viernes, 18 de enero de 2013

Fanfic: En lo profundo. Capítulo 6.

Bueno, estos días he estado escribiendo solamente mi fic Catorce, de modo que había descuidado mis otros fics. Pero ya vine a actualizar este que justo acabo de terminar el capi. Es algo chistoso, porque cuando vi el tatuaje nuevo de Bill dije "Oh por YisusCat, Bill me lee D:!" sin embargo, luego noté que era una obra de arte y tengo una teoría muy interesante que no expondré por aquí porque no tiene que ver. El punto es que el tatuaje es de una sirena besando a una chica, lol.

Ah, otro tema. Aquí se menciona la "respiración a cuatro tiempos", es una técnica que te enseñan los psicólogos para relajarte, estés enojada, ansiosa, o algo así. Consiste en inhalar aire por cuatro segundos, luego retener el aire por cuatro segundos, después exhalar el aire por la misma cantidad de tiempo y de ahí hacerlo de nuevo. Se llama así porque son cuatro pasos, y dura cada uno cuatro segundos. Funciona, en serio, pero debes practicarlo como un mes para que te haga más efecto, así todos los días si quiera una vez.

En fin, les dejo el capi :3


 Capítulo 6: Días malos y buenas noches.


Habían días buenos y malos en la vida de Billie. Los buenos eran cuando Billie podía respirar el aire fresco, y si bien no siempre sonreír, al menos podía pasar un buen rato entre sus canciones y las historias que escribía.

Los días malos eran diferentes, eran aquellos en donde Billie no era Billie, sino era un monigote andante, uno que no percibía su entorno, uno que no podía disfrutar; en esos momentos ella no respiraba con normalidad, era alguien muy frágil, era como si estuviera rota, como si no pudiera pensar, pero sí lo hacía, claro que sí, aunque todo fuera irreal para Billie, podía pensar, recordar, sentir, sufrir.

“No voy a dejar que me afecte”, cavilaba mientras su madre la sacudía para sacarla de ese estado.

Billie no podía gritar. Todo era falso, su voz, no tenía nada. Podía percibir un leve dolor casi inexistente en su cabeza, podrían quemarla viva y aun así, Billie no podría sentirlo por completo.

Por más que ella intentaba centrarse, toda su atención estaba en el ventilador de su techo, en cómo daba vueltas haciendo que las motas de polvo danzasen frente a Billie, y la morena sonreía y tarareaba en su mente una melodía acorde.

¿Quién recogería sus pedazos? Nadie podía hacer nada por ella en los días malos.

El lado cuerdo se iba extinguiendo, y Billie no lo notaba. Porque ese lado no era real, como todo, era algo utópico.

Trina lloraba con fuerza, le gritaba, seguía zarandeándola, pero Billie no veía con sus ojos.

Ciega, sin voz, sin fuerza, sin cabeza, en parte muerta, no, Billie no estaba muerta, estaba solo “no viva”.

La música que estaba en su cabeza dejó de sonar. ¿Qué la había detenido? Un ángel. Billie veía uno en la ventana, era rubio y sin alas, quizá se habría caído del cielo, ¿entonces lo que decía su madre era cierto? Siguió viendo cómo el ángel le observaba… ¿acongojado? ¿Triste? ¿Y dónde estaba su túnica?

No era un ángel, era… su musa. Tomie, su sirena. ¿Qué hacía allí desnuda en la ventana? Su madre podría verla. Parpadeó, y pudo sentir su cuerpo por fin, sus miembros adormecidos y su cabeza que iba perdiendo el sopor al que estaba sometida cuando eran los días malos.

—¿Billie? —llamó su madre al ver que la morena parpadeaba y se movía, Trina estaba esperanzada, su hija volvía en sí.

Billie intentaba hablar, pero sentía la garganta apretada.

—No te esfuerces, Billie —pidió su progenitora, con una sonrisa en los labios. Pero la menor quería hacer que Trina le prestase atención y no se fijase en…

Cuando miró en dirección a la ventana, su musa había desaparecido.

—¿Tomie? —fue lo primero que dijo, y lo sintió como si fuese la primera vez que paladeó ese nombre en su boca. Lo sintió en la lengua, en la garganta, reptó por su pecho y se anidó ahí.

O tal vez ya llevaba ahí un tiempo antes. Incluso mucho antes de saber cuál era su nombre, conocer su nombre, existía.

—¿Cariño? ¿Quién es Tomie? ¿Un chico con el que soñaste? —preguntó extrañada Trina, pero no demasiado, lo importante es que su hija estaba con ella. No interesaba si había soñado con un muchacho, aunque era raro aquello dado que bueno, normalmente Billie tenía mujeres en su cabeza.

—Nada, nada —dijo Billie, aclarándose la voz para que sonase como una suya. Se sentía ligeramente mareada, ¿habría sido obra de su imaginación? Ella recordaba claramente haberla visto, y lo de ayer también tenía que haber sido real. Tenía que creer que sí.

—¿Quieres que te dé tus pastillas? ¿Cómo te sientes? ¿Quieres algo? —cuestionó Trina un tanto ansiosa, se alegraba de que su unigénita estuviese consciente, sin embargo, también sabía que podía recaer de un momento a otro, cosa que quería evitar.

—Supongo que debo tomarlas. Estoy… estable. Ahora quisiera estar sola, mamá.

—Sabes que no puedo dejarte sola justo ahora, Billie —sentenció Trina y Billie cedió, porque no sería justo para su madre, probablemente tampoco se lo perdonaría a sí misma si le daba otra crisis.

~

No fue sino hasta la noche en que Trina, extenuada por el día largo que había tenido, se había ido a dormir. 

Pero Billie sabía que su sueño era ligero, que si ella se ponía mal y gritaba, Trina se iba a despertar como un resorte.

Al menos durante el día había dormido, y cuando sintió ganas de rascarse hasta lacerarse la piel, se aferró a su madre e hizo la respiración de los cuatro tiempos hasta que se sintió relativamente mejor.

Sin embargo, ahora tenía que verla, tenía que hacerlo, porque debía convencerse que era real, que no era su jodida imaginación. Porque el corazón de Billie no soportaría que su musa fuera otro de esos personajes ficticios que su maldita mente creaba, los cuales la acompañaban cuando estaba sola, los que cuando uno es pequeño los llaman “amigos imaginarios”.

Así que se colocó su chaqueta y salió en dirección al mar.

Cuando se estaba en la orilla, palpó con sus dedos la arena húmeda, permitió que el aroma nocturno del agua se fundiera con el aire que respiraba y dejó que inundase sus pulmones, porque la hacía más real. 
Porque Tomie era del mar, y Billie de la tierra, entonces aquella agua oscura era como Tomie, simbolizaba a Tomie.

Solo la había visto una vez pero ya la necesitaba, porque Billie era egoísta, siempre lo era.

Y cuando su mente iba desconectándose de su cuerpo, desde las profundidades, salió Tomie, con su aleta de pez y sus pechos al aire. La rubia le sonrió, y Billie bajó de las nubes, o quizá se instaló ahí.

—Eres real —afirmó, más para sí misma.

—¿No tuvimos esta conversación antes? —preguntó sin moverse de la orilla, mirándola curiosa.

Billie se acercó a ella y le plantó un beso, uno mojado, porque Tomie lo estaba, uno que sabía a sal marina, y algo dulce que no pudo discernir, uno que se sentía suave, como sus pechos chocando contra los suyos, uno que era correspondido y muy entusiasta, aunque algo torpe.

—¿Qué fue eso? —cuestionó Tomie cuando se separaron. Y Billie recordó que ella no era humana y se sonrojó.

—Un beso —respondió. No sabiendo qué hacer ahora, le había robado su primer beso a alguien que no era de su mundo.

—Fue rico, ¿lo hacemos de nuevo? —interrogó Tomie con los ojos brillantes. Billie asintió, pero recordó algo más.

—Podemos hacerlo las veces quieras, aunque… no sé si esté bien. ¿Fuiste a verme temprano?

—Sí, te vi mal y me fui. No quería que tu madre me viera, al menos te recuperaste —soltó convencida.

—Oh… ¿por qué no te has transformado?

—Puedo hacerlo, pero ya que viniste aquí, ¿no te gustaría ver donde vivo? —Tomie la sujetó por las manos y observó expectante, y sonriente, Billie simplemente no podía negarse, así fuera comida por un tiburón o muriera por falta de aire.
—Bueno…
Bastó eso para que la de rastas la jalara contra ella y se hundiesen en el mar.

10 comentarios:

  1. AHHHHHHH!!!!!!!!!! por fin por fin!!!!!!! ya quería leer más de esto ufffff es que es tan diferente a todo lo que he leído antes, me deja sensaciones muy lindas...
    Hummm Billie wuou no sé que se siente desconectarse así tan feo pero bueno, espero que poco a poco Tomie la haga salir de ese estado...
    Me encanta la personalidad de Tomie, es tan libre, sin complicaciones...
    Y ya le andan robando besos sin saber que son siquiera XDD lol genial es cap esperaré el otro para saber como hace Tomie para que Billie no muera ahogada XDDDDD

    ResponderEliminar
  2. ahhh ya extrañaba a Tomie la sirena*w*
    aw Tomie hizo que Billie saliera de ese estado en el que se encontraba,además Billie la pensó como si fuera un ángel,aunque no lo es,para ella si xD
    Billie robando besos a Tomie XDDD y esta sin saber que eran XDDD tan lindas ellas,me pregunto como le va hacer Billie para respirar bajo agua XD ¿comerá una alga? XD (no me copié de barbie fairytopia XD o eso recuerdo que comió)
    en fin,espero el siguiente cap :3
    saludos y besos~

    ResponderEliminar
  3. Que lindo.....solo puedo decir eso...me encantó... :-)

    Ahora esperar el próximo capitulo....

    ResponderEliminar
  4. Ufff le robó su primer beso TwT Tan inocente Tomie con su: ¿Lo hacemos de nuevo? Es una monada :3 So guay, ya quiero saber como es el mundo de la sirena... Pero... Como lo hará Billie para no ahogarse? O.o

    Espero con ansías el proximo *w*
    Ah, y lo mismo con el joven hormonal y el Billobear xD Espero con muchas ganas e impaciencia el siguiente :*
    Saludos y abrazos playa~

    ResponderEliminar
  5. No se publican mis malditos comentarios hijos de su mamá ¬¬. Bleh.

    Que mal lo que le pasa a Billie :( sentirse así... no puedo ni siquiera imaginarlo, me da escalofríos :S.

    El beso fue tan tierno, me dejo toda llena de suspiros y una sonrisa idiota cunado lo leí, en la escuela me miraban raro lol. <3
    Tomie es un amor de criatura *-*... epa, ¿se la va a llevar? Que no la regrese *-* okya xD
    Muero por ver como es la casa de Tomie *_____*

    Besos Nadir, espero estes bien bella :)

    ResponderEliminar
  6. sabes es la primera ves que leo algo tan exitante que ganas de ser billie y hacer mierda todo el cuerpo de tomie XDDD :$$$
    me encanto por faa publica mas ! escribes hermoso<3

    ResponderEliminar
  7. No sé por qué, ni siquiera tiene sentido pero al leer esto las lágrimas solamente cayeron... me siento extraña.
    Ya extrañaba muchísimo leerte, y leer En Lo Profundo, sobre todo desde lo del tatuaje de Bill.
    Ya te extraño, marica u.u

    Quiero saber qué pasa. Amo el mar, esto será hermoso.

    Mi comentario corto, pero bueno. Te quiero, besitos *3*

    ResponderEliminar
  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  9. Es horrible eso que le pasa a Billie, lo sé porque yo lo he vivido.
    No sé si piensas así, pero yo prefiero estar sola cuando pasa eso, me siento peor cuando me agitan o me preguntan cosas y no puedo responderles, me hacen sentir culpable.
    Me ha gustado mucho este fic, espero que actualices pronto, catorce y en lo profundo, se agradecería.
    Escribes genial, me encanta todo lo que escribes aunque no siempre comente.

    ResponderEliminar