domingo, 6 de enero de 2013

Oneshot: Culpa.

Participé en el concurso de Autores de fanfics, y como siempre, no gané xD. Ganó Chabelo :3 con su fic con los foquitos cof cof. En fin, el punto es que me pusieron un reto y no solo tenía que tener el reto, sino también algo relacionado a navidad. Así que bueh, está pésimo pero tengo que colgarlo.



Título: Culpa.

Autor: kasomicu

Género: Angst, drama.

Categoría: Slash.

Reto: Dos 'enemigos' compartiendo cama obligatoriamente. Debe de empezar In media res.

Rating: NC-17

Advertencia: Contenido explícito, lime, twincest, under-age erotica, angst.

Resumen: Bill siempre tiene la culpa de todo. A Tom no podría importarle menos.

Disclaimer: Las personas reales no me pertenecen, pero sus acciones, personalidades y demás estupideces que hagan durante esta historia sí son de mi propiedad. No se busca ofender a nadie con esto.

Capítulo único


“Es culpa de Bill”, pensó Tom y onduló más las caderas para después embestir contra él; sus movimientos eran torpes, frenéticos, necesitados, instintivos. Nunca antes lo habían hecho con alguien más, y no importaba, en ese instante todo se sentía tan jodidamente bien y en su lugar.

Siguieron arremetiendo el uno con el otro por sobre la ropa, besándose cuando los gemidos eran demasiados sonoros como para intentar no liberarlos, sollozando en la boca del contrario para no ser escuchado, fundiéndose entre sí, volviéndose una masa llena de nervios a flor de piel, miembros entremezclados, sudoración, y aroma a sexo, sí. 

Ellos sabían a qué olía aquello, algo similar como al terminar de hacerse una paja, o cuando a veces ingresaban a un cuarto donde se metía Georg tras algún concierto con una chica, ese almizcle; el suyo en definitiva era distinto. Sin embargo, seguía teniendo el mismo patrón varonil y agridulce, el que daba la sensación de haber compartido algo más con alguien, o haber hecho algo sexual de algún u otro modo.

“Es la jodida culpa de Bill”, caviló Tom una vez. Su madre siempre lo repetía, que Bill siempre tenía la culpa, ahora le daba la razón, al pasar por su mente todo lo que había pasado esa semana le daba la maldita razón a su progenitora.

Paseó su lengua por la boca de Bill, este la cogió con los dientes y comenzó a chuparla con pereza, al ver esos ojos almendrados y oscuros, tan parecidos a los suyos pero con una mirada predadora que hasta no había visto en sí mismo, sabía que estaba cerca, estaba condenadamente cerca de correrse.

Y solo podía pensar en todo lo que le había acontecido. Acusaba de todo a Bill, le recriminaba el que le hubiese estado viendo durante la cena navideña con esa expresión de cólera desmedida que terminó haciendo que se enojase (como era usual en ese año) con él y acabaran peleando al llegar su provisional cuarto compartido (que antes era solo suyo); que durante los golpes uno hubiese besado al otro hasta hacerle sangrar el labio también era obra de Bill, así como que entre trompicones llegasen a la cama para satisfacer sus bajos instintos frotándose con descaro mientras se besaban necesitados.

Como si no existiera un límite entre magullarse la piel a golpes que hacerlo por besos hambrientos, y mordidas acuciantes, ellos se besaron, mordieron y sobaron como si el mundo se fuese acabar en ese instante. En definitiva esos moratones serían recordados de diferente forma.

No se trataba de Tom. Tom no tenía la culpa de que Bill estuviese planeando ser un solista, para dejarlo. El rubio en definitiva era inocente, solo… había escondido el cuaderno de canciones de Bill, pero no con intenciones turbias, solo lo hacía hasta que se le pasase la estúpida idea de abandonarlo. Suficiente estupidez había sido permitir que entrara a “Kinder Star Search”.

Así que si Bill se había enojado con él y le había puesto esa cara en la cena no era por Tom sino porque Bill era un idiota.

Era evidente que ellos no eran unos niños chiquitos, tenían trece años por el amor de Dios. Estaban con las hormonas a niveles estratosféricos, y Bill también era el culpable de que hubiesen explotado de esa forma; ya que desde que tenía que dormir a fuerzas en el cuarto de Tom, compartir cama con él, dormir con él. Cuando creía que el rubio había conciliado el sueño, comenzaba a hacerse unas pajas que hacían que la cama se moviese y a Tom se le pusiera el pene como roca.

Y en primera instancia, ellos no deberían compartir cuarto, otra vez había sido Bill. Por no tomarle importancia a la gotera que tenía en su pieza, y que avisase recién cuando el techo casi se le cae encima, por ser un descuidado, un tonto, un bebé que no puede hacer nada bien por sí mismo. Por esa razón ahora estaba instalado en la habitación de Tom, hastiándole, molestándole y fastidiándole.

¿Que si se arrepentía? No, diablos que no.

Se arqueó y corrió profusamente en sus calzoncillos, se sentía tan húmedo y caliente, cuando Bill también lo hizo se dejó caer sobre él y mordisqueó su clavícula.

—Pesas, cara de culo —se quejó Bill. Tom bufó y puso sus orbes en blanco, sin moverse de su sitio.

—Tenemos la misma cara, marica —contratacó Tom. Bill suspiró y cerró los ojos.

—Moriré asfixiado por el peso de mi gordo hermano mayor. Alguien ayúdeme o me voy a herniar —canturreó Bill.

Tom se movió a un lado. Se sentía sucio, podía asegurar que Bill estaba igual, sin embargo, no quería bañarse, como si el hecho de dejar esa cama significase destruir algo muy frágil, quizá tenía razón.

—¿Y ahora qué hacemos, idiota? —preguntó Tom con cierta molestia en el pecho, a pesar de que se sentía genial por el postorgasmo.

—¿Qué no es obvio, estúpido? Esperar a Santa —chanceó Bill, pero sabía a lo que su hermano se refería.

—A mamá no le gustará esto —lo afirmaba.

—Lo sé —dijo con pesar. Tom sabía que por más que Simone no fuese muy cariñosa con Bill, o le echase la culpa de todo, Bill la quería mucho—. ¿Por qué ahora?

—¿Por qué no? No actúes como si no hubieras correspondido, sin contar las veces que te la jalabas detrás de mí —acusó Tom.

—Me ponía ridículamente caliente el dormir contigo, ¿soy un enfermo? Incluso verte babear con los labios entre abiertos me dio cosquillas de las buenas.

—Supongo que ambos estamos enfermos —sentenció Tom, ahora los dos viendo el techo como si fuese lo más interesante del mundo—. ¿Y no deberíamos decirnos algo? O no sé, haber hecho una confesión primero, ni siquiera sé si esto dure, Bibi.

Había miedo en sus palabras y lo notó, pero Bill no animaba a nadie. Él quería que hicieran las cosas bajo su propia responsabilidad, no consolaba. Bill quería todo o nada, por más que pudiese manipular a las personas para obtener lo que quisiera, con Tom era diferente, necesitaba que fuera él mismo, por eso le iba a poner las cosas sobre la mesa.

—¿Qué esperabas que te dijera? Un “me meto los dedos pensando en ti”, por favor, Tom. No somos nenas, somos hombres, eso de por sí lo hace jodido y como plus, somos hermanos, no sé mucho sobre el asunto, pero tampoco soy un estúpido y sé que si seguimos haciendo esto no pasaremos por un camino sobre pétalos delicados de rosa con aroma a perfume dulzón de mujer —aclaró Bill.

—Yo… yo no podría hacer lo que acabo de hacer con alguien más —confesó Tom, sabía que Bill quería espantarle, y la verdad es que sí, temía. Él era más sensato que Bill, parte de su cabeza quería que fueran conscientes de ello con la mente centrada, sin embargo, lo que dijo fue lo que se pensó al notar que si rechazaba a Bill, tendría que hacerlo con otras personas. No se imaginaba con alguien más que Bill.

Bill lo miró de reojo. —Yo sí.

—¿Tocarías a otro hombre, Bill? —inquirió Tom algo decepcionado, no sabía el por qué pero se sentía así.

—No, diablos, no. Con una mujer, me refiero a eso, me gustan las chicas sabes, por más que Hagen diga estupideces a veces, el que me maquille no significa nada —esclareció Bill. Tom volvió a ver el techo, él no se imaginaba con mujeres.

—Si tú estás con alguien más, yo también lo haré —soltó Tom, le parecía justo, doloroso, pero justo. ¿Por qué le dolía la idea de que su gemelo estuviese con alguien más? Era su gemelo, tenía derecho, eran aún unos mocosos de trece años, ¿qué no era normal salir con varias personas?

“No cuando lo quieres solo para ti”, resonó una voz en su cabeza, la cual Tom prefirió ignorar, no quería entender aquello (o prefería fingir que no lo entendía).

—Ya, genial. —Bill no iba a obligarlo, Tom lo sabía pero aún así se esperaba otra respuesta, otra reacción.

—Eres un idiota, ¿lo sabías?

—Sí. Es difícil olvidarlo cuando me lo repites todo el tiempo, Tomi —explicó Bill jugando con sus dedos.

—Bill —llamó Tom, ahora podían escuchar los fuertes fuegos artificiales y demás alboroto por las fechas.

—¿Uhmn?

—Yo no quiero que salgas con alguien más —mencionó Tom.

Más ruido, se podían oír los villancicos amortiguados por otra bulla, aún así el ambiente era evidentemente navideño. Bil fingió no oírlo, Tom no dijo nada más. Permanecieron en un mutismo absorbente e incómodo por varios minutos.

—Feliz navidad, Tom.

—Feliz navidad, Bill.

Ahora por fin se vieron a los ojos, como buscando leer algo en los orbes contrarios, como si la respuesta se hallase pintada ahí, cuando en realidad la tenían en sí mismos.

—¿Crees que debamos ir donde mamá y Gordon a saludar? —cuestionó Bill sin dejar de observarlo. Tom negó con la cabeza.

—Podemos fingir que dormimos y si nos preguntan, diré que fue mi culpa —farfulló Tom.

Bill sonrió.

6 comentarios:

  1. Tan pequeños y goloseando XD ok no,ese Bill tiene la culpa,se la jala mientras Tom duerme*sí claro,duerme* pero sigue teniendo la culpa(?
    "Pesas,cara de culo" XDDD me mató esa frase,y también la de Tom "Tenemos la misma cara,marica" XD así de que:"tu me jodes,yo te jodo"
    Tom tan tierno él,nunca se metería con alguien más que no sea Bill y bueno,Bill parece que le valdrá madres pero eso no importa,son pequeños,¡son criaturas!*sí claro,criaturas* tan pequeñas y tan inocentes. XD
    Me gustó :3
    Saludos~ :3

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  2. Precozes!!! XDD Tan niños y ya en esas e.e xD Ni yo que tengo 16 y ejem... Jajajaa.
    Así es, la respuesta la tenían en ellos, estos miños siempre tan "raros" xD

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  3. Pero Tom tan nena y mona como siempre :3 No quiere con nadie más que Billobear, ah no, ese es otro fic, verdad? XDD

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  4. Awww qué niños más inocentes (sí claro xd) Me encantó!! y me gustó cómo se trataron así rudo jaja :B Bill es un suelto, es definitivo xD

    Melissa

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  5. Me gustó mucho. Como hay una mezcla de inocencia y a la vez picardia, o algo así. En donde descubren los que sienten....lindo.. =-)

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  6. sexo salvaje!!!
    me encantaron los cariñitos sarcasticos :3 son una monada tan peques y tan pervertidos xDD

    yunizzu

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