viernes, 11 de enero de 2013

Fanfic: Catorce. Capítulo 13: 14+1.

HEY, no fui imaginativa para el nombre del capítulo, pero es que mi Once cumple quince años así que... "presióname" JAJAJAJAJAJAJAJAJ ya sé, sé que no es mujer pero igual quise comprarle unos tacones, su vestido rosa chicle como el cabello de Bell y hacerle bajar la escalerita con esa música de fondo LOL. Ay MIERDA DEBO DEJAR EL JODIDO PASTO.

Entre otras noticias, no respondí los comentarios anteriores D: lo siento, lo haré cuando pueda ¿o sí los respondí? Coño, odio mi memoria fail. Sobre lo del ask, hay ask de Once, de Bill, de Anémona y de Andreas. Todos sin excepción han recibido bullying xD, aunque en realidad era para que les preguntaran cosas del fic o qué sé yo. Solo manejo la cuenta de Bill y Once, aunque en las noches mi amiga maneja la de Once y mariconeamos. Andreas y Anémona no son manejados por mí. Tengo un ask pero mis personajes tienen más preguntas que yo .w.

En fin, ahora sí, sobre el capítulo. El libro que menciona es uno bien genial que me regaló mi mamá cuando lo compró en remate en la Feria del libro. Si se lo compran, se los recomiendo.

Ya, está más largo, ojalá se note.

El regalo de Paul son bolas chinas x) Y los que dice Tim no tiene sentido. Yo de peque me enojaba cuando jugaba y los demás perdían el hilo, al parecer Bill es más paciente. Si tengo tiempo haré un dibujo de cómo lucía Bill xD.


Capítulo 13: 14+1

Tom no se sentía feliz, era su cumpleaños, sí, habían hecho una reunión familiar donde muchos adultos estaban conversando, mayores que ni recordaban que él cumplía años y simplemente iban por cortesía; su padre y su madre llevaban la fiesta en paz, sin embargo, ¿cómo podría estar bien si no sabía dónde estaba Bill? Fue con Bell a buscarlo y nada, el señor Zimmerman le había dicho que Bill no estaba ahí. Así que Tom se sentía triste.

El sonido de un motor lo sacó de su ensoñación.

—Creo que vinieron más visitas, crío —dijo Bell mientras se acomodaba a su lado, ella tampoco se sentía bien entre tanta gente, menos si esas personas la miraban como si tuviera un mono en la cabeza, no era su culpa que todos ellos fueran tan normales, igualmente miraban mal a Tom por tener rastas y ese “arete de mujer en la boca”.

Tom buscó con la mirada para ver quién entraba por la puerta y cuando observó a dos tipos que usaban lentes oscuros a pesar de que no había sol, sonrió.

—¿Quiénes son? —preguntó Bell.

—Mis tíos —respondió con simpleza y se levantó a saludarlos.

El de rastas se acercó a los hombres que habían generado murmullos alrededor y les ofreció una cálida sonrisa. El más alto, y de piel clara, se quitó las gafas y abrió los brazos.

—Oh, vamos, ¡no esperes una jodida invitación para que saludes a Sido, Tomate! —exclamó Paul, consiguiendo el hombre que estaba a su lado negara con la cabeza y que su sobrino acortara la distancia y se fundiera en el abrazo—. Oh, Tomate, estás más grande, tus rastas se ven geniales. ¡Quince años, pendejo! ¡Quince años! —Le dio palmaditas en la espalda.

—Paul, lo vas a asfixiar —señaló el más bajo.

—Vamos, Bu, no te pongas serio, es el cumpleaños de nuestro Tomate —soltó Paul, liberando a Tom del gesto, el cual se fijó en “Bu”.

—¿Tío Anis puedo abrazarte? —cuestionó Tom. Anis sonrió y cargó por un instante al menor en un apretado gesto.

—Vaya, vaya, sí, estás grande, Tom —masculló Anis con voz calma.

—Y ya ustedes bola de idiotas dejen de estar mirándonos como si fuéramos atracción de circo y sigan en lo suyo, joder con la puta gente que invita Jörg y la rubia estirada de tu madre, Tomate. ¡Más parece funeral que fiesta! ¿Me oíste, Jörg? —el aludido arrugó la nariz pero no dijo nada al respecto—. Y nada, no sabíamos qué comprarte, así que te trajimos esto.

Paul le extendió una caja no muy grande. Tom la abrió curioso sacando unas ¿canicas? No, no parecían canicas, eran muy grandes para serlo, eran como unas esferas que estaban unidas por una pita. Los que aún miraban en dirección a los recién llegados soltaron exclamaciones de sorpresa y disgusto. Anémona perdió el color del rostro. Paul se reía con ganas y Anis se limitaba a observar.

—¿Qué son? —Tom no entendía las diversas reacciones del resto.

—Es una pequeña broma de tu tío, pero ahora en serio, te daremos dinero, Tom, para que tú lo gastes en cosas de bien, ¿entiendes? Nada de meterte en problemas —advirtió Anis dándole un sobre cerrado. Tom lo recibió y su madre ya estaba tras de él.

—Señores —vociferó Anémona a modo de saludo, con los ojos inyectados en sangre.

—Buenas tardes, Anémona —respondió Anis, a diferencia de su pareja que solo movió la barbilla en su dirección.

La mujer cogió las bolas que tenía Tom en su mano y las metió en la caja para luego agitarla acusadoramente.

—¿Qué clase de bromita es esta? —se quejó en voz baja, aunque igual la atención estaba centrada en ellos. 
Jörg se apuró a detener a su exesposa.

—Anémona, no —pidió Jörg.

—No me digas nada, Trümper, si les dijiste a estos que tu hijo era homosexual, no fue lo correcto, ya vienen con sus tonterías de pervertidos a mi casa, con mis invitados y… —reclamó la rubia lo más bajo posible, aunque igual Paul y Anis habían oído lo dicho, es por eso el primero en mencionar estaba siendo sujeto por el segundo del brazo en un gesto tosco pero tranquilizador.

—Será mejor que vayamos al patio —pidió Bell que había entrado en escena para calmar las aguas.


Tom no entendía nada, solo que Bell le había pedido que esperase en su cuarto. Y si bien en algunos momentos la discusión de afuera se podía oír, ahora estaban hablando en voz baja que casi no se oía, y los invitados se habían ido porque ya era mucho de qué hablar, sin contar que deberían dar explicaciones. Era jodido, no quería que sus tíos se enterasen de su orientación de esa forma, ni que el resto estuviera presente por el escándalo de su madre.

Se sentía abochornado, así que estaba apretando la almohada contra sí y no se iba a poner a llorar, en definitiva no lo haría. Solo deseaba que Bill estuviera cerca, explicarle lo del beso y que lo apoyara. Pero no, Bill no estaba ahí y no tenía idea de dónde podría encontrarlo.

Si antes no detestaba cumplir años, pues ahora sí, lo odiaba con todas sus fuerzas.

Cuando escuchó que tocaban su puerta, dio un respingo y se secó con la rebeca de su camiseta, quizá había llorado un poco, sí, pero no porque quisiera.

—¿Sí?

—Soy yo, tu tío Anis.

Tom abrió la puerta y se hizo a un lado para que su tío entrase, ambos se sentaron en la cama y el de rastas se vio sus pies.

—Estábamos hablando con tus padres, ahora Paul está en el auto, ya sabes, es un poco temperamental —explicó Anis.

Tom asintió y no se atrevió a mirarlo. —¿Mi papá en serio les dijo? —preguntó, no hacía falta especificar.

—No, la broma de Sido no fue con esa intención. Él no es bueno con las palabras, es un inútil para intentar reconfortar a alguien, pero quiso que yo hablara contigo. Tú sabes que nosotros somos pareja, y somos dos hombres —mencionó Anis—. Y el punto es que queremos que te sientas en confianza con nosotros, vamos a estar unas semanas aquí, por cuestiones de negocios, y te vamos a visitar seguido. Hemos visto cómo han reaccionado tus padres, queremos que sepas que no estás solo, Tom.

»Somos tus tíos y cualquier cosa podemos dar cara por ti, ¿entiendes? No voy a dejar que te pongas a llorar por algo así, levanta el rostro y lávatelo, mira a los ojos cuando te hablan y nunca dejes que te dobleguen, así sea tu propia familia. Nadie, escúchame bien, Tom, nadie tiene el derecho de intentar manejar tu vida haciéndote sentir mal con lo que eres, porque está en tu naturaleza, y antes de ser hijo, hermano, vecino o lo que sea, eres un ser humano, un individuo, irrepetible y único. Debes aceptarte cómo eres.

El rubio miró al mayor y esnifó. Su tío tenía razón, tenía toda la jodida razón. ¿Le habría dicho eso a sus padres? Lo más probable es que su tío Paul fuese el que a gritos, y con palabras no tan bonitas, le habría soltado lo mismo a Jörg y Anémona. Sonrió y Anis le dio una palmada en el hombro.

Tal vez su cumpleaños no era tan malo después de todo.


Simone estaba buscando trabajo, y ahora ya tenía uno, debía ir a Alcohólicos Anónimos, sin embargo, primero quería intentar superarse sola, sin ayuda de nadie, aparte que si veía a su hijo de nuevo quería que la encontrase limpia, y no tener que explicar que debía ir a esas sesiones para estarlo. Pero era confuso para la pelirroja, debido a que a veces la soledad hacía mella en Simone, consiguiendo que imaginase que no estaba sola, que su hijo vivía con ella como antes. O quizá es que la casa era demasiado ruidosa, a veces oía pisadas, sonidos y aquello la perturbaba.

Debía ir a trabajar, así que se fue al baño para alistarse, tenía un dolor en las sienes terrible, así que abrió el envase de aspirinas, pero lo hizo con demasiada fuerza por lo que las pastillas cayeron al suelo. Resignada, y soltando un suspiro, se dispuso a recogerlas, y cuando lo hacía se percató que un lápiz para ojos estaba cerca de la ducha, en un rincón oscuro que no había fijado hasta ahora, por lo que el implemento tenía polvo encima.

Cuando lo limpió, se percató de que no era suyo, ya que ella usaba maquillaje de catálogo, y ese más bien parecía que había sido comprado en cualquier tienda de quién sabe dónde.

Algo en su mente hizo clic y se cubrió la boca. Luego miró el lápiz de nuevo, para asegurarse que fuera real. No era posible. Bill era el que usaba ese tipo de maquillaje, y Simone no había visto ese delineador hace un par de días porque incluso limpió el suelo del baño. ¿Sería verdad que los ruidos que escuchaba se trataban de la presencia de su hijo? Pero… ¿cómo? Ella no había dejado la puerta abierta. Su Bill no necesitaba pasar por la entrada principal, recordó.

Le quedaba poco tiempo para irse a trabajar, no obstante, Bill era más importante ahora, así que si él sí estaba ahí y no era simplemente una jugarreta y extraños sucesos lo que le pasaban, lo encontraría.


Un gemido ahogado. El golpeteo de su corazón acelerado hizo que no pudiese seguir más tiempo dormido. Cuando abrió sus orbes no reconoció a la mujer que tenía frente a él. Eran los mismos rasgos, sin embargo, lucía envejecida, demasiado para la edad que tenía, ella tenía apenas treinta y ocho años, maldición y tenía bolsas bajo los ojos, ojeras notorias. Nunca fue de contextura gruesa pero estaba más delgada que nunca, aún así, había un discernible brillo en sus ojos al verlo.

La pelirroja se acercó y lo apretó contra ella. Simone se puso a llorar y recién en ese instante, Bill reaccionó, soltando lágrimas también, pero no de forma ruidosa, sino de forma silenciosa las gotas surcaban su rostro. Y se sentía bien aunque dolía, porque cuando uno se rompe en mil pedazos el que alguien te abrace uniendo tus trozos era reparador, o sería también que había dormido por mucho tiempo y eso tenía mucho que ver. 
Simone era su madre, pero había perdido el título, cuando eso pasó por su mente con un relámpago, la alejó.

—No me toques… —soltó con la voz gangosa y débil, Simone volvió a cubrirse la boca con su mano y sollozó sonoramente.

El celular de Bill vibró a su costado. Se sorprendía que siguiera cargado, cuando vio el nombre de “Dunja”, contestó de inmediato, sin importarle que su madre estaba ahí lamentándose por su rechazo.

“Ella me dijo escoria, y eso se me grabó la piel, no es visible como mis tatuajes pero nunca lo podré borrar”.

“Ella es mi madre y nunca me protegió de él, debió haberlo hecho cuando era pequeño, para que yo no viera sus maltratos”.

“Ella no me creyó cuando la psicóloga habló pestes mías”.

“Ella lo apoyó a él cuando tenía que estar de mi lado”.

“Ella no me buscó sino hasta después cuando hui”.

Escuchó a Dunja desesperada en el teléfono y por eso sí sintió remordimiento, a pesar de que Dunja era mujer, a pesar de que era un adulto, a pesar de que no era Tom, Dunja le había apoyado y dado oportunidad cuando el resto le cerró las puertas, y él se había ido sin pensar en Tim y Lily. Esos pequeños que no tenían culpa de nada, y ahora Lilith estaba mal, y él tenía que ir, demonios que sí, iría a cuidarla e incluso no cobraría por quedarse hasta que se curase.

—Lo siento, Bill, lo siento mucho, ¿cuándo viniste? ¿Por qué no quisiste verme? Bill, ¿por qué huiste? Yo quiero que vivas conmigo como antes…

—Él me pegó, como cuando te pegaba a ti. Pero eso no importa, porque probablemente no me creas un carajo de lo que te digo, como es tu costumbre, ¿no? MI VIDA FUE UN PUTO INFIERNO EN EL COLEGIO MILITAR, ¿sabes qué aprendí de ahí, madre? Que si no jodes, te joden. Que debes callarte ante las injusticias. Que al más débil se le tiene que herir para que acabe con su propia vida. He visto a tipos matándose, frente a mí. He tenido que poner el culo y soportarlo callado solo para que no me hagan la puta vida un infierno, pero no, no fue una jodida violación.

»Esas vejaciones hacían con el resto. Tuve que golpear a muchos críos, y meterme en los pantalones de algunos de clases mayores, ¿y sabes qué? Al salirme de esa cárcel, hacía lo mismo en las calles, porque no sabía hacer otra cosa. No iba a robar, ni matar a alguien por dinero, tampoco estafar, y el trabajo que tenía no me daba para nada. Tenía sexo con mujeres incluso mayores que tú solo por tener un lugar para dormir, les comía el coño para que me diesen un plato. Era una jodida suerte cuando me tocaban universitarios en vez de los mayores, porque si bien tenían unos años más que yo, al menos no podrían ser mis padres. ¿Y sabes qué? ¡Tenías razón! Soy basura, soy escoria, soy bazofia, porque la única persona que me importaba en verdad ahora está besuqueándose con otro…

Explotó, y el peso que tenía sobre sí disminuyó. Simone lo miraba absorta, y él se sentía libre. Podía joderse al mundo.

—Hijo, no tenías que pasar por todo aquello, en serio, por favor. Sé que no he sido el mejor ejemplo de madre, tuve muchos errores, pero quiero que regreses, cuando te fuiste afronté que todo lo que hice estuvo mal. Me volví una alcohólica, y cuando Gordon me dijo que te había visto, supe que tenías que estar conmigo, Bill por favor. Quizá no podrás perdonarme, yo en tu lugar no lo haría, no obstante, aquí tendrías una casa, comida, todo. Ahora estoy trabajando de nuevo, y todavía me quedan mis ahorros, podrías estudiar arte, recuerdo que hacías dibujos hermosos, mi amor —ofreció Simone, sacando un pañuelo de su bolsillo y tendiéndoselo.

—Déjame pensarlo, tomaré un baño y luego me iré. Necesito ir a cuidar a Lilith —se limitó a explicar Bill, sacando uno de sus bóxers del cajón, que evidentemente le iba a apretar las bolas, pero al menos estaba limpio, y se dirigió al baño.

“No lo he perdido, al menos aún no”, pensó Simone cuando la silueta del moreno desapareció.


Intentó lucir muy arrepentido cuando vio a la rubia abrirle la puerta, pero Dunja lo abrazó con fuerza y contuvo un sollozo.

—Ahora no importa por qué te fuiste, lo que vale es que estás aquí —dijo Dunja y Bill se sonrojó cuando la mayor se alejó. Sus mejillas se tiñeron de rojo no por vergüenza, sino porque se sentía cálido, como un niño tímido. A Dunja no le importaba que se hubiera ido, sino que había vuelto.

Cuando fue a encontrarse con los niños, ambos se aferraron a él con sus bracitos delgados, y Bill les besó la coronilla. De alguna forma se sentía mucho mejor.


Tom estaba apoyado contra un árbol, bajo la sombra de este, leyendo El dolor invisible de Jordi Sierra i Fabra, era un libro que le regaló su abuela, la cual estaba a su lado leyendo Harry Potter y la piedra filosofal de J.K.Rowling. Bell le había dicho que el libro que le dio era muy bueno, y Tom a cambio le prestó uno de los suyos, para tener que recomendar algo. Estaban en la entrada de la casa, Anémona seguía trabajando, y Tom mantenía la esperanza de que pudiera ver a Bill aparecer en algún momento. O que visitase a Georg, que desde la casa de Tom se podía ver la de su mejor amigo.

Pero nada de eso sucedía. Frunció el ceño cuando desde su visión periférica notó cierta cabeza platinada que se acercaba y sentaba junto a él.

—Hola, señora —saludó Andreas, recibiendo una sonrisa y un “llámame Bell, crío”—. Hola, Tom.

El de rastas fingió que estaba muy ocupado leyendo, sin embargo, Andreas era su mejor amigo y sabía cómo era cuando se concentraba al leer.

—Tom, vamos, no vengo a molestar. Solo tengo que recalcar que bueno, dudo mucho que Bill aparezca, así que estés esperando aquí es tonto —acotó Andreas.

—No soy quién para meterme, la verdad, pero creo que si Tom tiene esperanzas, pues no eres quién para quitárselas. No es algo tonto solo porque lo digas, crío —respondió Bell.

El platinado parpadeó. Primero, Tom no lo había invitado a su cumpleaños, cuando Anémona lo llamó, él no fue porque normalmente sabía que Tom era quien lo invitaba, suponía que el hecho de haberle dicho en la semana que “mejor que Bill se hubiera ido” no había sido tan buena idea. Más allá de que supiera que no tenía ninguna posibilidad con su mejor amigo, sabía que ese chico era una mala influencia, seguía sin caerle bien.

Ahora no comprendía cómo es que un adulto apoyase la idea de Tom. Alguien que no sea su hermano, él era un punto aparte.

—Pero… ¿usted sabe cómo es Bill? ¿Lo conoce?

—No hace falta, Tom me dice que lo quiere y yo le creo, ¿tu nombre es Andreas no? —cuestionó Bell, notando que ese debía ser el mejor amigo del que tanto su nieto le mencionó.

—Sí.

—Bueno, ya, Andy por favor, déjame tranquilo. Si yo quiero esperar a mi novio, eso no es de tu incumbencia, a las finales no solo lo espero, sino que también leo —arguyó Tom, mirándole con el entrecejo fruncido y un leve puchero que no era hecho adrede.

—Quería que juguemos Guitar Hero, Tom —pidió Andreas, ahora sentándose junto al de rastas y apoyándose en su costado.

—Ugh, pesas, Andy. Y no, te digo que espero a Bill. ¿No se comunicó con Georg? —cuestionó Tom empujando a su mejor amigo.

—Ni con Gustav —dijo Andreas, ahora acomodándose contra el árbol para que no cayera a un lado.

Tom cerró su libro, suspiró y se mordisqueó el labio, jugando con su piercing. No podía creer que estaba en problemas por ser tan estúpido y corresponder un beso que ni siquiera buscó, cosa que hacía que sintiera por un momento resentimientos por Andreas, pero no del todo, de todas formas era su mejor amigo, y no podía pelearse con él por mucho tiempo.

Sacó su móvil del bolsillo y marcó una vez más el teléfono de Bill.


Bill tenía un ojo pintado, no por decisión propia, sino que Lilith había sacado el maquillaje de su mamá y había “intentado hacer más bonito” a Bill. Parecía que tuviera un ojo de panda. Tenía también un poco de cabello cogido en una especie de coleta con un conejito, que a Tim le pareció gracioso. Así que luciendo así jugaba con Tim, al parecer estaban en una misión contra los alienígenas, pero como todo crío, al rato se le olvidaba de qué iba el juego y todo se transmutó a una competencia de vaqueros donde aparecía un mono (Bill) y tenía que hacer las monerías por algo de control mental.

No tenía mucho sentido que un mono necesitase control mental para hacer monerías, pero para Tim parecía tener coherencia, y Bill respetaba eso. Parecía que hubiesen despertado de un estado de sopor, porque ya no vomitaban ni nada de las cosas que le había contado Dunja.

Estaba retorciéndose en el suelo porque Tim lo atacaba con su visión láser cuando vio que Lilith cogía su teléfono y lo contestaba.

—¿Sí? —preguntó Lilith con una tiara hecha con macarrones y purpurina—. No soy Bill, Bill está con Tim… ¡Ow! ¿Tomi? ¿Por qué no has venido a jugar a las muñecas conmigo?

Cuando Bill escuchó el nombre de Once, dejó de tontear y se levantó.

—Lo siento, Tim, espera un rato.

—¡Ugh! No es justo, los miscucos no deben moverse cuando los atacan —se quejó Tim. Ya que ahora Bill no era mono, sino un miscuco. No tenía idea de qué era eso.

El moreno se agachó a la altura de Lilith y le sonrió.

—¿Me pasas mi teléfono, linda? —pidió Bill amablemente. La nena le correspondió el gesto.

—Te paso con Billybear —susurró al teléfono la pequeña, a Bill le pareció curioso el nombre y recibió el aparato, poniéndoselo al oído y encerrándose en el baño.

—Tom, ahora estoy ocupado, pero necesitamos hablar —exclamó Bill con más hosquedad de la que quería.

Bill, sí, lo siento, tengo tanto que explicarte y contarte. Me asusté mucho cuando…

—Tom, en serio, ahora no es buen momento, y no quiero hablar esto por teléfono. Debo cuidar a los niños, sé que no es día de semana pero me extrañaron, te iré a ver más tarde —farfulló Bill, el cual escuchó el quejido del otro lado de la línea, de manera que casi sonríe al imaginarse su rostro contraído porque no le habían hecho caso. Casi, porque seguía enojado.

Mi mamá no quiere verte, habló con mi papá y pues la situación está algo peliaguda. Aunque mis tíos vinieron y calmaron algo la situación —explicó Tom. Bill rodó los ojos.

—No sé de dónde sacaste la idea de que necesito el permiso de tu madre para verte, me meto por tu ventana o si no hay mucha vigilancia sales y nos encontramos en el claro —musitó Bill.

No me gustaría estar en el bosque de noche, y sería muy tedioso, mejor tú vienes por mi ventana —susurró Tom, probablemente no estaría solo así que evidentemente no quería ser escuchado.

Bill sintió sus dientes crujir frente a la idea.

—¿Estás con el rubito ahí? —vociferó lo suficientemente fuerte como para que se escuchara más allá del oído de Tom, como para que si ese rubio lo pudiera oír.

Sí. —El estómago de Bill dio un vuelvo y sus fosas nasales se dilataron—. Bill, en serio todo esto…

—Nos veremos en la noche, Tom —cortó.


—Hasta aquí lo escuché —farfulló Andreas.

—¡Tiene derecho a estar enojado! Yo en su lugar lo estaría, demonios… —murmuró fastidiado. Bell le dio unas palmaditas en el hombro.

—Vamos, chico, todo se solucionará. Si te quiere comprenderá —mencionó Bell. Y Tom tuvo ganas de hundirse en un pozo, Bill nunca le había dicho que lo quería, siempre evadía el tema, y cuando él era quien tomaba la iniciativa, Bill huía.

Sin contar que lo llamó Tom durante la llamada y no Once. Jodido, estaba jodido.

15 comentarios:

  1. Estas bien GAAAAAAAAAAAAAY Once, pero también jodido, ¿ya dije que amo a Andreas? ¿No? Bueno lo digo, amo al crío, si no escribes pronto iré a darte tus pataditas Nad, no te quiers pasar de verga.
    K.

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  2. Al fin capítulo nuevo y ya quiero el siguiente, te voy a encerrar en una pieza con un pc y con pura agua y comida para que lo único que hagas sea escribir muajajaja, ya ok no :C
    Amé a Anis, tremendo consejo :') es taaaaan cierto, ¡viva! :D y arrgg... Once la tiene bien jodida, a ver cómo hace que a Bill se le pase el enojo, jodido Andres y Anémona xD
    "No tenía mucho sentido que un mono necesitase control mental para hacer monerías, pero para Tom parecía tener coherencia, y Bill respetaba eso."
    Se te fue una "i" querida, era Tim no Tom :/ jajajaja, ¡saludos!

    Melissa

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  3. AKSDJFAKLGJIEDSKJKLJGSIOVJSDKLJGKIFBJKLSNSKR QUÉ MIERDA. QUÉ.MIERDA. AKHJFVAIEGFOJLSKDJVGGVIORVJO YA, YA, NECESITO EL SIGUIENTE CAPÍTULO Y A. AHÍ VIENE MI SEXO DE RECONCILIACIÓN, OH SÍ, LO PRESIENTO.

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  4. Que bien que Bill se levantó y decidió seguir con su vida *-* ese Tim me recuerda a mi cuando era pequeña, primero jugaba con mis primos a que eramos super saiyayines y de repente eramos parte de un concurso de modelaje (? (vestia a mis primos como mujeres que tiempos aquellos! *---*) no puedo dejar de imaginar a Tom con un vestido de quinceañera rosa >w<
    quiero otro cap *w*

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  5. El principio de la aclaración fue tan GAAAAAAAY xD

    Lo sabía, ese jodido lápiz lo iba a delatar. Esa escena de Bill y Simone... me hizo llorar, ya te contaré. .-.

    Paul me recuerda tanto a mi tío gay xD, es así de extrovertido y mal hablado LOL. Me encantó lo que le dijo Anis a Tom :3

    Y pues nada, le espera algo muy feo a Tom... eso o una muy buena reconciliación. Todo puede pasar con ''Billybear'' xD. Las ansias de saber qué sigue, ¡caray!

    PD: Se pasan de verga con el bullying en los ask xDD

    Besitos, te quiero *3* MARICAAAAAA xDD

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  6. ¡Ja! ¡Te lo dije! ¡Lo sabía! (?)

    Y bueno, mi momento fangirl te lo dejé en facebook c:
    CCCC:
    ¡Bell al poder! (?)
    No diré más porque todavía estoy conmocionada :dies:

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  7. AHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!! Me quede con la intriga...quiero saber que pasa después..La abuela de Tom me cae muy bien....Solo puedo decir que espero que todo este bien entre Bill y Tom......


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  8. Bell es tan ksaklsdhaklshdla *-* me encantó que pusiera a Andreas en su lugar(? xD jodido rubio.

    Buee.. ya quiero ver la reconciliación -amorsh amorsh- 1313! Tom prepárate porque te darán duro(? xd

    Como dije en el comentario del capítulo anterior, no soy buena para eso.. en fin, trataré de hacelo seguido, saludos. :DDD

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  9. Me mato el vídeo XDD
    me lo imaginé con un vestido de esos lindos,aunque yo me lo imaginé con un azul túrqueza y bajando las escaleras,con sus zapatillas de cristal XDDD ok ya,
    de verdad amé a los tíos XDD ahí no,los adoré amé y así XDDD
    "¡Quince años, pendejo! ¡Quince años!"
    "la rubia estirada de tu madre" XDDDD me mató eso la verdad.
    Me encantó lo que le dijo el tío de Tom,y es que,todo es la pura verdad.
    Me alegra de que Bill ya esté con los nenes:3
    y amé cuando Lilith dijo "Billybear" X3
    La verdad me encanta que le contestará la llamada Bill a Tom,pero pinche Andreas la arruina el niño pelos de elote XD joder,lo quiero matar XD
    ok no.
    Towi detasado,Tu con tu carita de niña,ojitos bonitos y carita de nena(? conquistaste a Bill,y ahora estas en tus quince primaveras*-* XD
    "dejen que él baile,ya se siente grande,ya cumplió quince años y ahora es muy feliz"(8) XD
    y a celebrar a Tom XDDD ya quiero saber que regalo le da Bill ;D

    Me encantó el capitulo:3 es genial <3
    Saludos y besos:3
    Espero con ansias el próximo *-*

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  10. AHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! por la mierda! cómo se te ocurre dejarlo ahí, oh dios! oh dios! al fin hablaron y yo estoy nmadbfhrwalthr no me acabo de creer que Once haya pasado su cumpleaños sin Bill, NOOOOOOOOOO aunque déjame decirte que es la primera vez que me hacen AMAR a Bushido en un fic XDDDDDDDD y bueno si se quien es Sido pero es la primera vez que leo de él en un fic awwwwww me cae muy bien *-*
    También amo Bell es ta hsadhjfj esa tía es genial! y me encanto lo que le dijo a Andreas hahahahaha me hubiera encantado ver su cara en ese momento hahahaha pfffff sigo odiando a los padres de Tom, creo que ya no cabe mas odio en mi cuerpo hacia Anémona XDDDD pero es que es una tipa tan HUGGGGGGGGGGGG bleh su ignorancia me da nauseas... en fin me encantó en cap
    *-* ya quiero el otro!!! por favor favor favor POR FAVOR!!!!!!!!!!!!!!!!! NO TE DEMORES SI? ^^

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  11. Nadir te pasas de verga lo dejaste ahí, no pinches mames, yo toda pinche emocionada saltando y aventando flores y me cortas la inspiración carajo...

    ame a Sido y a Bu amo a Bell odio a Andreas Anémona el estupido y manipulable Jorg.

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  12. "Tenía sexo con mujeres incluso mayores que tú solo por tener un lugar para dormir, les comía el coño para que me diesen un plato." Nadir, llore tanto con este relato...... OMG
    amo a Bell, animo animo, espero reconciliacion pronto y no me gusto a Bill molesto llamando Tom a Once. aaaaaaaaaa reconciliacion porfa..

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  13. Omg! Al fin... Lo hice... Lo leí *3* Mierda, el MAAARICAAAAA está bieen jodido.
    Que lo solucionen pronto ;_;
    Besitos <3

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  14. Pude leer... Pero ya, me largo, el deber llama. Ya sabes Nadir ;)
    En pocas palabras lo amé. Pobre Tom, de verdad que sí, está jodido.
    Ya quiero la reconciliación!!! *inserte risa perversa* Muajajaja... Pobre Tomi *w* Billobear... En acción~

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  15. @K, te pasas de verga, lo llamas gay a mi bebé xD. Ya sé que amas a Andreas, tengo una relación amor/odio con Andy, en fin. Okay xD, gracias por el comentario, vida.

    @Melissa, pero si prácticamente así vivo LOL. Ok ya looool. Anis es un amor, aunque a veces no tanto. Once está cogido de los huevos. Andreas y Anémona, pobres xddd. Ya corregí eso lol. Besitos.

    @Ascanya, LOL tu comentario me dio risa xD.

    @Engel Der Schatten, yo era más bien la anciana que renegaba diciendo: PERO SI NO ESTÁBAMOS JUGANDO ESO, CHEPI BOLA NO VALE x'D. Pobre Tom lo cogemos de cerdito.

    @L, GAAAAAAY *vmm* No me contaste, te acosaré lool. ¡Vivan los parientes mal hablados! Sí :3 Anis is my hero. DSJDNJSNSJD me matas, wna. Bullying en ask, seh *3* besitos geeeis.

    @Cáncer, gracias, Lunita :3 Bell para presidenta loool.

    @fanny, gracias por comentar, linda :'3

    @Ada R, Bell es lo máximo lol. Sí, claro (?) xD. Bueno, Ada, me gustaría tenerte en mi fb TwT. Saludos y gracias.

    @Princess of Paradise, LOOOL. Como Cenicienta o sea qué pedo, Seli lol. QUINCE AÑOS, PENDEJO x'D. Morí escribiendo eso, Paul es lo máximo. Lilith explicará luego el porqué de ese apodo peculiar x'D No es culpa de Andreas, sino Bill mal pensado lol. Me mataste con lo otro. Gracias por comentar linda, besitos.

    @Victoria Greinth, algo así me dijern que la dejé en mal momento y soy una jodida XDD. Pero no es el primer cumple que lo pasa sin él .w. Es la primera vez que adoro a Bu lololol. Sido es lo máximo *.* Bell también. Sus padres necesitan dejar de joder tanto lool. Gracias por comentar, linda :3 Besitos.

    @LOVELY ANGIE KOUT, XDDD lo siento, Angie, espero te guste el nuevo capítulo. Los tíos son geniales, Bell también. Estúpido y sensual Jörg, espera no... XD. Gracias por comentar :3

    @Alexa Sanz, sí, esa parte es bien triste, ni Simone lo comprendió, o sea sabe por lo que pasó pero no entiende qué significó para él pasar por todo eso. Ok :3 Gracias por comentar y me gustaría tener tu fb ToT.

    @KalaaK (Carla Pacini), gracias por leerte todo, reina, de verdad. Besitos.

    @BTKisLove, gracias por tu comentario, Kassy, digo, a pesar de que te tuviste que ir rápido. Gracias por comentar :3

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