Minific: Julieta y Julieta. Cap 3. [Terminado]

El capítulo final es cortito, pero tiene lo que debía tener, lamento si no les gusta :/

Capítulo 3

Llegaron a la fiesta, y se ubicaron en una mesa junto a Georgie yAgustina, Tom se sentía algo nerviosa porque para sus compañeros ella era hetero, aunque sin novio, y el entrar de la mano con una chica negaba esa idea.

―Bueno, ya conocen a Billie ―mencionó Tom apenas llegó, sus amigas asintieron en conocimiento.

—Billie es un nombre peculiar, Tom me dijo que no es el diminutivo de Anabelle, ni de ningún otro, ¿en qué pensaban tus padres al ponértelo? —preguntó Georgie con genuina curiosidad.

—Mi mamá era una ferviente fanática del jazz, en especial de Billie Holiday, así que no más historia que eso —se alzó de hombros y acarició los dedos de Tom por debajo de la mesa.

—Billie y yo estamos saliendo. Sé que se los conté, pero quería hacerlo oficial —sonrió nerviosa Tom para apretar el agarre que mantenía con Billie—. No voy a ocultarlo en la universidad, ni en mi casa.

Más allá de Billie y el lugar importante que iba tomando en su vida, tenía que salir del clóset por sí misma, por no negarse, por no seguir mintiéndose o evadiendo la realidad, su realidad.

Agustina acarició su hombro, haciéndole sentir que estaba haciendo lo correcto, comprendiendo que se trataba una salida formal del clóset.

Tom se giró en dirección a Billie y la miró a los ojos, luego a sus labios, haciendo que la rubia acortara la distancia y se besaran, lentamente y sin profundizar, haciendo que las otras dos tosieran por la incomodidad, sentían que estaban en un espacio demasiado íntimo.

Billie sonrió rompiendo el beso y se levantó de la mesa, ofreciendo su mano a Tom, siendo consciente de que una gran parte de las miradas estaban posadas sobre ellas.

—¿Me concedes esta pieza? —preguntó Billie, viéndosele delicada y hermosa, pero a la vez con ese aire un tanto dominante que le atraía.

Tom asintió y tomó la mano de largos dedos de Billie, siendo recibida por sus brazos, ambos apoyados en su cintura. La de trenzas acomodó sus manos, con las mejillas acaloradas, en los hombros finos de Billie, mirándola algo confundida. —La música que está sonando no es lenta —susurró Tomie.

—¿Hace falta que lo sea? Podemos bailar a nuestro propio ritmo, princesa —farfulló Billie contra sus labios, haciendo que la contraria sintiera su aliento y le provocara estremecimientos.

—¿Y cómo evitaremos tener un ritmo distinto?

—Porque yo te guiaré y cantaré. Venga, pega tu cadera contra la mía. —Se pegaron tanto que Tom se preguntaba cómo podía sostenerse sobre sus pies—. Please keep me in your dreams. In your sweet dreams let me hold you. When through your window. The breeze comes swingin'. It's just bringin' this love song that I'm singin’.

Tom no conocía esa canción, pero ya sentía que la adoraba, el tener a Billie susurrándosela al oído, cepillándole con los labios el lóbulo de la oreja, y podía comprender la letra puesto que su inglés, al menos el listening, era muy bueno.

Claro que planeaba tener a Billie en sus sueños, ¿quién no quisiera tenerla? Y permitiría de todo, permitiría que la sujetara, la abrazara, la besara, haría lo mismo con ella. Entrelazó sus dedos en la nuca de Billie, acariciando sus cabellos rubios y pensando que esta semana que tendría con la casa a su disposición podría hacer lo que quisiera con ella.

—Please keep me in your dreams. My kiss it seems must have told you. My heart you'll borrow until tomorrow. So please keep me in your dreams. —Seguía susurrando Billie y era como flotar sobre nubes, por más bobo o cursi que sonase, así se sentía Tom, que las mariposas eran bichitos que con insistencia trataban de salirse por todos sus poros, empezando por abrir su vientre.

Sujetó el rostro de Billie y la besó, esta vez con fruición, con necesidad, con hambre, haciéndole saber que sí, soñaría con ella.