Título: Culpa.
Autor: kasomicu
Género: Angst, drama.
Categoría: Slash.
Reto: Dos 'enemigos' compartiendo cama obligatoriamente. Debe de empezar In media res.
Rating: NC-17
Advertencia: Contenido explícito, lime, twincest, under-age erotica, angst.
Resumen: Bill siempre tiene la culpa de todo. A Tom no podría importarle menos.
Disclaimer: Las personas reales no me pertenecen, pero sus acciones, personalidades y demás estupideces que hagan durante esta historia sí son de mi propiedad. No se busca ofender a nadie con esto.
Capítulo único
“Es culpa de Bill”, pensó Tom y onduló más las
caderas para después embestir contra él; sus movimientos eran torpes,
frenéticos, necesitados, instintivos.
Nunca antes lo habían hecho con alguien más, y no importaba, en ese instante
todo se sentía tan jodidamente bien y en
su lugar.
Siguieron arremetiendo el uno con el otro por sobre
la ropa, besándose cuando los gemidos eran demasiados sonoros como para intentar
no liberarlos, sollozando en la boca del contrario para no ser escuchado,
fundiéndose entre sí, volviéndose una masa llena de nervios a flor de piel,
miembros entremezclados, sudoración, y aroma a sexo, sí.
Ellos sabían a qué olía aquello, algo similar como al terminar de hacerse una paja, o cuando a veces ingresaban a un cuarto donde se metía Georg tras algún concierto con una chica, ese almizcle; el suyo en definitiva era distinto. Sin embargo, seguía teniendo el mismo patrón varonil y agridulce, el que daba la sensación de haber compartido algo más con alguien, o haber hecho algo sexual de algún u otro modo.
Ellos sabían a qué olía aquello, algo similar como al terminar de hacerse una paja, o cuando a veces ingresaban a un cuarto donde se metía Georg tras algún concierto con una chica, ese almizcle; el suyo en definitiva era distinto. Sin embargo, seguía teniendo el mismo patrón varonil y agridulce, el que daba la sensación de haber compartido algo más con alguien, o haber hecho algo sexual de algún u otro modo.
“Es la jodida culpa de Bill”, caviló Tom una vez. Su
madre siempre lo repetía, que Bill siempre tenía la culpa, ahora le daba la
razón, al pasar por su mente todo lo que había pasado esa semana le daba la
maldita razón a su progenitora.
Paseó su lengua por la boca de Bill, este la cogió
con los dientes y comenzó a chuparla con pereza, al ver esos ojos almendrados y
oscuros, tan parecidos a los suyos pero con una mirada predadora que hasta no
había visto en sí mismo, sabía que estaba cerca, estaba condenadamente cerca de
correrse.
Y solo podía pensar en todo lo que le había
acontecido. Acusaba de todo a Bill, le recriminaba el que le hubiese estado
viendo durante la cena navideña con esa expresión de cólera desmedida que
terminó haciendo que se enojase (como era usual en ese año) con él y acabaran
peleando al llegar su provisional cuarto
compartido (que antes era solo suyo); que durante los golpes uno hubiese besado
al otro hasta hacerle sangrar el labio también era obra de Bill, así como que
entre trompicones llegasen a la cama para satisfacer sus bajos instintos
frotándose con descaro mientras se besaban necesitados.
Como si no existiera un límite entre magullarse la
piel a golpes que hacerlo por besos hambrientos, y mordidas acuciantes, ellos
se besaron, mordieron y sobaron como si el mundo se fuese acabar en ese
instante. En definitiva esos moratones serían recordados de diferente forma.
No se trataba de Tom. Tom no tenía la culpa de que
Bill estuviese planeando ser un solista, para dejarlo. El rubio en definitiva
era inocente, solo… había escondido el cuaderno de canciones de Bill, pero no
con intenciones turbias, solo lo hacía hasta que se le pasase la estúpida idea
de abandonarlo. Suficiente estupidez había sido permitir que entrara a “Kinder
Star Search”.
Así que si Bill se había enojado con él y le había
puesto esa cara en la cena no era por Tom sino porque Bill era un idiota.
Era evidente que ellos no eran unos niños chiquitos,
tenían trece años por el amor de Dios. Estaban con las hormonas a niveles
estratosféricos, y Bill también era el culpable de que hubiesen explotado de
esa forma; ya que desde que tenía que dormir a fuerzas en el cuarto de Tom,
compartir cama con él, dormir con él. Cuando creía que el rubio había
conciliado el sueño, comenzaba a hacerse unas pajas que hacían que la cama se
moviese y a Tom se le pusiera el pene como roca.
Y en primera instancia, ellos no deberían compartir
cuarto, otra vez había sido Bill. Por no tomarle importancia a la gotera que
tenía en su pieza, y que avisase recién cuando el techo casi se le cae encima, por ser un descuidado, un tonto, un bebé que no puede hacer nada bien por
sí mismo. Por esa razón ahora estaba instalado en la habitación de Tom,
hastiándole, molestándole y fastidiándole.
¿Que si se arrepentía? No, diablos que no.
Se arqueó y corrió profusamente en sus calzoncillos,
se sentía tan húmedo y caliente, cuando Bill también lo hizo se dejó caer sobre
él y mordisqueó su clavícula.
—Pesas, cara de culo —se quejó Bill. Tom bufó y puso
sus orbes en blanco, sin moverse de su sitio.
—Tenemos la misma cara, marica —contratacó Tom. Bill
suspiró y cerró los ojos.
—Moriré asfixiado por el peso de mi gordo hermano
mayor. Alguien ayúdeme o me voy a herniar —canturreó Bill.
Tom se movió a un lado. Se sentía sucio, podía
asegurar que Bill estaba igual, sin embargo, no quería bañarse, como si el
hecho de dejar esa cama significase destruir algo muy frágil, quizá tenía
razón.
—¿Y ahora qué hacemos, idiota? —preguntó Tom con
cierta molestia en el pecho, a pesar de que se sentía genial por el
postorgasmo.
—¿Qué no es obvio, estúpido? Esperar a Santa
—chanceó Bill, pero sabía a lo que su hermano se refería.
—A mamá no le gustará esto —lo afirmaba.
—Lo sé —dijo con pesar. Tom sabía que por más que
Simone no fuese muy cariñosa con Bill, o le echase la culpa de todo, Bill la
quería mucho—. ¿Por qué ahora?
—¿Por qué no? No actúes como si no hubieras correspondido,
sin contar las veces que te la jalabas detrás de mí —acusó Tom.
—Me ponía ridículamente caliente el dormir contigo,
¿soy un enfermo? Incluso verte babear con los labios entre abiertos me dio cosquillas de las buenas.
—Supongo que ambos estamos enfermos —sentenció Tom,
ahora los dos viendo el techo como si fuese lo más interesante del mundo—. ¿Y
no deberíamos decirnos algo? O no sé, haber hecho una confesión primero, ni
siquiera sé si esto dure, Bibi.
Había miedo en sus palabras y lo notó, pero Bill no
animaba a nadie. Él quería que hicieran las cosas bajo su propia
responsabilidad, no consolaba. Bill quería todo o nada, por más que pudiese
manipular a las personas para obtener lo que quisiera, con Tom era diferente, necesitaba que fuera él mismo, por eso
le iba a poner las cosas sobre la mesa.
—¿Qué esperabas que te dijera? Un “me meto los dedos
pensando en ti”, por favor, Tom. No somos nenas, somos hombres, eso de por sí
lo hace jodido y como plus, somos hermanos, no sé mucho sobre el asunto, pero
tampoco soy un estúpido y sé que si seguimos haciendo esto no pasaremos por un
camino sobre pétalos delicados de rosa con aroma a perfume dulzón de mujer
—aclaró Bill.
—Yo… yo no podría hacer lo que acabo de hacer con
alguien más —confesó Tom, sabía que Bill quería espantarle, y la verdad es que
sí, temía. Él era más sensato que Bill, parte de su cabeza quería que fueran
conscientes de ello con la mente centrada, sin embargo, lo que dijo fue lo que
se pensó al notar que si rechazaba a Bill, tendría que hacerlo con otras
personas. No se imaginaba con alguien más que Bill.
Bill lo miró de reojo. —Yo sí.
—¿Tocarías a otro hombre, Bill? —inquirió Tom algo
decepcionado, no sabía el por qué pero se sentía así.
—No, diablos, no. Con una mujer, me refiero a eso,
me gustan las chicas sabes, por más que Hagen diga estupideces a veces, el que
me maquille no significa nada —esclareció Bill. Tom volvió a ver el techo, él
no se imaginaba con mujeres.
—Si tú estás con alguien más, yo también lo haré —soltó
Tom, le parecía justo, doloroso, pero justo. ¿Por qué le dolía la idea de que
su gemelo estuviese con alguien más? Era su gemelo, tenía derecho, eran aún
unos mocosos de trece años, ¿qué no era normal salir con varias personas?
“No cuando lo quieres solo para ti”, resonó una voz
en su cabeza, la cual Tom prefirió ignorar, no quería entender aquello (o
prefería fingir que no lo entendía).
—Ya, genial. —Bill no iba a obligarlo, Tom lo sabía
pero aún así se esperaba otra respuesta, otra reacción.
—Eres un idiota, ¿lo sabías?
—Sí. Es difícil olvidarlo cuando me lo repites todo
el tiempo, Tomi —explicó Bill jugando con sus dedos.
—Bill —llamó Tom, ahora podían escuchar los fuertes
fuegos artificiales y demás alboroto por las fechas.
—¿Uhmn?
—Yo no quiero que salgas con alguien más —mencionó
Tom.
Más ruido, se podían oír los villancicos
amortiguados por otra bulla, aún así el ambiente era evidentemente navideño.
Bil fingió no oírlo, Tom no dijo nada más. Permanecieron en un mutismo
absorbente e incómodo por varios minutos.
—Feliz navidad, Tom.
—Feliz navidad, Bill.
Ahora por fin se vieron a los ojos, como buscando
leer algo en los orbes contrarios, como si la respuesta se hallase pintada ahí,
cuando en realidad la tenían en sí mismos.
—¿Crees que debamos ir donde mamá y Gordon a
saludar? —cuestionó Bill sin dejar de observarlo. Tom negó con la cabeza.
—Podemos fingir que dormimos y si nos preguntan,
diré que fue mi culpa —farfulló Tom.
Bill sonrió.
Tan pequeños y goloseando XD ok no,ese Bill tiene la culpa,se la jala mientras Tom duerme*sí claro,duerme* pero sigue teniendo la culpa(?
ResponderEliminar"Pesas,cara de culo" XDDD me mató esa frase,y también la de Tom "Tenemos la misma cara,marica" XD así de que:"tu me jodes,yo te jodo"
Tom tan tierno él,nunca se metería con alguien más que no sea Bill y bueno,Bill parece que le valdrá madres pero eso no importa,son pequeños,¡son criaturas!*sí claro,criaturas* tan pequeñas y tan inocentes. XD
Me gustó :3
Saludos~ :3
Precozes!!! XDD Tan niños y ya en esas e.e xD Ni yo que tengo 16 y ejem... Jajajaa.
ResponderEliminarAsí es, la respuesta la tenían en ellos, estos miños siempre tan "raros" xD
Pero Tom tan nena y mona como siempre :3 No quiere con nadie más que Billobear, ah no, ese es otro fic, verdad? XDD
ResponderEliminarAwww qué niños más inocentes (sí claro xd) Me encantó!! y me gustó cómo se trataron así rudo jaja :B Bill es un suelto, es definitivo xD
ResponderEliminarMelissa
Me gustó mucho. Como hay una mezcla de inocencia y a la vez picardia, o algo así. En donde descubren los que sienten....lindo.. =-)
ResponderEliminarsexo salvaje!!!
ResponderEliminarme encantaron los cariñitos sarcasticos :3 son una monada tan peques y tan pervertidos xDD
yunizzu