Fanfic: Celos.Capítulo 5: Diecisiete años.

A ver, ayer no actualicé porque puse el primer capítulo de Colores y otro capítulo de En lo profundo. Pero ahora les traigo el capítulo 5. Después de este viene el final. Y bueno, los celos, tensiones sexuales, negación y alcohol pues como que no son buena combinación.
Ya saben, me alimento a base de comentarios, no me dejen morir.

Diecisiete años

Ella abrió el condón con los dientes, le echó aire y se lo puso en el miembro para luego penetrarse a sí misma y mecerse sobre él. Sus cuerpos se hallaban sumidos en el efecto del alcohol, exudando deseo desde que danzaron en la pista de baile. Sus rastas se agitaban al igual que sus pechos, el moreno sujetaba sus caderas y la ayudaba con las embestidas, y casi ni se le observaba el rostro por los cabellos que se le pegaban por el sudor.

Era la primera vez y ninguno de los dos estaba lo suficientemente sobrio como para recordarla a detalle.

…

Bill se encontraba fumando en el balcón. Al apenas haber despertado se había encontrado con su cuerpo desnudo a un costado. Se golpeó la cabeza por haber bebido tanto y luego se alejó, simplemente no podía permanecer otro minuto más a su lado. No quería que las cosas fuesen así. Él ya había ‘superado’ a Tomie, ya no pensaba, o por lo menos se obligaba, a verla solamente como su hermana, intentando por todos los medios no sentir celos ni ponerse deprimido y ahora…

Se volvió a golpear la frente. Escuchó unos sonidos a su espalda y miró de reojo. Tomie se había levantado. 

La rubia bostezó y se talló los ojos, con la mirada algo desubicada en un principio y después se desperezó, dejando al descubierto sus pechos y vientre al estirarse. “Es tan jodidamente hermosa”, pensó Bill mientras aspiraba otra calada.

—Bill —dijo a modo de saludo con la voz algo ronca. El aludido asintió y giró el rostro—. ¿Lo hicimos, cierto?

Bill volvió a asentir, mirando el paisaje de la ciudad y encontrándolo tan insípido en comparación del despertar de su hermana.

—Uhmn, ¿quieres hablar de eso o prefieres…?

—No, solo me iré. Fue solo sexo a fin de cuentas, ¿no? —mencionó Bill. Tomie había insinuado eso cuando él quiso tener una relación, que se trataba solo de sexo y morbo, entonces ahora usaba eso en su contra.

Tomie sonrió amargamente, y se puso la camiseta que había lanzado anoche.

Bill comenzó a vestirse y luego dejó la habitación, como si hubiese esperado que ella se despertase para hacerlo.

…

Georg miró preocupado a Tomie, no era común ver a la chica callada y casi no comiendo durante el almuerzo. Gustav le había tranquilizado diciéndole que se ponía así cada vez que Bill traía a una muchacha a pasar la noche. Pero Georg no recordaba haberlo visto con alguna la pasada velada.

—¿Estás segura que te sientes bien, Ratona? —preguntó nuevamente el castaño, Tomie asintió débilmente.

—¿Y Bill dónde está? —cuestionó la de rastas.

—Con Natalie —respondió Gustav con despreocupación en el semblante mientras se llevaba un bocado a la boca. Georg lo fulminó con la mirada y farfulló algunas maldiciones que le hicieron entender que la había cagado.

—¿Ellos… están saliendo? —Tomie arrugó la nariz ante la idea. No era la primera vez que los había visto juntos.

—No, sabes que Nat está casada, Bill también lo sabe, aparte que Bill tiene encontrones con chicas al azar al igual que tú con los chicos, solo que menos frecuente —aclaró Georg—. Lo de ellos no es una relación ni nada serio, no te preocupes.

Tomie sabía que no debía meterse, y había cumplido con ello, no con una sonrisa en el rostro pero lo había hecho. La diferencia radicaba en que anoche se habían acostado y el que Bill fuera a buscar a Natalie la hacía sentir con una opresión en el pecho.