jueves, 22 de noviembre de 2012

Fanfic: En lo profundo. Capítulo 4: Costumbres humanas

Bueno, no sé porqué mi internet está lento. En fin, acá les dejo el capítulo 4 de En lo profundo. Espero les guste. No sé si lo habrán notado, no lo especifiqué pero lo que está en itálica es lo que escribe Billie en su laptop.


Capítulo 4: Costumbres humanas.


Tomie iba tambaleándose con sus nuevos pies mientras escuchaba las respuestas de Billie sobre lo que hacía y para qué sería musa cuando cayó sobre la otra chica en un descuido, notando cómo se sonrojaba y no 
comprendiendo el porqué.

—¿A dónde íbamos? —preguntó aún sobre ella, completamente desnuda.
—A-a mi cuarto —respondió intentando levantarse sin tocarla.
—Cuarto, ¿qué es eso?
—Es un lugar donde puedes desenvolverte a tu gusto, uhmn, y también donde duermes —explicó Billie ayudándola a levantarse evitando el contacto en ciertas zonas que evidentemente la ponían nerviosa.
—Ohh, ustedes no duermen en almejas —dijo Tomie frunciendo el ceño confundida.
—¿Almejas? —Billie se figuró la imagen mental de una persona durmiendo sobre una almeja, probablemente se rompería y también frunció el ceño.
—Sí, son de este tamaño —alargó sus brazos lo más que pudo—ehmn, no —miró hacia arriba— son más grandes, las abrimos entre dos y ahí se duerme, pero no tenemos esos cuartos que tú dices.

A Billie se le hizo más comprensible entonces el hecho de que durmieran en almejas, aunque ahora se figuraba cómo nunca los pescadores encontraban ese tipo de almejas, se imaginó que era por la misma razón de que no se encontraban con sirenas.

Tomie sujetó a Billie por la mano. —Es para no caerme —se justificó frente al sonrojo de la morena—. Te ves linda con las mejillas rojizas —soltó entre risillas, Billie titubeó pero no respondió nada y la guió hacia la casa de su tío, entrarían por la terraza.

~

—¿Qué es esto? —masculló Tomie sujetando un peine que encontró sobre la mesa de noche del cuarto de 
Billie, viéndolo sorprendida y curiosa.

Billie rió frente al pensamiento de que por su evidente peinado era obvio que nunca había visto uno de esos.

—Ese es un peine, se utiliza para desenredar el cabello. —Tomie lo pasó por sus rastas y se gimió de dolor al quedársele incrustado en él—. Oh, diablos —maldijo Billie y la ayudó a quitárselo con cuidado pero de todas formas al conseguirlo Tomie lagrimeaba, Billie se sintió extraña y como acto involuntario le secó las lágrimas, como si necesitase, desde el fondo de sí, hacerlo; hubo un intercambio de miradas durante el lapso de ese roce y ambas se sonrojaron—. Debes uhmn tener el cabello como yo para poder usar uno, tú no necesitas un peine.

—Y al parecer no congeniamos bien, tampoco —musitó Tomie mientras miraba con odio al peine como si fuese un ser con vida—. ¿Por qué tú sí lo usas?
—Porque mi cabello no es como el tuyo y realmente se pone como un desastre si no lo uso, ¡no es que el tuyo luzca mal! Te-e ves muy bien así, ehmn más bien...—Billie recordó el hecho de que tenía a una sirena de la cintura para abajo con el cuerpo idéntico a una humana frente a sí, y bueno, desnuda.
—¿Qué? —preguntó con ojos curiosos y con un tinte de inocencia que hacía que algo se removiera dentro del vientre de Billie.
—Necesitas ropa si vas a ser mi musa —farfulló y comenzó a buscar en su maleta sus camisetas para dormir, una que fuese lo suficientemente larga como para cubrirle todo, o lo fundamental.

Billie pensó en que debería prestarle su ropa interior, y esa idea hizo que sus mejillas se encendiesen. Era algo que tenía que hacer de todas formas.

Al tener todo a mano se lo tendió y Tomie la miró extrañada.

—Esto es ropa, como lo que yo llevo puesto, si vas a estar como humana, o junto a una, necesitas usarla. —Tomie tomó entre sus dedos el bóxer femenino y se lo acercó a la cara. Billie quiso que se la tragase la tierra—. ¡No! Eso no es para tu cara ni nada por el estilo eso es para ehmn… yo… dame, te lo pondré yo.

El color de las mejillas de Billie era solo comparable con un tomate cuando se agachó y se puso a la altura de sus pantorrillas y le pidió que pusieras sus pies en el espacio de sus bóxers y fue subiendo, mientras tragaba saliva, la ropa interior de forma delicada por sus contoneadas piernas hasta cubrirle su triángulo rubio.

Tomie se miró por debajo de la cinturilla y luego le sonrió.

—No entiendo porqué se cubren esas partes de su cuerpo si son tan bonitas, ¿me muestras las tuyas para compararlas? —preguntó inocente Tomie y Billie quiso por segunda vez que se le tragase la tierra.
—No puedo, eso no es propio de los de nuestra especie, es decir, no-o a menos que uhmn… a menos que uno tenga una relación con el otro o… es complicado de explicar —dijo mientras ahora le pedía que alzase los brazos para que le pusiese la camiseta ancha que tenía.
—¿Relación con el otro? ¿Cómo? —la camiseta le quedaba tan grande que se alcanzaba a ver uno de sus hombros, Tomie giró el rostro al hacer la pregunta.
—Es… —caviló sobre ello, sobre su concepto acerca del sexo, de la desnudez frente a alguien más, la intimidad, esa que solo se podía compartir en pareja, y no sabía explicarlo con palabras, al menos no hablarlo; podía escribir sobre ello, sobre la belleza de los senos hasta la prolongación de todas las curvas de una mujer, todo en sus historias, pero de ahí a explicarlo mediante el habla, le era confuso y complicado—. 

Es cuando tú confías y amas a alguien, aunque el término está sobrevalorado y… —sintió unos dedos sobre su boca y le chistaron.

—Ya entendí, debes amar a alguien para entregarte, ¿ustedes se reproducen así? —cuestionó Tomie, ahora con el semblante comprensivo. Billie asintió tímidamente—. Debe ser muy especial me gustaría experimentarlo algún día con este cuerpo, quizá contigo —soltó de forma juguetona y Billie sintió arderle su vientre de forma placentera por las palabras que dijo y por la expresión que puso, esos ojos pícaros y sonrisa ladeada que parecía querer estremecer cada fibra de su ser.
—Yo-o… ehem, pues… ¿por cuánto tiempo puedes permanecer en esa forma? —interrogó Billie para cambiar de tema.
—Por mucho tiempo —dijo mientras se tiraba de espaldas sobre su cama—. Esto es suave, se parece a una almeja, solo que menos húmedo.
—Se llama cama, y bueno, tiene el mismo uso que el de la almeja gigante que me mencionaste —informó Billie.
—Ohh, podría pasarme mucho tiempo aquí es tan suave —se aovilló en la cama y miró con una sonrisa a 
Billie de costado, con sus rastas rubias adornando el colchón.
—Eres muy hermosa —dijo Billie.
—Es la segunda vez que lo dices —respondió Tomie mordiéndose el labio y con una sonrisa.
—Es que en serio lo eres, incluso solo llevando una remera ancha puesta, tu belleza es arrobadora —confesó Billie sintiéndose algo avergonzada por decirlo.
—Pues puedes mirarme todo lo que quieras si es que eso te inspira.

“Es cierto, ahora eres mía”, pensó Billie mordiéndose el labio inferior. “Mía, mi musa”.

—Tienes razón —masculló para luego sacar su laptop de su estuche, sentarse en una silla con la vista hacia 
Tomie y después ponérselo sobre su regazo para comenzar a abrir sus archivos.

Era tan hermosa como un rojizo atardecer de la luna bruja, con la piel dorada como el oro, y tan solo comparable con color miel de sus ojos, desde su ombligo se formaban curvas hasta llegar a sus senos proporcionados con areolas rosadas como pétalos de flores, su vientre plano colindaba con sus escasos vellos rubios como su cabellera enredada pero aún así hermosa. Era como un ángel, pero uno terrestre, uno que en vez de alas poseía una belleza celestial. 

Sus dedos se movían solos sobre el teclado mientras la observaba dar vueltas sobre su cama y reírse de cosas absurdas como el foco de luz y el maquillaje que traía en su equipaje.

Sus muslos y piernas formaban un camino kilométrico que cualquiera quisiese recorrer. Era deseada por muchos, pero su voz, su voz era su perdición, cualquiera que escuchase las melodías que de su garganta saliesen se enfrentaba a una muerte lenta y tortuosa, pero con el detalle de verla de cerca, de tener su imagen como la última visión antes de morir.

Morir. Eso es lo que había pasado con ella, Billie había muerto al verla, muerto para comenzar otra vida, una con mayor luz y mayor inspiración.

Dentro de sí (muy dentro de sí) sabía que Tomie era lo que ella necesitaba para darle vida a su existencia vacía.

4 comentarios:

  1. ¡¡OHHHHH!!
    ¡¡Qué bello!! Me encantó cómo la describe Billie, me lo imaginé y... xD. Una chica hermosa... yo también se lo diría a cada rato =3

    La parte donde le está poniendo el bóxer, me recordó a Elfen Lied, cuando Kouta le va a cambiar la ropa a Nyu xDD Tan cute =3

    Yo también estaría toda roja si eso me pasara, hasta temblando LOL.

    Sobra decir que me encantó. Ya quiero ver el que sigue xD

    Besos y abrazos. ¡Que estés bien! =D

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  2. Que interesante, ya quiero saber que más sigue. Danke.
    Saludos~

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  3. Ahi no muero...
    Me encanta como describe Billie a la linda Tomie...
    Me imaginé como la describía y me sentí boba al imaginarmela XD
    si Billie es TU MUSA,y ella es la que necesitas para tí,solo para tí...
    Me gustó demaciado,ya quiero leer el que sigue >.<
    Saludos,espero que estes bien :D

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  4. OMGGGGGGGGGGGGGGGG <3

    Tomie es tan inocente y bella >w<

    Billie.. no te resistas 1313

    OMG Nadir, ya sabes lo que pienso de esta historia. Me encanta :3 y espero que se metan mano... ejem cof cof espero el proximo capitulo con ansias *O*

    Besos :3

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