sutilezas. Y Tom nunca dejaría de ser torpe.

Tom le había dicho a su padre que quería saber sobre sexo. Sin embargo no quería tener una charla embarazosa como la que le dio su madre, sino entender lo de dar placer y demás. Su padre fue y le compró unas revistas pornográficas. Heterosexuales.

Sí, Tom debía aclarar ese punto con su padre cuanto antes. Era gay. En un principio se lo había negado a sí mismo, luego notó que eso era tonto y pues la prueba más grande es que le gustaba Bill. Por más que lo molestase con que parecía chica, él estaba seguro que no era cierto. Porque si bien Bill tenía el pelo largo, más que cuando lo conoció, daba la impresión de ser atemorizante, como si fuera un animal cazando a su presa. Aunque claro, cuando estaba con Tom, era distinto, era pacífico y un poco infantil.

Suspiró y regresó a su realidad. Tenía que decirle a su papá que era gay, y que tenía un novio, y que pensaba acostarse con él. Cuando no tenía a Bill de cerca para alborotarle las hormonas, se sentía diminuto, con ganas de cubrirse con una cobija y nunca salir de ahí. Era algo tonto, pero así se sentía. Muy avergonzado ahora que pensaba en las cosas que había dicho, pensado, y ahora agobiándose por cómo su progenitor se iba a tomar su homosexualidad. ¿No era malo, no? Siempre lo criaron de tal forma que esos temas eran tabú, y como si eso fuese a suceder ni de chiste en su familia. Por eso había dudado.

Se mordisqueó el labio y lanzó las revistas al suelo. Ya sabía lo que era una vagina, había leído los malditos relatos eróticos de las revistas, y lo hizo fue corregir mentalmente las faltas de ortografía más que reaccionar por aquel bodrio. Porque Tom consideraba que era una porquería, tanto la historia como quien la había escrito. No sabía narrar, se leía muy forzado, y si bien no sabía una mierda sobre el sexo heterosexual, podía asegurar que era imposible que pudiese agarrar tantas partes del cuerpo de una mujer a la vez. Ahí daban la dirección de una página dedicada a esos relatos.

Tom de pronto tuvo una idea. Pero no tenía una computadora a la mano. Iría a esa jodida página en internet y buscaría entre esos relatos uno que pudiese servirle, porque debía haber uno.

Se puso a jugar con su piercing, usando la lengua. ¿Por qué se sentía tan confundido?


Su fin de semana fue largo, porque no podía ver a Bill por más que lo tuviese en el mismo edificio. Pensó en decirle a Jörg que iba a ver a un amigo, sin embargo, eso haría que Jörg notase quién era su amigo, por consiguiente al decirle la verdad, Bill estaría expuesto y tendría que tolerar las recriminaciones de su progenitor. Así que haciéndose todas esas películas mentales decidió por quedarse el departamento y solo salir por cosas estrictamente necesarias.

Cuando volvió a su casa se quedó dormido. Tuvo pesadillas con un montón de senos llenos de silicona, ropa interior que no dejaba nada a la imaginación y vaginas, muchas vaginas. Se preguntó al despertar para ir a la escuela quién encontraría eso placentero.

Al despedirse de su madre e irse, entendió que los hombres heterosexuales sí encontraban esas mujeres atractivas.

Durante el receso le envió un mensaje a Bill, diciéndole que no podría acompañarlo esa tarde. Bill lo llamó y tuvo que esconderse para hablar.

¿Pasó algo malo?¿Tu mamá sigue enojada por la broma y no te dejará venir?
—No, es solo que tengo que hacer algo en casa. Prometo que mañana nos veremos sin falta —intentó tranquilizarlo. Bill aceptó la propuesta.

Llegó a su casa y subió a trompicones las escaleras para después encerrarse en su habitación. Prendió el ordenador y cuando este estuvo ya en funcionamiento, entró a esa página.

Mordiéndose el labio, fue buscando entre los avisos importantes a ver si decían algo que él tuviese que saber. Pero la mayoría eran enlaces que lo llevarían a páginas porno. Y no-gracias, suficiente porno había tenido al ver esas revistas.

Vio algo que le llamó la atención, era un hombre, pero no le llamó la atención en sí el hombre sino el enlace que había debajo. Algo sobre “historias homoeróticas”. Frunció el ceño y lo investigó en el buscador en otra pestaña. Eso era, historias homoeróticas eran relatos así como el que había leído pero para gays. Tragando saliva y viendo a ambos lados como si su madre fuese a salir de la nada y le señalase con un dedo acusador diciéndole “¡Ajá, te pillé, Tom!”. Se amarró las rastas en una coleta, mientras dejaba sus paranoias a un lado y entraba al enlace.

Para su sorpresa, ese sitio parecía más normal. Claro que no entendía ciertos términos como slash, yaoi y originales, pero pasó de ellos y buscó entre las historias. Había un título que estaba en inglés. Él no era muy bueno en ese idioma, pero el resumen que decía abajo estaba en alemán, que hablaba sobre una pareja de novios en donde uno era policía y el otro un empresario, así que algo dudoso le dio clic. El comienzo era algo muy normal, el empresario estaba viendo sus documentos y su, al parecer, amigo mentalmente pensaba en los años en que estuvieron en la escuela, y sobre lo tensionado que se veía. Luego apareció la palabrita clave “sexo”, al empresario le faltaba sexo.

Tom quiso reírse ante lo absurdo de esa idea, ¿qué uno se tensionaba solo por eso?

Siguió leyendo y riéndose puesto que la tinta del lapicero con el que escribía el empresario se derramó por ejercer mucha presión, manchándole la ropa en cuanto escuchó que su amigo le decía que le faltaba sexo. Tom se preguntaba en dónde aparecería el policía. Aparte de que le avergonzaba un poco leer las bromas con respecto a pasivos y activos en una relación homosexual (él no sabía de eso), pues le gustaba porque al menos no iba de frente a la escena de copula, que lo tenía nervioso.

Después de unas charlas que no entendió muy bien, porque hablaron de bolas chinas, bondage, y otras cosas que no parecían ser alemán, el despistado policía entró en escena (el amigo ya se había ido). Y ahí todo fue algo complicado para Tom, porque se mordía el labio al pensar qué diablos iba a suceder luego. Tantas cosas que decían, cómo se besaban, ¿Tom alguna vez se besaría así con alguien? De repente pensó en Bill, y no supo cómo es que se besaba con él, no es como si estuviesen narrando así como esa historia cada cosa que hacía junto a su novio.

El policía se dio una ducha y luego fue a seguir la sesión de besos en la cama. Tom sentía su vientre retorcerse. ¿Qué mierda era eso?

Luego Tom abrió su boca en toda su extensión. Entendiendo paso a paso lo que hacían con el empresario llamado Derek. Le estaba… tragó saliva. Iba comprendiendo lo que su madre le dijo. El sexo anal necesitaba una preparación y bueno, Hackett, el policía, estaba encargándose de ello. ¿Cómo eso podría ser placentero? Incluso mencionaba ardor.

Y de pronto...

“Ambos boquearon, extasiados con la sensación, hacía mucho que no lo hacían, y si bien Derek sentía un dolorcillo por la falta de costumbre, poco a poco se fue relajando para luego apretar el miembro en su interior y hacer gruñir a Hackett, sabía que le encantaba eso.

—¿Estás listo? —preguntó Derek acomodando sus manos sobre el pecho velludo de su amante, jugando con sus pezones en el trayecto y deseando besarle hasta secarle los labios.

Hackett asintió y sujetó a Derek por sus caderas.

—Uhmn, quieres mantener tú el ritmo, ¿acaso temes que sea demasiado para ti, Zweig? —cuestionó mientras hacía círculos con sus caderas haciéndole estremecer al de ojos marrones.
—Ya quisieras, Müller —respondió Hackett con una sonrisa afectada.
—Entonces prepárate —advirtió y comenzó a subir y bajar rápidamente, buscando el ángulo perfecto para estimular a su próstata y de paso, volver loco a Hackett—. Hackett, Hackett, joder… Ha-ah...ckett...”

¿Próstata? ¿Qué demonios escondía ese órgano? La verdad es que él tenía curiosidad por saber cómo terminaba la historia de Hackett y Derek, pero también quería informarse, porque si Derek se movía así solo para tocarse “ese punto” significaba algo importante. Así que lo puso en el buscador. Internamente se sorprendía por no haberse sentido asqueado frente al relato, que parecía más coherente (aunque aún extraño debido a que no estaba familiarizado con eso) con ese que había leído en la revista. Seguro el factor de que fuesen dos hombres tenía mucho que ver.

Leyó exhaustivamente todo artículo relacionado a la próstata. Recién en el octavo encontró lo que le respondería a su pregunta. Resultaba que las mujeres tenían un “punto G” que si este era estimulado les provocaría un orgasmo (y tuvo que buscar el significado de la palabra orgasmo), pero que los hombres (en general) tenían un “punto R” que si era estimulado provocaba lo mismo, y esa era la próstata. Al parecer no solo a los gays los estimulaban ahí. Habían recomendaciones de tratar primero con dedos, Tom pensó de nuevo en Derek siendo abierto con un par de dedos haciendo movimientos de tijeras, y se estremeció.

Al terminar de leer el relato, donde los personajes habían tenido un orgasmo espectacular, entendió que tanto el que penetraba como el que era penetrado sentían placer. Aunque dado el relato, el penetrado, que era llamado pasivo, pues era el que se volvía una masa de nervios a flor de piel. De nuevo se estremeció y sintió el tirón en su entrepierna. Mierda, también había leído sobre eso, eso pasaba cuando se excitaba. Se había excitado con solo un relato. Menuda imaginación tenía.

Apagó la máquina y fue a bañarse. Necesitaba despejarse, y bajar esa… erección. Le molestaba decir esas cosas, no que tuviera problema con las groserías, él soltaba improperios seguido, pero era diferente decir cosas como erección, sexo, sexo anal, felación, embestidas, poluciones nocturnas y eso. Con un suspiro resignado fue a bañarse.

Al menos sabía que la idea no le desagradaba del todo.


Poco después de que Bill hubiese ingresado a la escuela militar. La tía de Simone había muerto, y como no tenía hijos, le había dejado su herencia a su sobrina. Pero Simone no la había usado, ella seguía trabajando en ese entonces. Cuando Bill desapareció, Simone comenzó a beber y la botaron de su trabajo, por lo que usaba la herencia de su tía para mantenerse. Y cualquiera pensaría que ya la habría gastado por completo pero no.

Simone se levantó ese día y en vez de tomar un poco de brandy para “despertarse” pero en esta ocasión optó por una ducha. Sin desayunar, la pelirroja se dirigió a la dirección del señor Zimmerman, el amigo de su difunta tía que le había dejado la herencia. Como no tenía conocidos, hablaría con él, y después le pediría ayuda para encontrar a su hijo, ya que el hombre debía conocer a los que vivían por ahí.

Alguno de ellos la llevaría a donde estaba Bill. A menos que Gordon le hubiese mentido. Todavía con esa leve sospecha se dirigió a casa del viudo.


—Sí, recuerdo a tu hijo, era un chiquillo muy curioso, rubio y de ojos expresivos. Creo que recordaría haberlo visto, Sisy —acotó el anciano.

Simone sonrió por cortesía y asintió. —Bueno, señor Zimmerman, si lo ve me avisa. Bill debería estar cambiado, no sé si seguirá rubio, tenía la costumbre de tinturarse el cabello, de negro… mire, esta es la última foto que le tomé —dijo Simone mientras le alcanzaba la foto que le tomó a su hijo cuando tenía dieciséis años, no sonreía mucho, ella ese día había estado estresada pero le tomó la foto cuando se percató que había crecido más.

El hombre se acomodó los lentes y miró la imagen perplejo.

—¿Ese es tu Billy? Pero… hace poco un chico vino, no estaba así, tenía el cabello más largo, mucho más grande, sin esos aretes en la cara, y también se llama Bill. ¿Cómo se apellida tu esposo Sisy?

Sin piercings, en la escuela militar se los habían quitado. Y definitivamente su hijo estaría distinto, había crecido y su musculatura había aumentado.

—Kaulitz.

El anciano fue en búsqueda de su libro donde tenía la firma y nombres de sus inquilinos. Lo revisó y asintió más para sí que para la pelirroja.

—Bill Kaulitz S. ¡Oh, claro, la S es de Strauß! ¿Tu apellido no dulzura? Hay un jovencito llamado Tom, él es su amigo, es un niño encantador, le recomendó este sitio porque no tenía donde quedarse —rememoró Zimmerman.

Simone asintió con los ojos húmedos y le dio la mano efusivamente al hombre.

—¿Dónde está, señor? —preguntó esperanzada.
—Pues creo que salió ahora, pero si me dejas revisar mi libro te diré cuál es su habitación —aseguró y volvió a fijar sus ojos sobre el cuaderno.

Simone sintió que el alma le volvía al cuerpo. Ella estaba consciente que no había sido la mejor madre, ni el mejor ser humano en la tierra, pero el que su hijo huyese y no le diese señales de vida manteniéndola en vela había hecho que se sintiera lo peor, había conseguido que viera sus errores. Por eso para tratar de no pensar en ello, bebía, porque quería olvidar, olvidarse de qué tipo de persona era. Cuando Gordon le dijo que había vuelto a ver a su unigénito, Simone vio aquello como una segunda oportunidad. Una oportunidad que ella no echaría a perder.


Era muy normal estar besándose con su novio, lo que quizá no era muy normal es que estuvieran en el sofá de la sala, a sabiendas de que su madre podría entrar en cualquier momento y los vería así, con los miembros entrelazados no distinguiéndose a quién le pertenecía ese brazo, esa pierna o esa mano. Joder, estaban con ropa pero eso no hacía del momento menos caliente, y Tom lo sabía, lo sabía a ciencia cierta…
(él podría asegurar que el asunto de la ropa le daba más morbo).

Qué puta mierda. Antes su idea de morbo era ser amigo de Bill, porque se veía como un chico malo, un posible asesino, y ahora su idea de morbo era mantenerse vestido mientras se sentían desesperados y calientes en beso.

Las palabras de su madre taladraban su mente. La jodida charla. Y jodida en un buen sentido… ¿desde cuándo él consideraba ese adjetivo algo positivo?

No le importaba, de verdad que no.

Solo quería que Bill siguiese succionando su lengua, tocándole con ella partes de su boca que no sabía que tenía, luego dibujando formas en su paladar y sí… Ohdiossí. Que siguiese frotándose contra él, su miembro estaba muy agradecido de esa fricción. Y le mordía la boca y él sentía que iba morir.

Le hubiera gustado morir así. Sin embargo, el delicioso peso de Bill sobre él fue desapareciendo, y escuchó algo, ¿era su madre acaso? Porque así fuera el fin del mundo Tom no quería moverse de ahí, no obstante, todo fue moviéndose, y de repente de hallaba en su cama, sudoroso, caliente, con el móvil sonando y sin Bill.

Un sueño…

Sujetó el móvil y lo contestó con voz gangosa. Incluso se le había salido un gallo.

—¿Aló? —Tom parpadeó frente al sonido de su propia voz.
¿Qué estabas haciendo que suenas como si hubieras estado gritando? —sus mejillas se colorearon y no sabía si era por el hecho de la acusación o que fuese Bill quien la hiciera.
—Dur-durmiendo —respondió después de aclararse la garganta. Pudo escuchar cómo se reía su novio, y su mente distorsionó ese sonido, haciendo que se oyese como si hiciera ruido en otra clase de situación. Mierda, mierda, su cabeza estaba jodida.

Quién como tú, supongo que es algo normal en los niños, acabo de hacer dormir a Lilith y Tim, no hacen muchos problemas pero todo es más tranquilo. Disculpa si te desperté.

Tom asintió y luego quiso patearse. —No te preocupes, igual debía levantarme para hacer tareas y eso. —Se imaginaba que en serio su novio debía echarle de menos, al estar habituado a verlo siempre en las tardes. Se le encogió algo en el pecho.

Hey, hey, se te antoja hacer algo, ¿uhm? —ofreció Bill con una voz que estremeció a Tom.
—¿Algo como qué? —cuestionó y se sorprendió que no haya salido temblorosa.
No sé, salir el fin de semana, puedes decirle a tu padre que tienes que hacer un trabajo en casa de un amigo, qué sé yo, esas mamadas que se inventan para ir a hacer el tonto en casa de un amigo, pero iríamos al bosque, o si quieres al lago. Podría enseñarte a nadar, podría prepararte algo o comer chuches, no sé, me aburro —farfulló Bill, y Tom quiso reír, Bill en serio sonaba como un crío que pide que le lleven a los juegos mecánicos.
—¿No quieres que te lleve al parque a sentarnos donde los columpios y comer helados? —chanceó Tom, pudo escuchar claramente el bufido de Bill.
Terminaría embarrándote la cara con helado para lamértela entera y luego comerte la boca —soltó Bill y luego rió. Tom no pudo corresponderle debía a que se había sonrojado, y su calentura no ayudaba a olvidarse con facilidad cómo el Bill de sueños le había comido la boca.
—Te quiero —musitó Tom. Y ahora fue Bill el que calló. Tom se preguntó por qué le había dicho eso. Aunque las ideas que pasaron por su cabeza es que quería tener todo eso con Bill, tenerlo para él, pasar todas esas cosas con él, lo quería así. Aunque había sonado como algo más afectivo. Pero eso era obvio, no tenía que avergonzarse de ello, Tom quería a Bill, y mucho, sino no lo hubiera esperado por tanto tiempo.

Se dio cuenta que en serio lo había esperado en el tiempo en que se fue, porque él se lo había prometido, que volvería.

Me dices mañana si puedes salir, debo… ir al baño —farfulló Bill y colgó. Tom parpadeó confuso mirando su móvil.

¿Qué diablos había sido eso?

Tom miró en otra dirección y sintió su dureza aún latente. “Ni siquiera bajó con la llamada de Bill” pensó, luego se sintió tonto al recordar que eso iba a ser imposible que sucediese. Se mordió el labio y se planteó tocarse. El recordar lo que le había dicho Andreas lo desanimó, pero no quería simplemente bañarse otra vez. Y vamos, no que fuera a follar con alguien. Se abochornó frente a su pensamiento y se echó boca abajo, con su cara contra la almohada y lo sintió.

Su miembro contra el colchón. Gimió no muy dignamente que digamos, y mordió la almohada para acallar el sonido y centrarse en esa sensación. Lo quería sentir de nuevo. Y se movió contra la mullida cama una y otra vez, lloriqueó por ello. Siguió mordiendo la pobre almohada y con sus movimientos torpes frotándose el miembro contra la suavidad. Lo hizo cada vez más rápido, más fuerte, y todo se sentía tan jodidamente correcto que cuando se corrió fue algo de otro planeta.

Sabía que debía bañarse de nuevo. Pero por ahora disfrutaba de su primer orgasmo en toda regla, y lo único que tenía claro es que si había sido algo tan bueno con un maldito mueble, con Bill sería muchísimo mejor. Oh sí, lo haría con Bill una y otra vez.

Y no solo se mecería contra Bill, que era lo que estaba pensando, usar a Bill como a un colchón y mecerse, sobarse hasta chillar como lo estaba haciendo, pero en vez de usar una almohada para sofocar sus gritos usaría la boca de Bill.

Algo en su interior vibró, no, quería hacer ruido. Y quería escuchar a Bill haciendo ruido, formando entre ambos un concierto que repetiría una y otra vez. El cosquilleo por todo su cuerpo cesó y una sonrisa traviesa se formó en sus labios.


Bill estaba mal de la cabeza. Él creía que debería estar en un manicomio por haber hecho eso. ¿Cómo mierda vería a Once después de hacer aquello? Maldijo por lo bajo y dio vueltas en su cama. Joder, los niños estaban durmiendo cuando Bill no pudo resistirse y corrió en dirección al baño a masturbarse. Era lo más sexual que había hecho en algún buen tiempo, y pensó en Once, en su jodido sueño de adolescente con el que en su momento no se masturbó. Y ahora lo hizo porque se imaginó a Once, a su pequeño Once diciéndole que lo quería en pleno… bueno, no quería recordarlo.

(si lo hacía se iba masturbar hasta ponérsela roja como culo de mandril).

Los pequeños se hubieran podido despertar y lo hubieran escuchado gemir ruidosamente como si fuera una adolescente quinceañera hormonal que perdía la virginidad. No, qué horror, ni cuando la perdió sonó así. Tampoco era tía, ni perdió la virginidad a los quince, más bien fue a los diecisiete, con un tío de la escuela militar que ni venía al caso. Ya hasta se había olvidado su rostro.

Ya comenzaba a divagar, él tenía sueño y debía dormir pero seguía recriminándose por ello. Era la primera vez que se había masturbado pensando en Once, y lo había hecho mientras trabajaba. Por suerte no trabajaba en un supermercado porque sino se notaría su ausencia.

Mierda, en serio estaba pensando incoherencias. Gimió dolorosamente. ¿Por qué tenía que pasarle eso a él? Recordó las insinuaciones de Once, la mención de la mamada, y caviló seriamente en pedírsela. Luego se quiso golpear, ¿en serio había pasado eso por su mente?

Su jodida frustración sexual sería más llevadera sino tuviera un hormonal novio. Y virgen.

Se repitió que Once era virgen hasta quedarse dormido.

N/A: Para la troll que quiere decir quién demonios se excita con un "te quiero", les digo que lean de nuevo Once Fuera de tiempo, en una parte Tom le dice eso a Bill e irremediablemente él con su mente cochambrosa pensó en eso.

12 comentarios:

  1. Joder...Me mató,todo fue genial XD
    me da emoción que Tom tuviera su primer orgasmo y más pensando en su Billobear XD
    y Bill,masturbarse por primera vez pensando en su Once *w* hay muero XD

    "tuvo pesadillas con un montón de senos llenos de silicona" XDDD
    me imaginé a Tom todo aterrado XD
    muy bueno el capitulo :D
    espero ansiosa el que sigue.
    ¡Eres grandiosa!
    Saludos.~

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  2. Ahhhhh adoro este fic. Cada día se pone mejor. Que risa el pobre Tom descubriendo esas revistas y asqueándose. Y Bill sufriendo por su virginal y caliente novio. Guaaaa ya quiero el siguiente.
    La parte de su mamá me entristeció

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  3. Genial. Te pondré a trabajar más esclava.

    K.

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  4. Jajajajajajajajajajajajaja no puedo dejar de reirme con ese par de so-brutos!
    Me imagino a Tom con cara de asco al estar viendo las revistas porno xD
    Par de calientes y Bill q se recrimina haberse masturbado en nombre de Tom sin saber que Tom se fricciono contra la cama en nombre de el y esta pensando en hacerle cositas ricas jajajajaj
    Dejando de lado la parte morbosa... Awwwww Tom le dijo q lo quiere *-* <3
    Y Simone esta decidida a remediar las cosas con su hijo, sera q le acepta gay y toda la cosa? Cha cha cha chaaaaaaaaaannnn
    Me voy... Me fui... Ya no estoy... Espero actualices en este siglo madre-padre ;
    )

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  5. Tom me parece tan adorable incluso hasta cuando se masturba *-*.Espero ansiosa el momento,si ese "MOMENTO" y más le vale a Bill ser amable con Tom e_e. Muy guay el capítulo Chulls :3,tú si sabes!

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  6. ¡AH! ¡QUÉ SE JODA TODO EL MUNDO! *se va arrojando mesas*

    Te amo, Nadir por ser tan perra. Y te odio por ser tan perra y hacer que me acuerde de mí cuando leo a Once.

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  7. Tom muerdealmohadas!!!!!!!!!!!! Qué hace friccionándose contra la cama, le va a dar estática en los lugares más privados de su templo de dió. Ok jaja

    Tom es adorable, es un amor♥

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  8. asuiohadiushf~ genial capitulo!! :DD recuerdo que yo hacia algo parecido en mi cama :$$$
    este cap se me hizo muy guarro XDD

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  9. Once cada vez me sorprende más, ya está dejando de ser tan nenaza en esos temas. Me encanta xD

    La pesadilla con vaginas y tetas... xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD solté la carcajada de sólo imaginar su carita de espanto LOL

    Pero más allá de las hormonas, me gustó muchísimo que Tom dijera ese ''te quiero''. Inmediatamente se me derritió el corazón, soy una marica de closet xDDDD Ayy me encantó!!

    Besos ya brazos! <3 ^^

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  10. "hasta ponérsela roja como culo de mandril" JAJAJAJAJAJA MAMAAAASTE XDDDD aksfhcskld lo amé, lo amé, lo amé ;-; SEXO, SEXO, SEXO(8) chau c:

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  11. LO AMÉ LO AMÉ LO AMÉ!

    asdfghjkl me dirás, que pobre de Thomás, pero... ya quiero que lo haga con Bill xD ASHDKSSDKAHJKASGDSKAHJKSGDJKAS, eso en sobremanera me llama la atencion e.e y y y se me hace tan sexy dsagkdghsjkdhjkahdkl imaginarlos hacerlo y alkgasklgjksfklaslfkls hay no dios, que me da el parooooo! :B

    Y me mataste con lo del culo de mandril :'D askladhkasldasjkldhklda

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  12. J-O-D-E-R!!!!!!!!!!!!!!!!!! Jodida frustración sexual *w* Ya luego te cuento como me dejaste en el face, es que ahora ando de prisas.
    Joder, me encantó!!!!!!!

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