Capítulo
2
Les sonreía, y ya los tenía bajo su encanto, les
ronroneaba, y todos—sin importar su especie— caían rendidos frente a Bill.
Su pelaje era oscuro, de un brillante negro que contrastaba
notoriamente con lo blancuzco de su cara. Sus ojos brillantes seducían a las
personas y, al dilatarse, hacían que se derritieran de ternura.
A pesar de ello. Esta noche Bill no había conseguido
que le brindasen posada. Al parecer, algo había sucedido con una de las familias
del lugar y todos estaban centrando su atención en ello, pasando olímpicamente
de sus encantos.
Sin embargo, él era un gato salvaje, y estaba
preparado para este tipo de situaciones. Así que dormiría en el campo, sobre
algún árbol o en otro recoveco.
Buscaba con la mirada un sitio al menos cómodo cuando
escuchó unos forcejeos... y rugidos. Y unos grititos ahogados.
—¿Qué rayos? —Su larga cola se irguió.
Se guió del sonido, hasta que llegó a un pequeño
claro y pudo visualizar, con casi perfecta visión, cómo un pequeño conejo
estaba a punto de convertirse en un simple bocado en las fauces de un zorro.
De repente un impulso lo llevó a correr hacia la
escena, y de pronto, estaba arremetiendo contra el zorro.
—¡Vete! —gritó al conejo—. ¡O serás comida de zorro!
El pequeño observó con dilatados ojos al felino.
Sintió su pata liberada, pero no hallaba la fuerza suficiente como para saltar.
—¡¿Qué esperas?! ¡Vete! —En ese momento, Bill sintió
la garra del zorro herir su espalda, bajando lentamente, y haciendo más daño a
la piel.
Bill maulló de dolor. Parecía que esta era la última
de sus aventuras, y ni siquiera había cumplido la meta: salvar al conejo que
yacía en el suelo, con la mirada pegada en él.
Tom reaccionó ante el lastimero maullido. Se acercó
sin vacilar y mordió con todas sus fuerzas la pata izquierda del zorro.
—¡Ahhh! —chilló Bill cuando el zorro lo lanzó por
los aires.
—¡Me las pagarás, molestoso conejo de pacotilla!
—corrió, dando tumbos, Eduardo.
Tom intentó normalizar su respiración. Pero se
encontraba muy agitado. Lo primero que hizo fue visualizar a su salvador, que
yacía junto al árbol donde se encontraba tras la aparatosa caída.
Saltó con esfuerzo, debido a que tenía aún lastimada
su pata. Y se acercó a aquel gato de pelaje de ébano. Lo observó herido como
estaba, por salvarle, e intentó tocarle, sin embargo, éste se removió y se puso
arisco frente a la cercanía.
—Perdón, perdón... ¿te hice daño? —preguntó Tom sin
estar muy seguro de lo que hizo.
Bill abrió un ojo y se acomodó mejor, mirando el
rostro asustado de aquel conejo. Era blanco, con grandes ojos marrones y un
gracioso hocico rosado. "¿En qué estoy pensando?" Se dijo a sí mismo.
—Gracias —musitó el conejo. Con un leve rubor en
sus mejillas.
Bill no evitó sonrojarse en respuesta. Pero frunció
el ceño y el hocico.
—¿Es que tú eres tonto? ¡Te ha podido comer! ¿Cómo
es posible que hayas estado junto a un zorro? ¿Qué no sabes que ellos comen
conejos? ¡Y para variar no era cualquier zorro, sino Eduardo! ¡Conocido por
degollar a conejillos ingenuos como tú!—Le retó Bill.
Tom bajó la cabeza e hizo un mohín.
—Es que yo no sabía... —intentó justificarse. Bill
bufó.
—Pues sí, tenía razón. Eres tonto.
Tom se sintió dolido por las palabras. Pero ignoró
aquello.
—De verdad. Muchas gracias. ¿Hay algo que pueda
hacer para agradecerte?
—No quiero nada de t... —paró en seco—. Pues, en realidad...
Sí, puedes hacer mucho por mí.
Se reincorporó haciendo un gran esfuerzo, pero aparentando
haber hecho uno mínimo. No le gustaba que lo mirasen con pena.
—De hecho, ahora que... Te he salvado la vida. Te
haz de convertir en mi esclavo. Me llamarás amo Bill. ¿De acuerdo?
Tom asintió, sin pensarlo. Observó con sus grandes
ojos al delgado cuerpo frente a él.
—Y de ahora en adelante tendrás que hacer todo lo
que yo diga.
—Sí, sí, sí —asintió sumiso de nuevo.
—Por cierto. —Bill lo miró de lado—. ¿Cómo te llamas?
—Tom.
—Bien, Tom —tomó una bocanada de aire—, debes darme
un lugar cálido donde dormir, un gran banquete y un barril de leche a tu amo.
Me siento fatigado y por culpa tuya, he sido herido, así que comienza a mover
ese peludo culo tuyo y consígueme todo eso, ya.
Tom movió la nariz, denotando su entusiasmo de
satisfacer de toda manera existente a su 'héroe'.
—¡Por supuesto! Solo… —dudó un poco—. No sé si mis
padres te dejen quedar —poco a poco su voz se apagaba—. Hum...
Bill ariscó la nariz, y se espigó tal cual largo
era.
—Dudas de mis habilidades, siervo mío—movió la cola
en dirección al conejo—. Soy un gato, no lo olvides. —Su mirada felina se posó
sobre los ojos inmensos y marrones del otro—. Puedo entrar en tu morada antes
de que tú mismo lo notes.
Tom se sonrojó de cuenta nueva y soltó una risilla
nerviosa. — Bueno, entonces vamos —indicó
por dónde ir.
awwww amo a al conejito tan lindo e inosente y ese gato no quiero ni saber que esta planenando para el conejo..
ResponderEliminarpd ya vez conejo hazle caso a doraaa
Viva Dora! es nuestra ídola, sin ella... el conejito no se salva :C
EliminarQue bonito :3
ResponderEliminarNo se que pueda pasar ahora que se conocen los dos, pero ¿por qué Bill lo quiere como esclavo?... e sun flojo, ok no xD
Awn!!! Y a mí que me encantan los gatos salvajes!
ResponderEliminarEse gato flojo y peleonero me recuerda a alguien pero no puedo precisar quien...
Pobre Tom, ha pasado de la sartén al fuego, no sabe la que le espera. XDD
uhhh sirvieron mis rezos y mis réplicas que Dora me enseñó y se salvó el conejito Tom!! :')) Bien minino, bien hecho por salvar al conejito tonto ....se me hace tan tierno que me dan ganas de apretar al conejooo!! *o* ¿es más chiquito en edad que el gato Bill? Y ammm ¿qué sale de la cruza de un gato con un conejo? xDDD me gusta!
ResponderEliminarDora xDD Billora(?) xD Ya sé, mamadas digo e_é lol.
ResponderEliminarLe salió lo heroe a Billo, pufff, de la que se salvó Tom, y sí, es tonto xD Pero bueee, así son las actitudes de ambos. Ya quiero ver a Bill en acción, o sea, persuasivo y eso, no dudo que me recuerde al gato con botas de Schrek x'D Es lo primero que se me vino a la mente cuando mencionaste que dilata sus pupilas -w-
Ahora sí, ya puedo decir que cerré bien mi semana, gracias Playa. Se te aprecia, no dejes de escribir ;-; Sino, dónde leería este tipo de fics .-. Ya ya, me sobreactuo lol.
Gracias por avisar y nos leemos en el próximo :* Aur boir! :D Saludos y besos desde Yucatán ^^
Al final no sé que hubiera sido mejor para el lindo conejo, qué se lo hubiera comido el "zorro no te lo lleves"(me mataron de risa con eso. Chicas son geniales! ) o el valiente y persuasivo gato don Bill, porque este lindo gatito, no creo que deje ninguna parte del cuerpo de nuestro pachonsito conejo sin probar...
ResponderEliminarA ver que tal le va a Tom con su amo, , jajaja el cual me parece que se aprovechara de lo lindo.
Gracias Nadir por avisarme.
Besos!
Adriana
Pobre conejito tonto, salvado de ser comido por un Zorro para ser comido por un Gato(amo los gatos) XD, jajaja definitivamente Nadir, solo tu me haces leer fics que ni en sueños leería y me terminan encantando XD,
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