Aún no me manda nada para betear, pero yo soy paciente. A ella no le gusta ni TH, ni nada, considera mi serie como algo original, y la leyó a pesar de los prejuicios, la estimo mucho, y Bill también. Por ello, Haru le dio este regalo, que es un oneshot basado en Catorce.
Y es precioso ;o; gracias a Haru por escribirlo, a Bill por darnos el permiso para publicarlo (?) y y y y a Nadir :D *da fac?*
Bill: Hasta los grillos se escuchan, me gustó a mí y si no les gusta me pueden besar el trasero, p´*censurado*
Título: De fantasías y sueños húmedos
Autor: Harukana
Categoría: Slash
Género: Romance (fluff)
Advertencia: Twincest not related, chan.
Disclaimer: Las personas reales son sus propios dueños, lo que hacen aquí le pertenece al autor. Todo lo demás es parte de la serie De Once y demás números.
Capítulo único
La primera vez que la oyó supo que allí había algo
raro y se dijo que probablemente aún seguía dormido. Porque era imposible que esa voz estuviera en su cuarto, al menos
no mientras él dormía.
Pero la ilusión estaba bastante bien lograda, poseía
esa misma inflexión y serenidad con que él
impregnaba cada palabra mientras le leía. Algo que a él le encantaba y le
impelía a cerrar los ojos y prestar reverente atención (o al menos lo intentaba,
hasta que su incontinencia verbal lo obligaba a interrumpir con cosas como,
“¡Es evidente que Samwise está colado por Frodo, cualquier imbécil se habría
dado cuenta!”).
Culpó a la resaca al malestar generalizado que lo
envolvía, (aunque no recordaba haber bebido la noche anterior) y se dejó
envolver por el sonido sin prestar real atención a la trama.
oOo
Tenía calor… y frío. Por si eso no bastara le dolía
el cuerpo como si la banda de guerra de la escuela militar le hubiera pasado
por encima. Hizo el típico juramento de no volver a beber, a sabiendas que la
determinación sólo le duraría hasta el próximo fin de semana. Intentó moverse,
lo que sólo consiguió que se le escapara un quejido poco digo, esa pesadez
generalizada era diferente a su habitual flojera, era más bien como sentir los
miembros rellenos de plomo.
Se lamió los labios, sólo para encontrarlos resecos
y calientes. Oyó un breve alboroto a su alrededor, un momento más tarde alguien
apoyaba una pajilla en su boca y susurraba “bebe”.
Obedeció, más por necesidad que por tener real
conciencia de lo que estaba haciendo. Ronroneó de gusto al tragar, estaba helada
y con el equilibrio justo entre dulzor y acidez que le supo a gloria.
oOo
La cosa mejoraba a ojos vista, ahora alguien frotaba
un paño húmedo sobre su frente. Refrescaba bastante, en especial cuando bajaron
por sus mejillas. Era de los sueños más sin sentido que hubiera tenido, pero se
sentía agradable así que no lo cuestionó, hasta que “algo” rozó sus labios, un
algo suave, familiar y que sabía extrañamente a limonada.
Abrió los ojos por acto reflejo, encontrándose con la
visión un tanto borrosa de un chico que le sonreía a un palmo de su rostro.
Hizo bizcos hasta conseguir enfocar adecuadamente.
—¿Once? —preguntó, con una sonrisa chueca, entre
extrañado y complacido. El sueño se ponía cada vez mejor, aunque el otro chico
llevara demasiada ropa para ser uno de sus acostumbrados sueños húmedos.
—¿Te sientes bien?
Tampoco era la típica charla que se desarrollaba en
una de sus fantasías, no que en esas situaciones hubiera mucho dialogo. Ésta
más bien se parecía a las palabras del Once real. Hasta se veía como él, con su
kilo de ropa holgada, sus rastas perfectamente cuidadas y esa linda sonrisa que
tanto le gustaba morder.
—Me siento de puta madre —se oyó decir—. Y no en el
buen sentido.
La ilusión que se parecía a su novio sonrió y se
sentó en el borde de su cama, acercándole un vaso de jugo.
—Tenía miedo que no consiguiera bajarte la fiebre,
no sabía muy bien que hacer, tuve que preguntarle a Bell.
“¿Fiebre?”
Echó un breve vistazo sobre el taburete que las
hacía de mesita, había un cuenco con una toalla de mano doblada dentro, un
termómetro y una caja de paracetamol. Ignoraba de donde había salido todo eso,
en su pequeño apartamento alquilado no había siquiera una aspirina. Cuando le
dolía la cabeza se ponía de mal humor y ya, no hacía nada por contrarrestarlo.
—¿Tenía fiebre? —preguntó, aunque eso no era lo que
quería saber—. ¿Cuándo pasó? ¿Cómo entraste?
—Dunja me llamó. Dijo que cuando regresó a su casa
estabas echado en el sofá, delirando.
—¿Te llamó? ¿Y cómo supo tu número?
—Lo buscó en tu móvil. Deja de hacer tanta pregunta
y duerme.
—No voy a desperdiciar la primera vez que te tengo
aquí en mucho tiempo, durmiendo.
—¡Pero necesitas descansar!
—Un carajo el descanso, quiero estar contigo —farfulló,
tomándole las manos a su novio. Se sentían tan frescas que no dudó en colocarlas
en sus acaloradas mejillas—. ¿Cuánto tiempo…?
—Shuus, no hables. Te contaré todo si guardas
silencio. No debes agitarte.
Bill hubiera dicho que le bastaba verlo acercarse
para empezar a agitarse, pero una cosa era que le gustaran las pollas y otra
hablar como marica. Así que le hizo caso al chico, guardó silencio mientras
éste le contaba como la profesora se había deshecho en disculpas por no poder
cuidarlo ella misma, pero con el niñero enfermo debía arreglárselas para pedir
el día libre y encargarse ella misma de sus hijos, que no por ser encantadores
dejaban de ser demandantes. El moreno se sorprendió de la reacción de la mujer,
Dunja siempre había sido amable y había tenido un trato deferente con él, pero
aún así, no estaba acostumbrado a que se preocuparan de su bienestar.
Al final la profesora le había dado dinero a Once
para que lo trasladara en un taxi hasta su apartamento.
Eso había sido el día anterior por la tarde, Bill no
sabía que pensar cuando se enteró que Once lo había dejado pasar la noche solo.
Por un lado se sintió miserable, pero por el otro resultaba hasta comprensible. Once era lo que algunos catalogarían de “buen chico”, aunque tuviera
desacuerdos con su madre la quería y respetaba y no pasaría una noche fuera de
casa sabiendo que ella se volvería loca de la angustia.
Aun así, que su novio se mostrara compungido por
ello y le hubiera dado mil explicaciones que no le pidió – como que se encargó
de medicarlo hasta que tuvo que retirarse, que cuando lo hizo se aseguró de
dejar suficiente líquido a mano por si despertaba y que corrió a verlo apenas
su madre se fue a trabajar–, complacieron su vena egoísta.
—¿Qué era esa mierda que leías más temprano? —inquirió,
una vez se dio cuenta que nada de lo que había visto ese día había sido un
sueño.
—No es “mierda” —gruñó su novio, haciendo ese ligero
mohín con su nariz que le salía tan mono—. Era Yukio Mishima y pensé que te
gustaría.
—¿Mishima? ¿Qué no es el tío ese que creó “Dragón
Ball”?
A juzgar por el almohadazo que le llegó dedujo que
su broma no fue bien recibida.
oOo
Disfrutó mucho el tiempo pasado con Once esa tarde, pese
a que debió permanecer confinado en su cama todo el tiempo. (Era perezoso, lo
reconocía, pero una cosa era quedarse en su adorada camita remoloneando por
gusto y otra estar virtualmente amarrado a ella, tomando medicinas en lugar de
aprovechar la presencia de su novio para estar haciendo algo más productivo,
como besándose en el sillón, por ejemplo).
Para la tarde se sentía considerablemente mejor, Once
siempre tenía ese efecto en él. Aunque supuso que el paracetamol y la limonada
tuvieron algo que ver también. Sólo lamentaba que, aparte de ese suave roce de
labios que lo había despertado a mediodía, su novio se abstuvo de cualquier
otra demostración de afecto.
Casi se había atorado con la limonada cuando éste le
había explicado como si nada que evitaba besarlo porque él – Bill- estaba
“demasiado caliente”. Bastó su sonrisa maliciosa para que el chico se diera
cuenta de que sus palabras se podían tomar de otra forma y se sonrojara
violentamente, explicando entre balbuceos que se refería a los resabios de la
fiebre y que no quería “acalorarlo más”. Lo que provocó sus consiguientes
carcajadas y comentarios insidiosos.
Finalmente el rubio se había dejado convencer y se
había acurrucado a su lado en la cama, sobre la colcha, sólo luego de prometerle
varias veces que no le causaba molestia alguna.
Y allí estaba ahora, dormitando suavemente, con la
cabeza apoyada en su pecho mientras él le acariciaba las rastas como al
descuido.
Le pareció increíble que Once en ocasiones fuera tan
inseguro por culpa de su vasta experiencia. Él no cambiaría esa placentera
intimidad que tenía con su novio por la vida de polvos sin sentido que tuvo en
su pasado.
“Mierda, me
estoy volviendo marica” pensó, con una sonrisa, besando la coronilla de su
chico y dejándose caer en la inconsciencia.
Muy bueno, muy tierno para tratarse del Billo, pero genial. Es bonito que te hayan dado este hermoso regalo Bill. Tom siempre preocupándose por el idiota. Haru, muy buen fic aunque no sea tu fandom, puede que utilizar los personajes haya sido raro pero lo valió.
ResponderEliminarSeh, costó, sobretodo porque a Bill lo conozco más a Once no. Y el idiota es tan exigente que no quería que destrozara mi fic.
EliminarQué... ternura ;-;♥
ResponderEliminarPues, gracias, aunque traté de que fuera lo menos fluff posible. *///*
EliminarWow,no se que decir,es !LINDO! *w*
ResponderEliminarme gusto mucho y ahhh no tengo palabras para describirlo >w<
Tom cuidando de su Billobear,¡ah! que tierno *w* mientras Bill tiene sus fantasías. tiene algo que me encanta y no se que es XD pero esta genial,es un buen regalo,de verdad.
BAH! no tengo palabras,esta genial y además lindo...me deja sin palabras *-*
Pues, gracias.
EliminarMe esmeré por complacer al idiota, en especial porque mi especialidad es el fluff y el no quería nada marica.
Bill es un personaje tan especial, que me quito el sombrero ante ti, Haru.
ResponderEliminarEs difícil de algún modo llevar a ese niño, y es más difícil aún dejarme satisfecha sino es el autor quien lo maneja, porque le tengo un aprecio extraño a este Bill, es un personaje que conocí antes de leer el fic, pero tú lograste hacerlo sentir tan natural que en verdad tengo que darte las gracias.
Quizá soy la única demente que lo ve así, pero esta historia en general me parece demasiado real, casi hasta lo paranoico e insano para la salud mental.
Me gusta tu one shot especialmente porque captó partes claves de la actitud de Bill, con todo y sus contrastes.
Y tengo que decir que me reí como idiota con lo de Dragon Ball xDDD
Gracias. ^^.
EliminarPues, que decir, con el idiota hemos tenido nuestros desencuentros y en una ocasión estuve a un tris de mandarlo al carajo.
No es alguien fácil de llevar y tampoco soy alguien muy paciente. Pero al final se acabó ganado mi corazón (pero no se lo digan o se pondrá insoportable).
“Mierda, me estoy volviendo marica” pensó, con una sonrisa..." Bill, admite que ya eres marica, quizás hasta naciste marica!! XDDD ok ok... no es que me caiga bien Bill, pero con Once juro que se vuelve otra persona, amable, cariñoso, tierno y comprensivo... me encanta lo que Once puede hacer en él :) Tieeeernos los nenes, me encantan... son mi pareja favorita <3
ResponderEliminarHaru!! Nunca había leído algo tuyo, me encantó la forma de relatar la historia, me encantó todo :)
Un abracito para la loca gay que a pesar de el tiempo cortito que la conozco la quiero :3 y a Haru por regalarnos esta historia :)
Melissa
Er... weno, en realidad la historia se la regalé a Ma Poupee. La idea era que sólo él la leyera porque fue el pago por algo que él me dio. Pero Nadir insistió y bueno, el idiota me dio permiso, así que, aquí esta.
Eliminarno definitivamente no me gusto je dicho... permiso que me voy a besar el traserito de Bill (el mismo lo ofrecio)
ResponderEliminarXDD.
EliminarPor eso es un idiota, el mismo se mete en las patas de los caballos.
Ese hombre debe de pensar dos veces antes de ofrecer tal cosa, mira que le traigo unas ganas al canijo que no veas Haru y vine y me pone las nalgas en charola pues uno tiene que aprobechar
EliminarYa enserio, que lindo regalo a Bill Haru, el nene estaba enfermo y su once como buen marido lo cuido y apapacho, y Bill ni enfermo deja de pensar en hacerle cositas a su once.
ResponderEliminarme gusto mucho espero leer mas regalos como esteee..
saludirijillos
Que la juersa te acompañe @Nadir
Eto... en honor a la verdad, es el primero y el único. No fue fácil meterse bajo la piel del idiota y no cagarla. No creo que pudiera volver a hacerlo de nuevo.
EliminarYo quiero el ask de bill xDDD *-*/
ResponderEliminarhttp://ask.fm/BillOnceCatorce
EliminarPero ten cuidado con lo que le preguntes porque se enoja con facilidad.
ohhhhh que lindo! me pareció muy tierno ^_^ awwww once es una ternurita... Bill hahahaha esa mente que tiene "estas caliente" hahaha fue buena "mierda, me estoy volviendo marica" hahaha recién se da cuenta! hahaha ... me gusto mucho!
ResponderEliminarSaludos Haru, esta genial!
Gracias. ^^
EliminarNah, es una cosa que tiene el Bill del Face. Repite a cada rato que no es marica. es muy gracioso.
Pues heme aquí nomás para confirmar lo que ya te había dicho Playa.
ResponderEliminarMe gustó mucho mucho. Saludos, abrazos y besos.
Cuídate~
P.D. Haru, sos mi idola. Mira que ganarte al borde de Bill es un GRAN logro ;)
Gracias...
EliminarPues no se muy bien que decir. Tal vez que soy terca y masoquista. Y mi corazón Hufflepuff me hace perseverar en una tarea por muy cuesta arriba que se haga.
Yo lo único que hice fue quererlo, aunque él se resistiera.
Se pede decir que en cierta parte te comprendo... Solo que yo ademas de apreciarlo me gusta joderlo ^w^ ahahaha. Tsk, nos hemos encontrado varias veces por el face y hasta ahora no te he enviado solicitud e.e lol. Bueno... Fuera de que no seas de este fandom me caes muy bien ^^ Saludos!
EliminarEs que este Bill es uno entre mil, aunque él no quiera, se aprende a quererlo. Me ha tocado la buena suerte de que en el ask, me responda bien, pero si he leído otras respuestas que...naaaah "marica e idiota" se le quiere.
ResponderEliminar¡Haru, qué lindo escribes! pareciera que leía a Nadir.Tu fic pareciera un capítulo de Catorce, por lo bien que llevaste a los personajes. Bill ha de estar mega engreído con tan buen regalo. Lástima que no pueda leer más de ti en este fandom.
Un gustazo y un placer el leerte.
Adriana.
Pues seh, Bill es muy especial. Considerate afortunada de que te haya respondido bien, a mi me ha mandado a la mierda varias veces XDD. Aunque hay que saber tratarlo, hay gente que piensa que lo conoce porque se deja llevar por las cosas que el dice sin pensar y lo hacen enfadar.
ResponderEliminarMe esforcé en que saliera bien porque Ma Poupèe es exigente y criticón y si salía mal se iba a estar burlando de mí hasta el fin de los tiempos. Además, le debía algo bueno, me había regalado una linda foto suya. ^^