Fanfic: Tomboy. Capítulo 2.

Bueno, no era mi idea colgar capi de Tomboy, cabe decir que ¡tenía introducción, eh! O sea una primera parte, antes del capi uno, digo, por si no lo leyeron. En fin, debo seguir escribiendo mis pendientes. Los comentarios se agradecen. No olviden que este fic es ligero.

Capítulo 2: Tomboy

La primera novia de Tomie, fue una chica que conoció en la parada de buses. Era muy guapa, y cuando le coqueteó, Tomie no la entendió. Así que la muchacha le robó un beso, le dijo que Tomie era tierna. Se llamaba Angie, y se vestía diferente a sus compañeras de escuela, al parecer era un poco mayor, y tenía el cabello corto.

Tomie era muy atenta, le cedía asiento cuando iban en el mismo autobús, o le pagaba el pasaje. Sin embargo, para Angie, eso no estaba bien, y terminaron porque decía que Tomie se comportaba como un chico, que para eso ella mejor andaba con uno.

Tomie se sintió muy mal por eso. Duraron apenas dos meses. Se preguntó si acaso sería como sus compañeras habían vaticinado y nunca nadie se fijaría en ella.

Hasta que llegó Michel, una muchacha que iba en un grado antes que Tomie, se sentaron por casualidad en la cafetería y compartían gustos por Guano Apes. Ella era pelirroja, con el cabello hasta los hombros, tenía un piercing en la nariz y vestía ropas oscuras, no negras, sino matices de gris, marrón y rojo, su atractivo quizá eran sus pecas y sus ojos azules que lucían enormes con el delineador.

Cuando Michel sacó a colación el tema de su orientación, diciendo abiertamente que era bisexual, Tomie se sintió en confianza y le confesó que era lesbiana.

No pasó mucho tiempo para cuando comenzaron a salir, primero eran idas al cine, a los parques, hasta que fueron a casa de Michel, supuestamente a oír música, y la pelirroja terminó enseñándole lo que era tener un orgasmo vaginal por estimulación al punto G.

Duraron solo un año, porque Michel la engañó con un chico; de paso que se graduó.

…

Era el último año de Tomie en la escuela. Ya no le molestaba los comentarios hirientes de sus compañeras de clases. Había hablado con Gustav y le contó la verdad pero sus padres aún no sabían nada, solo Georg.

—¿Qué sucede, enana? —preguntó el castaño mientras terminaba de empacar.

—Que ya te vas, feo, y no tendré a quién contarle mis cosas. Eres un tonto. Deberías quedarte, sabes a que mamá no le molesta —intentó convencerlo aunque sabía que era en vano. Su hermano trabajaba desde los diecisiete años, pero no se había independizado por su madre, ahora ya era tiempo.

—Pero a mí sí, mira que tener que soportar escuchar cómo te metían mano o tocabas senos, es perturbador, ¡yo te veía comer tus mocos! —fastidió Georg y cerró su maleta. Tomie rió y le dio un golpe amistoso—. Estaremos en contacto, enana. No pienses que te librarás de mí, sigo siendo tu hermano mayor.

—Sep, y te extrañaré un montón. Iré a arruinarte el plan los fines de semana —aseguró Tomie y Georg rodó los ojos.

—No te creas, trabajo hasta los sábados. No tengo novia, seré un viejo jubilado solitario —bromeó Georg.

—Y calvo, de tanto que te planchas el cabello. Nadie te querrá —siguió el juego Tomie.

—Pero mostraré mis fotos de cuando era joven y diré “lucía hermoso”. —Ambos rieron—. Cuídate, Tomie, ¿ok? No embaraces a nadie.

Se carcajearon con más ganas.

—En serio me harás falta. Mamá y papá casi nunca están por su trabajo, y yo me aburro en casa —confesó Tomie.

—Entonces trabaja, o encuentra alguna otra actividad fuera de la escuela, consíguete una novia. Eres guapa, Tomie —soltó Georg mirándola serio, sabía que su hermana menor a veces se acomplejaba por los comentarios—. Podrá no gustarte ponerte labial, o aretes, o un sostén de encaje, pero sigues siendo hermosa. Cosa que no se nota mucho por la ropa que llevas, sin embargo, tu rostro es de un ángel. No te rías, es en serio —acarició la cabeza de la rubia, y Tomie asintió.

—Me haré una perforación.

—¿En dónde?

—En la boca, se verá genial y siempre que me guste alguien podré moverla con la lengua haciendo alusión a… —Georg levantó las manos y negó con la cabeza.

—D.I —farfulló Georg. Tomie frunció la nariz y bufó.

—¿Qué mierda?

—Demasiada información —explicó el de ojos verdes; la miró con dulzura y sujetó su maleta para salir de la casa y tomar un taxi.

—¡No te olvides de mí, Bluto! —amenazó Tomie, llamándolo como el malo de Popeye, por hacer referencia a los músculos de su hermano.

Se sintió triste y sola cuando su amigo inseparable se fue; suspiró y se encerró en su habitación a buscar cosas en su laptop.

…

Tomie se rió cuando encontró algo en un artículo que leía. Su ex, Michel, la llamaba tomboy, ella pensaba que hacía referencia a su nombre, le molestó en un principio que le agregase el boy, porque a Tomie le gustaban las mujeres pero no por eso era un chico, sin embargo, después dejó de fastidiarle y respondía siempre que la llamaba así.

Y resultaba que tomboy no era un término inventado por su ex, sino que era para referirse a las mujeres que como ella, no gustaban de cosas femeninas; hacían deportes, no usaban maquillaje y preferían otras cosas. 

Aunque no necesariamente eran lesbianas. También existían, por lo que averiguó, las tomgirls, que eran chicas femeninas que se sentían atraídas por las tomboy. Le causó algo de gracia que recién se enterase de algo que había sido su forma de vida desde pequeña.

Se sintió un poco reconfortada, porque ya no se sentía la rara, había más chicas como ella, y también otro tanto de muchachas que gustaban de personas como Tomie.

Al final de cuentas, todas eran personas, ¿por qué no habría de gustarle a alguien más?

Con ese pensamiento en mente se durmió.