De nuevo, este capítulo no tenía intención de salir hasta mucho después. Tengo que escribir mis otros pendientes o explotaré. Y he tenido algo muy parecido a un bloqueo, pero no sé si se haya notado en estos días que no publiqué cosas nuevas.
Este capítulo no me convence en realidad, pero hay cosas que no pueden simplemente dejarse de lado para poner otras. Son asuntos inconclusos, que necesitan un arreglo y que mis personajes no serían ellos mismos si es que no se dieran este tipo de capítulos.
No sé si recordarán, yo no lo hacía, en Once en un momento me acuerdo que Tom decía que cómo sería hablar por teléfono con Bill, que seguro sería más fácil debido a que no habría contacto visual, y Tom se sentía muy intimidado con cómo lo veía Bill, o las caras que ponía (no hablo de algo sexual, pero daba miedo xD). Ok, en este capítulo hay una alusión a ello casi sin importancia. Sobre la canción la traducción es esta (clic). Y la pueden escuchar aquí (clic). Créanlo o no, tengo esto apuntado desde hace capítulos atrás (incluyendo la canción), como ideas sin forma e inconexas, sin embargo aquí le di forma y puse ciertos detalles.
¡Odio escribir escenas tan cortas! Lo detesto, siento que le falta algo xD. Pero en realidad no le falta nada, si le agregara algo sería relleno y NO, ya saben, solo pongo lo justo.
Perdonen si no es lo que esperaban, en serio. Vendrán tiempos mejores, con más de esta parejita y ¿alguien dijo limones?
Capítulo
20: (No)s(otros)
—Tom, cariño, ¡ya llegué! —avisó Anémona, acomodando
su bolso en el perchero, luego sacaría los papeles que tendría que hojear.
Cuando estaba dirigiéndose a la cocina, escuchó las
pisadas sobre los escalones, y vio a su hijo bajar, tallándose un ojo y en
pijamas.
—¿Por qué dormiste tan temprano, mi amor? Si estás
de vacaciones, son apenas las ocho —preguntó, lavándose las manos.
—No sé, ¿cansancio? —respondió Tom, sentándose para
acompañar a su madre a cenar. Pronto la cabeza de melena rosada hizo acto de
presencia, sonriéndole a ambos.
—Buenas noches —anunció Bell, ubicándose al lado de
Tom—. ¿Qué tal te fue, Mona?
—Bien, bien —respondió ausente, percatándose del
olor delicioso que salía de la olla que había destapado—. ¿Quién cocinó? Tom,
el disco que está en la mesa es un regalo de Andi, revísalo.
El adolescente tomó el objeto entre manos,
percatándose que solo traía una canción apuntada, estaba en inglés y los
idiomas no eran su fuerte. Luego buscaría en internet la letra.
—Tom lo hizo, es un muchacho muy hacendoso —halagó
Bell, palmeándole delicadamente el hombro. La rubia se giró en dirección a su
hijo, y le miró las manos.
—¿No te lastimaste, no? ¿De dónde sacaste esta
receta? —preguntó algo preocupada por cómo lo había preparado. Ella solo tenía
en sus libros de comida recetas de postres.
—Ehmn, ¿internet? —dijo Tom, negándose a decirle a
su madre que lo había aprendido de haber visto a Bill cocinar—. Bell me ayudó a
hacerlo.
—Oh, no te quites crédito, peque. Solo corté ciertos
ingredientes.
—¿Y qué haces buscando recetas en internet?
—cuestionó Anémona ahora con una sonrisa en el rostro, ya sintiéndose más
tranquila si Bell había usado los cuchillos.
—Pues no sé, uno encuentra muchas cosas ahí —musitó
Tom, acariciándose el cuero cabelludo. “Como historias eróticas”, pensó. Ahora
que revisaba mejor su regalo, notaba que el nombre Daft Punk le sonaba.
Anémona se sentó junto a ellos, y comió en silencio.
…
Tom puso en reproducir la única canción. Cuando la
melodía comenzaba se percató que era una guitarra, y podía reconocer esa manera
de tocar por haberlo escuchado muchas veces.
Después una voz se dejó oír, y Tom sonrió. No
comprendía la letra, y mayormente la canción era instrumental, pero lo había
hecho todo Andreas. Sintió algo caliente anidarse en su pecho, como cuando
ambos eran niños y Andi le regalaba un dibujo hecho con sus crayones, y él lo
apreciaba, porque su mejor amigo no solía regalar sus dibujos.
Andreas tampoco solía tocar la guitarra para
cualquiera, mucho menos cantar.
Averiguaría la letra luego. Apretó la opción para
que siguiese sonando y le bajó un poco el volumen.
Había dormido mucho, pero es que ese día no tenía
nada que hacer, y no vería a Bill, así que decidió tomar una siesta. Sin
embargo, ahora que se había levantado no podría dormir hasta más tarde.
Pensó que podría entrar a su computadora y jugar en
rato, luego mordió su labio, sintiendo su perforación, hacia tres días que no
veía a Bill. Él tenía que cuidar a Lilith y Tim, porque estaban en vacaciones así
que casi no recibían la visita de su niñero, aparte que Dunja tuvo que salir.
Tom prefirió darle tiempo, por más que Lilith lo adoraba y, según el mensaje
que le envió Bill, lo extrañaba porque no tenía con quién jugar a las muñecas.
Bill lo había molestado por mensajes diciendo que
era una niñita. Tom ni se había tomado la paciencia de explicarle que jugar a
las muñecas, por más de niñas que se viera, era una forma algo interesante de
crear historias, como cuentos, en donde Lilith decidía cómo se desencadenaría
todo. Claro, que siendo una infante
de casi siete años pues sus ideas a veces
no eran coherentes, o al menos no a primera vista.
Llamaría a Bill.
Decidido, cogió su celular, apretando marcación
rápida para que la sonrisa boba de Bill apareciera en su pantalla. Era una foto
algo reciente, tomaba por sorpresa, le gustaba hacerle fotos cuando no se
percataba.
Solía captar miradas a la nada, cuando sus ojos se desviaban por su
estrabismo levemente, en un segundo que era casi imperceptible, cuando le
brillaban al verlo, cuando hacía caras graciosas o se enojaba. Bill solía
sentarse a horcajadas sobre él y también le tomaba fotografías, en venganza,
según sus palabras. Su novio era tan tonto.
…
Bill estaba peleándose con el mouse táctil de la laptop
de su madre, tampoco podía maltratar a la máquina, con esa advertencia se la había prestado para que completase su formulario virtual.
Había aprovechado su tiempo libre para ir a aquella
universidad, le habían dicho que después de pagar en el banco para su prueba de
admisión, tenía que rellenar un formulario con el número de cuenta, y de ahí
comprar los materiales que le darían en su lista virtual.
Era una prueba de veinte días a partir de mañana,
donde tendría que hacer diariamente dibujos, uno a lápiz, simple como monigote,
prácticamente estructura pura, el siguiente era uno con sombreado, el último a
colores. Todos los días tendría que dibujar y almacenar sus trabajos, para al
final de los veinte días presentarlos.
Solo que en verdad se estaba exasperando con la
laptop, él prefería las PC, con su jodido mouse que era más fácil de manejar. Se
amarró el cabello, acomodándose mejor en su cama, había conseguido llenar otro
recuadro cuando su celular sonó. Dio un bote y luego lo agarró, percatándose que
era Once.
—Aquí Bill. ¿Qué hubo? —saludó, ubicando su móvil
entre su hombro y su oreja.
—Hola, nada,
solo quería escucharte —soltó Tom, jugando con sus dedos.
—Uhmn, ¿extrañándome, uh? —afirmaba Bill más que
preguntar, sonriendo porque sabía que era cierto, y él también lo extrañaba.
—Sí, como no
tienes idea. ¿Qué haces? —interrogó mirándose una rasta. La música seguía
sonando.
—Rellenando un formulario de mierda. ¿Estás
escuchando Daft Punk? ¿Y ese milagro? —preguntó Bill, bizqueando cuando bajó un
poco la página para seguir apuntando sus datos.
—Uhmn, es un
regalo que me hizo Andi —respondió
Tom.
—Oh, ya me fijé que esa voz es suya. Menuda canción
escogió ‘Something about us’, ¿será
su muestra de rendición por fin? —sugirió Bill, intentando calmarse tensando y
luego relajando sus dedos. No le serviría de nada enojarse con Once.
—No entiendo.
—Tom frunció el ceño.
—La letra… olvídalo.
—Oh, vamos,
dímelo —pidió Tom, no entendía a qué rendición se refería, y mucho menos la
letra de la canción.
—Deberías aprender inglés, ¿no había audios de esas
lecturas eróticas que veías el otro día? Porque deben haber historias en inglés
también. Me imagino cómo gemirían, y como la mayoría de autoras son tías lo
harían de manera escandalosa, tipo porno —bromeó Bill.
—Ugh, ya no
estoy leyendo esas historias, Bill —se quejó.
—Lo sé, pero no quita lo chistoso que fue
encontrarlo en tu historial —chanceó, para luego soltar gemidos escandalosos,
en una voz más aguda, como si fuera mujer. Tom rodó los ojos y bufó.
—Tú no gimes así,
te he oído —acotó.
—¡Bill, bájale el volumen a esa cosa! ¡Y me imagino
que si estás viendo esas tonterías es porque habrás terminado tu formulario,
¿no?! ¡Pobre de ti que llenes de virus a mi laptop, Bill! ¡Te haré pagar el
antivirus! —Se escuchó del otro lado, Tom se extrañó porque nunca había oído a
esa mujer, supuso que sería la madre de Bill.
—¡Simone, no estoy viendo porno, estoy gimiendo para
mi novio por teléfono! —Se defendió Bill, alejando un poco su móvil para que no
se oyera demasiado. Tom quiso que se lo tragara la tierra, dándose un golpe en
la frente por la excusa, que sonaba peor.
—¿Que Simone ni qué Simone? Soy tu madre carajo,
¡así que me dices mamá, no seas
irrespetuoso! —terminó por decir Simone.
—¡Bill! ¿Por
qué le dijiste eso a tu mamá? ¡¿Qué pensará de mí?! —bramó apesadumbrado
Tom.
—Nah, tú tranquilo, Once. Verás que su impresión
cambiará cuando te vea, eres un muchachito ejemplar —soltó con retintín.
—Hablo en
serio, Bill.
—Yo también, eres un chico sano, estás en la escuela
con buenas notas según me han contado, también que te haces el graciosillo de
la clase, estás muy guapo y eres inocente. Mi madre te adorará, tanto que igual
y te aconseje que termines conmigo porque soy muy estúpido —farfulló Bill,
dándole una repasada a todo para fijarse si no se había equivocado en algo.
—No pienses
así, Bill. ¿Y quién te ha contado eso? —Tom en la escuela solía hacer
bromas, no de forma burlesca hacia los
profesores, tampoco faltándoles el respeto, simplemente para encajar en su
aula, eso y decir que salía con chicas y les tocaba sus gigantescos pechos.
Siempre se valía exagerar, por algo había besado a
Heissel, y él rogaba que ella se hubiese
olvidado de ese beso. “Mucha baba, mucha lengua, mucho aliento, mucho perfume
de chica” había pensado, pero en realidad se resumía a que Heissel era muy “no
Bill”, muy “no hombre”.
—Mis amigos…
—Bill, tus
amigos son Georg y Gustav, por lo demás no sé qué otros amigos pudieras tener
—contradijo Tom.
—Ok, es que Dunja se encontró con unos colegas y
pues a veces se comentan de sus alumnos y mencionaron al “lindo chico de las
rastas” que estudia en la mañana. Supe que eras tú por lo de ‘lindo’. —La sola
idea de que alguno de sus maestros se refiriese a él como “lindo” lo
perturbaba.
Bill observó satisfecho su formulario, vio la hora
en el reloj virtual, quedaba tiempo. Presionó ‘enviar’ y sonrió.
—¿Qué más
dijeron?
—Pues nada, que podrías ser uno de los mejores si te
esforzases más. Que hablabas con la gente pero no parece que tuvieses muchos
amigos, que dibujas mucho y lees bastante. Típicas cosas que dicen los maestros
—restó importancia Bill chasqueando la lengua.
“Nada peligroso”, caviló Tom, considerando que
tendría que ser sincero en la escuela, y así como Andi, decir que es gay sin
temor a las represalias. Había podido enfrentarse a sus padres, a sus tíos,
esto debería ser pan comido.
El problema es que Andreas tenía que soportar las
numerosas bromitas alusivas, y que le estuviesen picando muchas veces la parte
trasera cuando menos lo notase, o que le gritasen y silbasen cuando se metía
algo a la boca.
Aunque su mejor amigo solía ser menos pasivo que él,
y les gritaba o empujaba, con esa forma tan suya de hablar, haciéndose el
dramático. A los golpes sí había llegado en algunas ocasiones, aunque nada grave,
nada que un “le diré a mi hermano” no arreglase. Andreas por eso se había
ejercitado junto con Georg, y si bien no sabía dar golpes certeros, por lo
menos algunos se sentía un tanto intimidado porque no era el niñito escuálido
de antes. Pero siempre solía burlarse de los otros, a diferencia de Tom.
Tom empujaba y les gritaba, pero no lo suficiente,
no a tiempo. Prefería no buscar pleitos y fingir ser algo que no era, hacer
bromas para quitar la atención que podría atraer, hablarle a la gente aunque no
quisiera hacerlo, tomar una actitud que no era suya.
—¿Podré verte
mañana? —preguntó esperanzado Tom, decidiendo que se preocuparía de lo
demás una vez que hubiese comenzado las clases.
—Iré un rato, pero solo un rato, es que temprano tengo que comprar mis materiales, y
luego te iré a ver. Solo un rato,
Once, sé que luego me olvido la hora, y nos ‘distraemos’ bastante. Mañana es mi
cumpleaños, y ya quedé con mi madre de estar viendo películas y otras tonterías
madre e hijo —explicó Bill, dejando la laptop a un lado.
—¿Mañana es tu
cumpleaños? ¿Y me lo dices recién hoy? ¿Por qué eres así de idiota, Bill? ¡Y yo
no tengo nada preparado! —exclamó Tom, ahora sintiéndose atormentado por no
tener un regalo. Bill nunca había pasado un cumpleaños junto a él, no le había
dado regalos precisamente para esas fechas, sin embargo, era algo especial y le
parecía desconsiderado no tenerle listo nada.
—Hey, heeeey, tranquilo, rubio. No te desesperes, no
estoy diciéndotelo para que me tengas un regalo o algo preparado. Solo para que
comprendas que si no me quedaré contigo a ver películas, leer libros, o
besuquearnos es porque no tendré tiempo, ¿ok? Pero igual quiero verte, no es lo
mismo mirar tus fotos mientras me la jalo que observarte en vivo y en directo
cuando, ¿sabes? —molestó Bill. Tom se sonrojó, imaginándose claramente la
expresión de lascivia que habría puesto su novio al decirlo.
“Ingenuo de mí cuando pensé que sería menos incómodo
hablar por teléfono con Bill, cuando es evidente que logra ponerme nervioso
incluso sin mirarme”, pensó.
—No debería
saber eso.
—Deberías sentirte halagado, mis pajas están hechas
a tu nombre, Once. ¡Te soy fiel hasta en las pajas! —bromeó de nuevo, soltando
esa risa contagiosa y estridente que tenía, estirándose un poco más en su cama.
—¡Ugh, ya! Te
cuelgo solo porque tengo que hacer algo, lo que sea para darte, no importa que
no te quedes mucho tiempo. Y ojo, Kaulitz, si bien mañana estarás con tu mamá,
pasado mañana no, entonces ese día serás mío. Exclusivamente mío, que no te he
visto y te extraño mucho —hizo un puchero a sabiendas de que nadie lo
vería—. También quiero que por estas
fechas me presentes a tu mamá, para quitarle esa pésima impresión que debe
tener de mí.
—Cuando actúas todo mandón y en plan “novio
obsesivo” me pones malo, Once, muuuy malo —mencionó con la voz ronca y sonando
en un tono más bajo. La reacción de Tom frente a aquel estímulo fue
estremecerse y que sus latidos intentaran romperle el pecho.
Era como un reflejo condicionado, como los de los
perros de Pávlov, en donde el sonido de las palabras de Bill de esa forma le indicaba que evidentemente su
novio estaba excitándose, y lo podía aseverar porque de esa misma forma le hablaba en sus momentos de
intimidad.
Y en efecto, el moreno estaba excitado, no porque
fuese un mocoso hormonal con problemas de eyaculación precoz ni tampoco que se
calentara con cualquier cosa, y mira que él sabía lo que era tener que
conseguir excitación de algún lugar cuando tenía
que follar todos los días. Sino que Once, su
Once, poseía esa habilidad de volverlo loco con minucias. Tanto con palabras,
como con pequeñas caricias, y él lo disfrutaba con sinceridad, en especial
cuando estaba en la escuela militar y solo podía escucharlo una vez a la
semana, Once lo mantenía cuerdo en ese maldito manicomio.
Ahora era diferente, seguía provocándolo, pero tenía
recuerdos, de su rostro descompuesto cuando alcanzaba su orgasmo, del olor que
desprendía, de su sabor, lo ruidoso que podía llegar a ser, todo se almacenaba
en su cabeza. El que se pusiese demandante le hacía pensar en definitiva en
aquella mordida sorpresiva a su cuello, o en cómo se enojaba y le reclamaba,
sentando sobre sus piernas y dándole golpes débiles sobre su pecho, Bill no
podía tomarse demasiado en serio un reclamo cuando lo tenía sobre sí mismo,
dando leves botes.
Claro, que no se lo mencionaría.
—Te-engo que
colgar —señaló Tom, temiendo que sonase como crío en pleno cambio de voz.
—¿Ahora sí te tocarás pensando en mí? —cuestionó
Bill en tono conspirativo, pero su respuesta fue el sonido de la línea debido a
que Tom había cumplido su palabra.
Bill sonrió.
…
—Mamá —dijo
Tom, tras la puerta de su madre. Y Anémona reconocía ese tono meloso, el cual siempre era empleado por su hijo
cuando quería algo.
Dejó las hojas en su mesita de noche, y se quitó sus
gafas de lectura.
—Pasa, Tom —instó.
El de rastas ingresó a su habitación, llevaba una
gorra que guardaba sus rastas, y jugaba con su playera de pijama, tenía una sonrisa nerviosa dibujada en
los labios, y no podía mantenerle la mirada.
—Uhmn, quería saber si dejabas que cocinase un
pastel para un amigo, porque mañana es su cumpleaños y lo recordé recién y no
tengo nada listo —pidió permiso Tom, lamiéndose los labios para evitar
mordérselos.
No era tan tarde, apenas eran se acercaban a las diez de la noche,
pero para cocinar era otro cantar.
Anémona frunció el ceño, palmeando a un lado
de su cama para que Tom se sentara.
—¿Pero por qué tan tarde? ¿No puedes hacerlo mañana?
Con ayuda de Bell, claro —ofreció Anémona.
—Es que mi amigo vendrá temprano, tiene cosas que
hacer y por eso solo vendrá y lo saludaré, daré el pastel y ya. ¿Por favor,
mamá? Hay de todo en la refrigeradora, di que síi, anda —rogó Tom, poniendo
ojitos de cachorro apaleado y haciendo sobresaliente su labio inferior, del
tipo de manipulación que la mayoría de los hijos le hace a sus padres por más
grandes que estuviesen.
Anémona se lo pensó, estando consciente que su hijo
haría ruido y mañana tendría que trabajar, entonces debería ponerse los tapones
para oídos y tomarse un par de aspirinas. Suspiró.
—Pero pídele ayuda a Bell, creo que está oyendo
música hasta acá se escucha. Cuidado cuando uses la licuadora, Tom, puedes
lastimarte. ¡Y el horno también, eh! No quiero que te quemes, te debes poner tu
mandil y guantes de cocina. ¡Corta todo con precaución! —advirtió Anémona, con
mirada de circunstancia. Tom asintió a todo, sonriente—. Y, ¿quién es ese
amigo? Porque Andreas ya cumplió años a principio del año.
—Kristoffer, te conté sobre él. Normalmente se sienta
conmigo cuando nos toca el Plan Lector, esa que es opcional y la única clase
que no llevo con Andi —explicó Tom, en realidad no era ‘tan amigo’ de
Kristoffer, solo charlaban sobre los libros que les habían tocado y en ocasiones
él le había preguntado sobre Andreas, pensando que su mejor amigo tenía
problemas por comportarse así con el resto, o si era verdad su homosexualidad.
Tom se limitaba a responder poco, porque prefería que se acercase él y se lo
cuestionase.
Al menos ese chico, después de que se lo hubiese
interrogado, tenía claro que Andreas no tenía problemas, era un muchacho normal
y que sí, era gay. “No es nada malo que Andreas sea gay”, le había respondido
Kristoffer.
Pero no eran amigos, mucho menos cercanos. Le
parecía un tanto cruel usarlo de excusa, en especial si no tenía ni idea de
cuándo cumplía años su compañero. Se dio ánimos internamente.
—¿En serio?¿Y por qué mejor no lo visitas? Si
quieres te doy dinero para que le compres un regalo.
—Él estará ocupado y por eso no puedo visitarlo,
dijo que se pasaría por aquí un rato, mamáaa, ya tengo que ir a cocinar. ¿Ok? —avisó
Tom, dejándole un beso en su mejilla y saliendo del cuarto presuroso, dejando
la puerta cerrada para evitar que le llamasen la atención.
Anémona negó con la cabeza, sin evitar sonreír.
…
—No sé por qué
te contesté —respondió Andreas, mirando al techo de su habitación.
—Es porque me amas —bromeó Tom.
—No seas
estúpido, Tom. Eso no es divertido ahora.
—Lo siento, no era mi intención —se disculpó Tom,
percatándose que ese tipo de juegos no podía emplearlos con su mejor amigo
ahora—. Pero me entiendes, te llamé para agradecerte el regalo. No entiendo
inglés y eso, pero sé que si lo hiciste es porque te importo. Lamento no
haberte invitado a mi cumpleaños. ¡Es que estaba tan enojado con tus jodidas
bromas, Andi!
—No todo eran
bromas, pero ya, no interesa. El regalo te lo dejé hace días, cuando el… ‘tu novio’ —soltó con dificultad. Tom
recordó que era el día en que habían visto a sus tíos, y que al regresar habían
tenido su primera experiencia más íntima, manchando ambos pantalones con semen
y teniendo que prestarle a Bill sus vaqueros— salió de tu casa por la ventana usando tus pantalones. No me sorprende
que recién lo vieras, deberían revisar su maldito correo seguido. Y si no has
visto la letra, ugh, léela y luego me hablas.
—¿Qué dice la letra, Andreas? ¿Ya no quieres hablar
conmigo? ¿Quieres alejarte de mí? Si es sobre eso, Andi, no me jodas, iré a tu
casa y te molestaré. Tú dijiste que nunca dejaríamos de ser mejores amigos —reclamó
Tom, mezclando la masa del pastel con mayor fuerza.
—¡Sin embargo,
quien me está dejando de lado por su pareja es otro!
—No, tampoco me hagas elegir, no lo haré. Sabes que
lo que tengo con Bill es especial, ni deberíamos hablar esto por teléfono. Te
amo, Andi, pero como amigo, como mejor amigo. Aparte tú nunca me dijiste nada
antes, fue difícil tener que lidiar con que me besaras y ya, como si no sé…
—Si Bill no
hubiera estado probablemente las cosas habrían sido diferentes —comentó
Andreas, rascándose la mejilla.
—No sé —se limitó a decir Tom, en realidad no se
había imaginado con otro chico que no fuera Bill. Andreas no despertaba esa
clase de interés en él.
—¿Entonces
leerás la letra? No dice cosas hirientes, y no quiero que te alejes, pero debes
leerla. Lo demás lo dejo a tu juicio.
Algo se asentó en su boca del estómago, se despidió
a Andreas con la promesa de que leería la letra, notando que Bill también había
hablado sobre ella sin especificarle nada. Tendría que investigar luego.
Siguió en lo suyo. No había pedido ayuda a Bell,
porque cuando entró a su cuarto, sin querer puesto que tocaba la puerta y esta
se abrió, la encontró durmiendo, apagó su reproductor de música y la arropó.
Tom solo quería que todo fuese como antes, que las
cosas no fuesen tan complicadas, que de la noche a la mañana Andreas pudiese
olvidar lo de quererlo como a un novio, que pudiesen jugar videojuegos, ver
malas películas de terror o simplemente hablar estupideces como antes.
Incluso quería poder pasar un rato con ambos, con
Bill y Andreas, sin embargo, también estaba consciente de que eso era
improbable dado que ninguno de los dos se toleraba. Era básicamente como
intentar que un perro con un gato se llevasen bien, aunque él no había tenido
mascotas nunca, y tampoco sabría decir con exactitud quién sería el gato o el
perro si se ponía a pensar en ello, pero en los dibujos animados mostraban
siempre que los perros y gatos no podían ser amigos.
“A menos que fuese Krazy Kat y el Oficial Pupp,
porque Krazy era un gato y el Oficial un perro, y creo que él estaba enamorado
de Krazy”, caviló en alusión a ese cómic que había leído en una ocasión, sin
contar que lo había visto un par de veces en la televisión.
Pensando en ello, y comiendo algunas galletas,
intentó mantenerse despierto debido a que la receta que había elegido lo
mantendría bastante tiempo en la cocina.
…
Bill puso su almohada en su cabeza, era demasiado
temprano para recibir llamadas, en especial cuando nadie lo hacía por su
cumpleaños. Sintió la tentación de querer lanzar su móvil hacia el otro extremo
de la habitación, pero al tenerlo en sus manos notó que ese número no lo tenía
en su agenda.
Si la gente quería mosquearlo a esa hora, pues
estaba dispuesto a mandarlos al demonio.
—Aquí Bill, ¿quién putas por allá? —soltó enojado,
con la voz pastosa.
—Sé que hoy es
tu cumpleaños, y estuve tomando unas botellas a tu salud, mocoso malcriado.
—Reconoció esa forma de hablar, y colgó.
Se estiró y controló su respiración, él no debía
tener miedo, no cuando podía responderle a los golpes si intentaba pegarle de
nuevo. ¿Para qué diablos le llamaba? ¿Para incordiarlo? No es como si se
preocupase en ser un buen progenitor. Para Bill su padre estaba muerto.
Miró su aparato, de fondo de pantalla tenía una foto
de Once, sonrió y decidió apagarlo, por si se le ocurría llamar de nuevo.
Ya podía escuchar los pasos de su madre en la
cocina, evidente señal de que no podía dormirse otra vez.
Soltó un suspiro
dramático, y se levantó de su cama. Sería un día algo pesado, y él solo quería
encerrarse con su novio a dormir, simplemente estar uno al lado de otro
haciendo cucharita, algo medio cursi y absurdo, pero era su verdadero deseo.
No obstante, tenía que comprar materiales, solo
poder ver a su rubio de rastas un rato y luego pasar tiempo con su madre. Él no
olvidaba, sabía que su progenitora la había cagado, pero tampoco podía odiarla, no cuando ella lo necesitaba.
Sabía que también irían a inscribirla a Alcohólicos Anónimos, tras comprar los implementos y Bill solo quería que Simone estuviese
bien.
Se talló los ojos, y se dirigió al baño, seguía
pensando que sería un día pesado.
Awww, qué bello. Ahora leeré la letra y escucharé la canción <3 <3
ResponderEliminarMe gustó mucho... No sé porqué creíste que no lo valía! C: Me encantó.
Es bonito despertar y ver que escribiste, pero mejor aún poder leerlo :3
ResponderEliminarApoyo a el comentario de arriba, es MUY bueno el capítulo, me gusta mucho como escribes y este capítulo estuvo muy lindo.
Ahora me pregunto que va a pensar Tom cuando conozca la letra de la canción... no se, hay muchas cosas en que pensar xD
Gracias por el capítulo C:
cierto, hay cosas que se tienen que cerrar ya, terminar con ciclos, para poder avanzar. Estoy entendiendo que Andreas (tal como mencionó Bill) ya se resigno a que no puede tener a Tom como pareja, pero claro los sentimientos no se pueden borrar de la noche a la mañana y en él, seguirá ese enamoramiento hacia Tom, Es una pena, porque Tom nunca lo verá como algo más que su mejor amigo. El rubiecito, no lo trago por completo todavía, pero me ayudaría si le buscas un novio, ¡sí, eso Nadir búscale un novio a andreas!.
ResponderEliminarQué bueno que Bill está pensando en su futuro y estoy segura que se quedara en la universidad, eso me alegro bastante. Y se nos viene su cumple y aunque cómo bien lo dijo la pasará con su mamá, yo quiero saber qué tal la pasaran al siguiente día porque Tom ya le pidió ese día solo para ellos dos... oh dios! aparte del pastel ¿Tom le dará otro tipo de "regalo" a Bill?.
Tom, me sorprende, cada vez más activo en su relación y espero muestre un carácter mas determinante ante todos o situaciones que se le planten,
Hago mención a lo siguiente:
Frases célebres de Bill:
—¡Simone, no estoy viendo porno, estoy gimiendo para mi novio por teléfono!
—Deberías sentirte halagado, mis pajas están hechas a tu nombre, Once. ¡Te soy fiel hasta en las pajas!
¡Te soy fiel hasta en las pajas!, jajajajajaja, ese Bill, es todo un espectáculo ese chico.
¿limones?, naaaah, yo quiero naranjas, previos,juegos,leer hasta saber cuánto "aguantan" los personajes por culminar físicamente su amor, porque cuando se de ese momento, uffff, no sé creo que será muy especial para los dos,
Oye, y no te preocupes Nadir, escribe lo que quieras, Catorce (preferentemente) u otro fic, con gusto lo esperamos!
Besotes, Adriana.
ohhh Tom! *o* amo a Once! es tan lahfhadljahgahhhld y Bill awwwwwww me gusta como las cosas van tomando rumbo! Andy me cae mucho mejor ya hasta lo aprecio un poco, fue un capi muy relax muy tranquilo pero entretenido a mi parecer con mucho contenido! me encanto! ya quiero leer el siguiente! *o* saludos!!!! :)
ResponderEliminarAw >w< esta muy bueno el capítulo!
ResponderEliminarme encanto su comunicación por teléfono
y más cuando Bill empezó a gemir y Simone pensaba que estaba viendo porno LOL
" —¡Simone, no estoy viendo porno, estoy gimiendo para mi novio por teléfono!"
LOL Bill es todo un loquillo y Tom todo preocupado por lo que pensará su suegra*cofcofcof* Simone.
También cuando Bill dice que se hace las pajas en su honor!
"—Deberías sentirte halagado, mis pajas están hechas a tu nombre, Once. ¡Te soy fiel hasta en las pajas!"
Eso si se lo creo,le es fiel a su niño hasta en las pajas. :')
Oh Tom! que diga eso de que "entonces ese día seras mío" o "exclusivamente mío" es sacar su lado novio posesivo y lo más es que pone muy mal a Bill con eso XD
Aw Tom le hará un pastel a Bill,es muy tierno y lindo de su parte!
Andy,empiezo a apreciarte y no se porque(? es porque eres lindo,quizás xd
La verdad fue un capi tranquilo y lindo,muy bueno la verdad!
espero ansiosa el próximo! *w*
Saludos y besos! :3
Ahh qué bonito es leer cosas así, relajadas y felices y ahhhhh, me encanta Catorce <3 y me encanta Tom, me gusta que se ponga más posesivo y que defienda lo que es de él :') Cómo ha crecido *se seca una lagrimita* jajajaja xD Quiero, quiero que sea el cumple de Bill ahora YA! :BB tengo nervios jaja xdd me ponen nerviosa los cumpleaños u.u
ResponderEliminarEstoy casi segura que Bill logrará entrar a la Uni *.* aún recuerdo el dibujo que le "arregló" a Tom de Freddy :O y tiene talento...
Me dio penita por Andreas u.u qué difícil cerrar una etapa, sobretodo rendirse ante alguien que nunca te corresponderá (no es rendirse, es que no encuentro la palabra correcta, no sé si me entiendes xd) u.u pero vamos... que todo se supera :D aquí me ves jajaja xd
En serio, me alegraste el día que había empezado mal :) Un abrazo gigantote <3
Fue una gran sorpresa despertar y ver el enlace, no me esperaba que actualizaras tan pronto (máxime habiendo subido el "20 falso" hace muy poco.
ResponderEliminarNo lo encontré corto, quizá pasaron pocas cosas pero me gustó esa especie de viñeta con los chicos al teléfono. Me imaginé a Once sonrojado y jalándose de la bandana hasta cubrir sus ojos cuando Bill le dijo que se pajeaba en su honor XDD
No fue una llamada porno pero me gustó mucho, en especial cuando Once se dio cuenta que no necesitaba tener a Bill enfrente para que se pusiera nervioso, (porque a Bill le pasa lo mismo)
Puse el tema de fondo mientras leía (y estuve tentada de quedarme viendo el video porque... bueno, cosas que otro día te explico) lo que sí, aun no he leído la letra, no quería perder el hilo del comentario.
Estoy realmente feliz de que Bill se haya decidido y por fin inicie el curso de arte, sé que le irá bien en las pruebas porque tiene talento (pese a que siempre esté renegando de eso). Me dio risa su forma de aclarar las cosas cuando Simone pensó que estaba viendo porno en su lap, XDD.
Ya quiero ver cuando Once conozca a su suegra, será una gran sorpresa para ella ya que imagino que lo que tiene en mente es cualquier cosa menos al dulce de Once. No creo que intente alejarlo de Bill, es más, hasta puede que se de cuenta que él ha resultado una buena influencia para Bill.
Gracias por esta linda sorpresa, ha sido una agradable manera de empezar el día, luego que el acto del día del trabajo se metiera en mi sueño a media mañana. ¬¬
BXS!
Haru.
Al menos ya sé que puede que venga luego, esos detallitos me dan pistas. Me encantó el cap, fue muy rápido-como me gusta-.
ResponderEliminarSaludos! K.
Oh gott *-* Cumpleaños del Billobear *-* Habrá pastel :3 Pero yo quiero saber qué pasará pasado mañana -w- Yo también amo esa actitud demandante en Towi, le sale lo hombre xDD Y este que se calienta con cualquier cosa que Tom haga o diga -3- Pinche Bill xDD
ResponderEliminarTú y tu "no me quedó bien", siempre que lo dices resulta todo lo contrario, te quedan geniales :3 Como todo lo que escribes.
Ahora solo me dejas con mas ansias -.- ahahaha.
Ya te dije, amo las actitudes de ambos, se me hacen tan *w* Y como va avanzando su relación igual, me matan TwT
Sí, recuerdo l capitulo donde Tom menciona eso -w-
Odio querer decir tantas cosas pero no encontrar la manera de hacerlo e_é Ni pena xD
Gracias por avisar y nos leemos en el siguiente. Se te aprecia mucho. Cuídate. Saludos y besos ;*
Después de leer el capitulo pasado (el falso) ya no puedo juzgar a Anémona ni su comportamiento de sobreprotección a Tom, la entiendo digo yo soy madre, por otro lado me alegro mucho de que Bill ya piense mas en su futuro y también en ser menos rencoroso con Simone ellos se necesitan mutuamente.
ResponderEliminarNo sé si nadie escuchó la canción antes de leer. La escuché durante todo el capítulo después de leerla, y lloré interna(y externa)mente todo el capítulo (y aún). Sólo quiero saber cuándo vas a hacer feliz a Andy.
ResponderEliminarSabes que no me gusta mucho su forma de ser, quizá por obstinado y porque no quiere ver (aunque ya lo sabe) que lo Tom con Bill es especial, y que si no fuera por Bill, Tom quizá se hubiera vuelto asexual en lugar de homosexual o una mierda así; o hubiera terminado casado con una mujer horrenda y teniendo hijos malcriados. No me gusta mucho su forma de ser en ese sentido y en que es un cabrón, pero también sabes que estoy segura de que se parece a Bill por completo, no son sólo pequeñas cosas, las pequeñas cosas son las que los hacen diferentes, no las que los hacen iguales, las que los hacen iguales son grandes, grandes cosas.
También sabes que culpo de gran parte de la psicología de tu fic a los adultos, porque es una historia de niños y los niños necesitan instrucción, y son los adultos los que definen gran parte de la vida de un niño, y aquí hay niños muy marcados en muchos sentidos (y otros como Georg, que han decidido ser ellos mismos porque nada les ayuda más y están decididos a ser felices a costa del mundo entero, sin necesidad de llevárselos entre las patas).
También siento que este capítulo dice mucho más de lo que crees que se nota que dice; no es sólo que Andy ame a Tom, es que quiere que sea feliz, pero quiere ser él quien lo haga feliz y le frustra no poder hacerlo. Dime cuándo vas a hacer feliz a Andy, él tiene que ser amado por alguien para que pueda entender cosas que todavía no ve porque está demasiado ocupado detestando a Bill; sólo dime cuándo lo vas a hacer feliz y con quien y te juro que te haré un regalo.
Ahora, otra de las razones por las que lloro es porque no es justo que sienta en el corazón cómo ellos van creciendo paso a paso y que pueda sentir cada detalle que deja traslucir la madurez que antes no estaba ahí. No es justo. Pero gracias. Esa canción es perfecta.
Wuooooooooo~ Encontré Once en Amor Yaoi, mientras leía encontré tu blog, y en menos de una semana he leído todas las historias publicadas. Soy una fiel adicta a tus historias en este momento (: espero con ansias el próximo cap. (de la historia que sea)~
ResponderEliminarHi nena, no se porque eres tan insegura si escribes genial, awww me encanto el capitulo, la llamada te quedo bastante divertida, jiji me mataste con el momento en que Simone le grita a Bill y lo que este le contesta, jiji y las reacciones de Tom <3<3, amo tu fic y me encanta todo el coqueteo y el juego previo, concuerdo con las chicas que después de haber leído el capitulo anterior entiendo la actitud de Anemona; en cuanto a Andreas, como que le tengo muy mala leche pero por el bien de Tom espero que encuentre un punto medio con su amistad, me encanta tu fic y ya quiero ver lo que pasa en el siguiente capi con el cumple de Bill, por cierto me encanto la idea de que entre a la Uni.
ResponderEliminarsuerte linda;)
Luzbell
¡Lo sabía, joder! ¡Lo sabía! Esa canción obviamente indicaba que había sido enviada por Andreas. Pinche Once, no seas haragán y ve la puta letra, ¡ya! xDDD. Me siento mal por Andreas, en realidad lo ama desde hace mucho y pues por más que quiera, jamás va a ser .-.
ResponderEliminarTal vez sientas que este capítulo estuvo muy bleh, pero no, me gustó mucho.
Maldito Gordon, tuvo que cagar el día desde temprano. Pero bueno, ojalá ya no aparezca xD. Y pues Simone, ojalá se recupere y así, sería genial que ella y Bill se llevasen bien.
Sería todo un caso si Tom sale del clóset en la escuela, todos lo joderían. Pero al menos siento que tomaría un poco de fuerza, ya que a Andreas también lo molestan por eso, no estaría solo en esa ''lucha''.
Quiero que sean amigos de nuevo ;-;
Sigo pensando en la canción. Me gustó mucho. Lo dice todo.
Pues ya no recuerdo lo demás que iba a decir, como siempre :yaoming:
Te quiero, gei. Besitos y codasones geis *3* <3
Jelouuuu!!
ResponderEliminarHoy depues de varios intentos fallidos para leer por fin lo logre, no fue facil y me tomo todo el dia y no es poque lea muy lento sino porque lei un ratito y me hiba a hacer otras cosas y así, pero lo termine.
Ahora que si te soy bien sincera lo primero que escribias antes de cada capitulo me lo brinque jeje pero te prometo lo leere en un chance que tenga, esque neta mis tiempos frente a la compu son limitados pero si mencione que ya lei todo??
Está wueno este asunto, me he divertido mucho pones a un Tom todo mojigato es genial, y bueno Bill de inchapelotas pufff mujer mis respetos. mira que al final me andaba confundiendo con los capitulos falsos y verdaderos pero despues de mandar a dormir a mi cachorra y a mi mareado ya con calma volvi a leer y vuala ya entendi! o al menos creo haber entendido.
Bueno aqui dejo mi comentario porque me dije "deja coment no vaya a ser que la morra se awite" esperemos que eso no pase verdad??
saludos desde mi casa,tu casa si gustas? y pues nos leemos en el proximo
GENIAL ame el capitulo y la letra de la cancion demonios pero andy debe comprender que tomi quiere a bill y viceversa aa esperare el capitulo siguiente con muchas ansias
ResponderEliminarLlevo horas leyendo todos los capítulos que has escrito, desde el principio, tanto que tengo los ojos rojos y escueceen >.<
ResponderEliminarMe encanta!!! Espero que sigas escribiendo pronto :)
¡Hoolaa!
ResponderEliminarComo vez soy nuevita por aqui y dejame decirte que me encanta tu Fic, es... EXCELENTE. La trama, las actitudes de los personajes, la forma de desenvolverse la historia y sobre todo como escribes, escribes genial.
Llevo dias leyendo tu fin, desde Once, hasta me he transnochado hasta que mi mama me jala las orejas jejeje peo todo a valido la pena n_n
Amo a el Bill de este fic, sobre todo cuando jode a Tom, me orino de la risa, y Tom, escondenadamente adorache hasta el punto de comertelo.
Mis felicidades, has hecho un estupendo trabajo y no aguanto las ancias para leer el sgte capitulo.
Amo tu Fic, besos.
PD: Perdon si no hay tildes, el maldito teclado esta jodiendo ultimamente.