domingo, 1 de diciembre de 2013

Fic: Catorce. Capítulo 25: Cotidiano

Perdón la demora. Dedicado a Kath porque me ha andado presionando un tanto para que salga el capítulo.

Capítulo 25: Cotidiano


Strangers waiting, up and down the boulevard, their shadows searching in the night. Streetlight people, living just to find emotion. Hiding, somewhere in the night… —cantaba Bleu mientras meneaba las caderas, usando un peine como micrófono.

Andreas afinaba ausente su guitarra, pensando todavía en el disco que había recibido. Georg hacía limpieza debido a que estaban en casa de Gustav y habían dejado un desastre de la noche anterior por el ensayo.

El castaño pateó la pierna de su hermano menor. —Ouch —se quejó Andreas.

—No debes tener los pies sobre la mesilla. Ten, toma esta bolsa de basura y llévala afuera —ordenó Georg, tendiéndole la bolsa de plástico. Andreas le mostró el dedo, Georg rodó los ojos, y el rubio hizo caso, pero cuando dejó su guitarra y se levantó del mueble para tomar la bolsa, un papel cayó de su bolsillo, uno que estaba arrugado.

Georg se agachó a recogerlo.

Don’t stop believin’… —Georg le chistó a Bleu, el cual lo miró ariscando la nariz—. ¿Con qué autoridad me callas, Hagen?

—Escucha esto: “Pensé que te gustaría ya que eso es lo que escuchas siempre en los recreos” —exclamó Georg, Andreas había regresado y se encontraba rojo hasta la raíz de los cabellos, infló los mofletes y le intentó quitar a su hermano el papel, pero Georg era más alto por lo que no lo consiguió, solo que Bleu sí le dio un vistazo, riéndose mientras se mordía el labio inferior.

—Con que nuestro Andi tiene novia. —Gustav salía del pasadizo y observó confundido el panorama, a un Georg riéndose a carcajada limpia, a Andreas enojado y al parecer a punto de hacer una cabriola del tipo infantil, y Bleu con una sonrisa socarrona en el rostro.

—¿Andreas qué? —no debería sorprenderse de encontrar a sus amigos así, pero, ¿Andreas qué?

—Lo que oyes, Gusti Pooh, nuestro pequeño Andi tiene una novia, y se besan, se tocan —soltó con retintín Bleu.

La expresión de Gustav era indescifrable, por lo que él sabía, Andreas era gay, no bisexual, mucho menos hetero. De hecho Georg le había pedido ayuda cuando a veces su hermano menor se escapaba los fines de semana a algún antro, para espantarle los pervertidos. Gustav siempre había pensado, que dentro de todo, a pesar del comportamiento algo intransigente de Andreas, era un buen chico, uno que merecía a alguien que lo quisiera y respetara, no que solo lo buscara para manosearle o aprovecharse de él en otro sentido. Entonces no entendía esto.

—¡No es cierto! ¡Ustedes son unos odiosos! —chilló el menor de todos, Bleu y Georg rieron. Gustav seguía sin entender la figura.

—Ahora sí, ¿puedes explicarnos quién te envió esta nota? ¿Y con qué más?

—Supongo que es disco de Daft Punk nuevo que te la pasas escuchando, ¿no, Andi? —preguntó Georg. El aludido se sentó junto a su guitarra y se cruzó de brazos.

—Déjenlo tranquilo —ordenó Gustav.

—Oh, vamos, solo nos estábamos divirtiendo un rato a costa suya —soltó Bleu, obteniendo una mirada de advertencia por parte de Gustav, Georg le palmeó el hombro.

—Sí, mejor seguimos limpiando.

Andreas observó agradecido a Gustav y siguió afinando su guitarra. Pensando que quizá no era alguien de la escuela quién le había dado el regalo y que solo decía aquello para despistar, deseando tal vez que fuera alguien como Gustav, y luego sintiendo sus mejillas enrojecerse ante el pensamiento. ¿En serio tenía eso en mente?


Simone ya había dejado la lasaña en el horno, ahora se ponía los pendientes y perfumaba. Tenía que estar presentable para conocer a su yerno. Los nervios los tenía a flor de piel, no debía actuar de alguna forma que resultase ofensiva. Ni tampoco actuar sorprendida por la edad del novio de su hijo. Sabía que debía ser mayor que ella, pero no importaba, se repetía a sí misma, mientras amase a su hijo todo iría bien.

Pudo escuchar cómo abrían la puerta, se tensó por un momento y luego tomó aire. Ya era la hora.

Se dirigió hacia la sala encontrándose con su hijo que estaba junto a un muchacho que se notaba era menor que Bill, ¿podría ser el hijo de su yerno?

Simone se acercó a ellos y los saludó.

—Hola, cariño, ¿y con quién vienes?

—Él es Tom, má, es…

—Sí, el hijo de tu novio. ¿Dónde está tu papá, Tom? —preguntó Simone, obteniendo una expresión confusa por parte de ambos, luego Bill rompió en carcajadas y Tom frunció el ceño, mirándole.

—Ella piensa que eres hijo de mi novio… —soltaba Bill casi sin aire, hablándole a Tom, el cual se encontraba con las mejillas sonrojadas y expresión avergonzada.

—Señora… no soy hijo del novio de Bill. —Ahora fue el turno de Simone para lucir confundida.

—¿Cómo? ¿Entonces?

—Soy su novio.

Simone empalideció y recién se percató que ambos venían con las manos agarradas. Entendió que la casa en una zona acomodada era porque debía ser la casa de sus padres, un chico con comportamiento de adulto, uno que había hecho que Bill quisiera algo serio con alguien al punto de presentárselo. Rió nerviosa y abrazó al muchacho con fuerza.

—Oh, qué alegría. Es un gusto verte por fin. Mi hijo me ha hablado tanto de ti. Por cómo me hablaba pensé que eras mayor, pero veo que eres menor, ¿estás aún en la escuela, cierto? —cuestionó Simone, mirando acusatoriamente a Bill.

—Heeeey, ni me mires así, mamá. No es que yo le obligue a algo, esto es consensuado, y especial cabe resaltar —explicó Bill, alzando las manos defensivamente.

—Sí, señora, el próximo año termino el curso, pero amo a Bill y sé que él nunca me lastimaría —soltó Tom con determinación, volviendo a sujetar fuertemente la mano de Bill.

Bill acarició con los dedos la mano de Tom, con una sonrisa en los labios.

Simone los observó a ambos y luego asintió.

—Vamos a comer, entonces —aplaudió y les ofreció una sonrisa. Si ellos eran felices, ella no tenía por qué intervenir. Aparte que le encantaba cómo su hijo lucía gracias a Tom, todo enamorado, alegre, con brillo en los ojos, emocionado, más vivo. Por un momento pensó en su juventud, cuando Gordon era diferente y paseaban en moto enamorados. Suspiró ante el recuerdo y se dirigió a la cocina con los chicos.


Andreas estaba echado boca arriba en su cama cuando el grito intempestivo de su mamá le hizo deshacer su cómoda posición para bajar.

—Andreas, ¿qué es esto? —interrogó Marie con un cachorro siamés en sus manos, llevaba un lazo rojo y podía verse que era hembra.

Los ojos del rubio brillaron y sujetaron a la pequeña gata.

—Gracias, mamá. Pensé que ya era un caso perdido el haberte pedido un gatito —mencionó Andreas.

—Pero es que yo no te lo di, lo encontré en una caja afuera de la casa. Mira, Andreas, tendremos mucho que hablar con referencia al cuidado de ese animal, ¿está bien? Porque yo no me quiero encargar de nada, a las justas cubriré sus gastos, pero de tus mesadas sacarás para sus juguetes, entre otros. Una mascota es una responsabilidad…

Andreas casi no le prestaba atención a su madre porque todavía procesaba lo dicho al principio, que estaba en una caja fuera de casa. Vio la caja sobre la mesa y la sujetó, dentro traía una nota.

“Supe que querías tener un gatito, espero te guste. Me gustaría ver la expresión en tu rostro al verla, espero algún día poder verte de frente y hablar. Sueño con besarte, lo siento si te asusté”

—¿Me estás escuchando, jovencito? —farfulló Marie.

—Sí, mamá —respondió Andreas ausente.

—¿Y cómo la vas a llamar? —Andreas miró los ojos celestes de la minina que ahora le ronroneaba.

—Bella —respondió sonriente, deseando también que su admirador o admiradora lo viera sonreír.


—Mira qué niño buen portado te conseguiste, Bill. No quiso que yo lavara los trastes —mencionó Simone, Bill asintió, Tom seguía lavando en la cocina—. Es educado, me dices que tiene buenas calificaciones, es hogareño, te hizo un pastel, es guapo. Tiene el paquete completo.

“Y que lo digas”, pensó Bill con una sonrisa traviesa queriendo salírsele.

—Dime, ¿cuál es su talón de Aquiles? ¿Qué defecto tiene?

—Bueno, es algo desconfiado en sí mismo, y sin lugar a dudas su madre, es una intolerante, y un tanto cerrada de mente.

—Ahh, la suegra, mi suegra era un amor de mujer. —Simone sonrió y palmeó la rodilla de su hijo—. Tú no la recuerdas porque eras un bebé, pero ella te quería mucho.

Tom apareció y les sonrió a ambos, para luego sentarse junto a Bill.

—Bueno, ¿qué gustarían hacer ahora?  —preguntó Simone entusiasta. Tom tensó la boca.

—Lo siento, señora, es que tengo que ir a casa de mi padre y si no lo hago temprano recibiré un castigo. —Bill iba a hablar pero recibió un pellizco disimulado que le dijo que mejor se callara.

—Ohhh, cuánto lo lamento. Al menos pasé un grato tiempo junto a ti, pequeño… digo, Tom —se corrigió prontamente la mujer, no queriendo hacer sentir la diferencia de edad.

—Ha sido un placer —comentó Tom, ofreciéndole su más grande sonrisa.

—Bill, acompaña a tu novio a su casa, ¿sí? Solo no te tardes mucho ni te desvíes por otro lado, eh.

—Joder, no tengo diez años —refunfuñó.

—Pero actúas como uno de diez —molestó Tom.

—Tú cállate, Once —bufó Bill para luego sacarle la lengua.

—Ya, ya, niños, vayan que luego se les hará tarde —ordenó Simone, con una sonrisa maternal y los ojos brillantes.

Ambos asintieron, Tom le dio un beso en la mejilla al despedirse y se fueron.

—No entiendo por qué mentiste sobre lo de ir a casa de tu padre. Este fin de semana no te toca hacerlo, y tu madre trabaja hoy, por lo que llegará tarde y no te regañará si es que te quedabas un poco más tarde en mi casa —comentó confundido Bill.

Tom rodó los ojos frente a lo obvio de la situación y cómo su novio no podía notarlo así se lo mostrasen en un letrero con luces de neón. Bill necesitaba que se lo explicasen todo con manzanitas.

—Repite lo que acabas de decir y escúchate —ordenó Tom. Bill arrugó la nariz y repitió lo dicho, terminando la oración con un “oh” y una mirada de entendimiento—. Porque quiero pasar tiempo contigo, pedazo de idiota.

Bill sonrió de lado y entrecerró los ojos, con una mirada felina.

—Sigues siendo un niño travieso, eh. Mira que mentir para obtener lo que quieres, tanto andar conmigo se te está pegando —acusó Bill, dándole una palmada en el trasero el cual estaba oculto entre sus holgadas ropas. Tom se sonrojó, no porque le molestara eso, sino porque estaban en plena calle, alguien podría verlos.

—¡Bill!

—Heeey, ¿ahora te harás el recatado conmigo? Recuerdo que el otro día me decías… —Le tapó la boca con la palma de su mano, obteniendo una lamida que lo hizo quitar la mano más por su estremecimiento que por sentir asco.

—Estamos en la calle —dijo Tom entre dientes, viendo a una señora pasar con su bebé en coche en la otra acera.

—¿Y la idea no te excita? ¿Andar hablando de nuestras cochinadas así? Ouch, está bien, está bien —se rindió cuando Tom le dio un codazo.

—Y no seas burro, no son “cochinadas”, son nuestras intimidades —le corrigió Tom, Bill le restó importancia con un gesto de la mano.

—Lo que sea. Ahora, ¿vamos a casa de tu madre, no?


Bill sonrió contra los labios de Tom, viéndole fijamente a los ojos. Bill estaba sobre Tom en la cama de este, el moreno apoyaba su brazo a un costado del de rastas y con la mano libre se encargaba de pasearla por encima de la ropa de Tom, empezando por su pecho, para luego ir bajando con una tortuosa lentitud para posarse sobre el cinturón de Tom e ir quitándoselo con premura.

Tom alzó un poco su rostro para morder el labio inferior de Bill, sintiendo su suavidad y maravillándose por su sabor, porque su boca ya estaba impregnada por la saliva del mayor. Luego de soltar el labio hinchado de su novio, lo sujetó por el cuello para seguir besándolo. Y se preguntaba si acaso él era consciente de lo mucho que significaba para él. Debía saberlo, debía hacerlo para brindarle tanto amor, tantas atenciones, como por ejemplo estar tanteando dentro de sus calzoncillos en busca de su miembro que saltaba interesado.

Su piel ardía y no le gustaría estar en otro lugar.

Se separó de Bill en búsqueda de aire, y luego comenzó a lamer y mordisquear el cuello largo de su novio, consiguiendo que se le escapasen gemidos de satisfacción que no hacían más que aumentar su propia excitación debido a que los dedos largos de Bill seguían haciendo lo suyo dentro de su pantalón.
Era increíble la manera en la cual ambos se compenetraban al punto de perderse en el contrario, de desdibujarse, formando un nuevo ser sin necesidad de que hubiera nada más que roces así.

Tom apretujó el trasero de Bill, haciéndolo jadear y luego reír quedo. Bill frotó su erección, aún oculta bajo sus pantalones, contra el muslo de Tom, sin parar de masturbarle.

—Hoy probaremos algo diferente, ¿ok? —avisó Bill casi sin voz.

—Ok —respondió Tom, sintiendo áspera la garganta. Tragó saliva y se estremeció cuando Bill sacó la mano de sus calzoncillos—. Uhmn.

—No te quejes, intentaré que lo siga sea algo mejor.

Sin esperar autorización alguna, Bill le quitó los pantalones junto con los bóxers a Tom, luego los dejó en el suelo e hizo que Tom levantara las rodillas con los pies apoyados en la cama, le pidió también que separara las piernas y el corazón de Tom comenzó a salir desaforado, pero se recordaba a sí mismo las palabras de Bill, el que estaba entre sus piernas era él.

El moreno fue acariciándole las piernas y luego acercando su rostro a su muslo interno derecho, dejándole besos y mordisquitos que hacían que su pene rogase por atención. Luego sacó su lengua y comenzó a lamer su miembro como si se tratase de un caramelo, con los ojos entrecerrados y sin romper el contacto visual. Las piernas de Tom comenzaban a temblar, Bill se abrazó a ellas; el rubio sentía esa lengua caliente tentarle una y otra vez, y no podía evitar ver a Bill haciéndolo, lamiendo como si fuera una paleta y se fuese a derretir en cualquier instante (cosa que Tom creía que sí podía pasar), luego jugando con la punta y su piercing, y todo con una jodida cadencia que haría que Tom perdiese la cabeza ¿cuál de las dos? No tenía idea.

Lo peor (o mejor) fue cuando comenzó a succionar, a meterse su miembro en su cavidad lentamente, como si hiciera pausas para que entrara todo. Tom apuñuscó las sábanas y se mordió el labio inferior con fuerza. Se iba a correr. Primero lo habían masturbado y luego esto, era demasiado para su organismo. No podía verlo, no debía, pero al mismo tiempo era imposible dejar de mirar a Bill perderse entre sus piernas, ensalivando su pene, comiéndoselo con un gusto que le hacía recordar cuando le dijo que no era muy bueno haciendo mamadas. “¿Y qué diablos pasaría si fuese bueno haciéndolas?”, se preguntó Tom aunque casi no podía pensar.

Bill le estaba chupando el alma, le quitaba energía como un dementor. No que se quejase de este tipo de beso de dementor después de todo, porque más que quitarle recuerdos felices, le estaba creando unos.
Bill aumentaba el ritmo de su lengua, rodeando la polla de Tom con ella, dejando las sutilezas de lado, quería que se corriera.

Tom movía sin querer sus caderas en búsqueda de más. Bill soltó una de sus rodillas y comenzó a acariciarle los testículos cuando sintió cómo su novio no podía más y lo llenaba de su esencia.

Bill tosió pero tragó todo, a pesar de que odiaba tragar, pero era para darle gusto a su novio, no a cualquier hijo de puta.

La imagen de su novio tragando su semen hizo que algo se removiera en su vientre. Tragó fuerte e intentó levantarse pero se sentía agotado. Lo que le hizo pensar en el notorio bulto que tenía su novio en sus pantalones. Se sintió culpable, se había corrido sin él.

—Puedo masturbarte si gustas, o puedo intentar darte tu premio, ahora creo que he aprendido, al menos se me quedará algo de la lección visual —comentó sonrojado y con cara de recién follado al parecer de Bill, el cual alzó un hombro y chasqueó la lengua.

—No lo hice para recibir algo a cambio, ya se me bajará solo. Quería… quería hacértelo —contó Bill, rascándose el cuello y, Tom hubiera jurado que lo vio enrojecerse.

—Oh.

—Déjame voy a lavarme los dientes y vuelvo. —Tom asintió y se obligó a sentarse para siquiera vestirse.
Le gustaba esa sensación postorgasmo, y el que su novio lo hiciera tan de sorpresa lo tenía algo extrañado pero también le gustaba, aunque prefería cuando lo hacían juntos y hacían el amor.

Mientras iba subiéndose los pantalones procesó que en la mañana el cepillo de repuesto de Bill estaba en su baño, y esa pequeña muestra le enternecía el pecho, porque era como si Bill viviera ahí, con él, incluso tenía ciertas mudas de ropa en su casa. Se imaginaba en un futuro viviendo junto a él, y le encantaba la imagen mental que tenía sobre ello. Ambos haciendo las compras, teniendo discusiones porque él querría hacer un menú para toda la semana y Bill seguramente diría que se cocinaría lo que se les antojara cada día, o se pelearían por quién no tendió la cama, o por qué deja la tapa levantada del inodoro.

Sonrió ante el pensamiento. Tendrían peleas, discusiones, pero al final del día, terminarían abrazados el uno al otro en su cama, viendo alguna película antigua a petición de Bill, o alguna comedia por orden de Tom.

Bill salió del baño, y le dio un beso corto en los labios.

—¿Vemos una película antes de que venga tu madre?


Tom asintió con una inmensa sonrisa que le llegaba hasta los ojos.

13 comentarios:

  1. Ahh! *^*
    no lo sé! se me pareció todo lindo TwT
    Tom ya conoció a su suegra xD lo más gracioso fue cuando Simone dijo:
    "Sí, el hijo de tu novio. ¿Dónde está tu papá, Tom? " xDDD fue gracioso porque hasta me imagine las caras que hicieron.

    Aw! le regalaron un minino a Andi! me pregunto quien fue el que se lo mando :O tengo mucha curiosidad por saber xD
    También lo que me causó gracia fue lo de Bill diciendo esas palabras "en la calle" xDDD fue divertido (??)
    Se me hizo demasiado tierno lo que pensó Tom, no lo sé; seria una escena tan tierna verlos así <3 ah! todos de acaramelados y comprando la despensa y todo TwT

    Me gusto mucho <3 como siempre, eres tan grandiosa, en cada capítulo me haces que quiera más.
    Espero con ansias el próximo <3 valió la pena esperar!
    Espero te encuentre bien.
    Besitos y corazónes gays :33

    ResponderEliminar
  2. Me matas de curiosidad con lo de Andreas, aunque creo que me imagino algo, tengo la idea...
    ¿En serio le comienza a gustar Gustav? xD ea! Gusti Pooh LOLOLOL

    Simone se dio una quemada con eso de ''debes ser el hijo del novio de Bill'' :S Joder... xD

    No puede ser que Bill sea tan pendejo xDDD. ''Pedazo de idiota'' eso sí que me sacó la carcajada.

    Me da tanto gusto que esos dos nenes sean felices juntos, pude imaginarme muy bien en lo que pensaba Tom en cuanto a vivir juntos. Sería genial.

    Qué agradable sorpresa tener el capítulo justo ahora, no sabes cuánto te lo agradezco :3

    Besos geis *3*

    ResponderEliminar
  3. Awww este capítulo ha sido tan amoor, demasiado para mí incluso :3

    Me encanta que Andreas por fin empiece a ser feliz y quizás hasta encuentre a alguien, quién sabe :D 1313

    Jajajajaja morí con lo del hijo del novio de Bill :') Y Tom siempre se pasa los medios rollos jajaja, cochita :3 <3

    ResponderEliminar
  4. Jsnbfasvhdfhavsghe fue tan tierno<333 juro que rio como estupida*-* nsbfhgfwe es que Tom es tan sajbfjkshfkvgh me dan unas ganas de apapacharlo *-* sbfhsvd ok, me voy, estare esperando el proximo<3

    ResponderEliminar
  5. Ahhhhhhh si así me dejaste al leer los pensamientos que tiene Tom de un posible futuro junto a Bill y compartiendo vidas, llena de experiencias de pareja, llena de amor ♥♥♥♥♥♥♥♥

    Cofcofcof pienso lo mismo que Tom respecto a el oral que le hizo Bill y bueno fue muy intenso, pero más allá de lo hot que resultó leer, me.deja claro el grado de intimidad que han alcanzado como pareja y lo "despierto" que se ha vuelto Tom. Me gusta eso.
    Andy, Andy tiene noviooooooo je bueno, no pero un pretendiente que lo conoce y sabe lo que le gusta. Eso me da ha entender que es uno de los chicos: Blue o Gus... aunque me sorprende que Andy quiera que sea Gus y bueno a nuestro batersta no le es indiferente. .. amor, amor por todos lados!
    Gracias Nadir por el capítulo, son de esas historias que espero con ansias!
    Bea.

    ResponderEliminar
  6. Oh dios, estos muchachos me hacen querer vomitar arcoiris.
    AYYYYYYYY QUE HERMOSO BILL LE HIZO UN WUAWUIS♥
    Y nada, no sé, mi perro está teniendo sexo al lado mío, lalala.
    Pinche Tobías, tan inocente que se ve.
    Y NADA, AMO CATORCE NADIR, AUNQUE YA SEA QUINCE, NO SÉ, QUIERO DEJAR UN BONITO COMENTARIO PORQUE EN REALIDAD APRECIO QUE TE TOMES EL TIEMPO DE SACIAR MIS FANTASÍAS CON ESTOS DOS JEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEEJEJEJEJ *inserte cara de tokita* te amo chau♥

    Ascanya.

    ResponderEliminar
  7. siiiiiiii me encanto el capitulo lo espere con ansias ok ahora solo espero que gustav se quede con andi se lo merece jeje, jajajaja no se por que me dio risa el comentario de las intimidades de bill y tom en la calle

    ResponderEliminar
  8. Gracias por dedicarme el cap. Tengo que decir que me emocionó más que le regalaran una gatita a Andi que la mamada de Bill xD
    Gus Gus, siempre velando por el menor del grupo, miles de codazones para él. Me gustó el capítulo, pero quiero más. Miles de besos.
    K.

    ResponderEliminar
  9. Como te dije ayer que recien me enteraba de que publicaste este capítulo, eh aquí me hago presente con mi humilde comentario.

    Primero la intriga, estoy desesperada por saber ¿Quién es el o la pretendiente de Andreas? Me carcome la curiosidad, hasta un gatito le a regalado *-*

    Simone metiendo las cuatro LOL!! Es como todos los adultos, dan por sentado algo que no es y la sorpresa que se llevó, lo que me gusta de esta mujer es que no se opone a nada en cuanto a la relación y se lo tomó muy bien.
    Es una madre como pocas.

    Uno de mis capítulos favoritos. Un abrazo de oso e_e


    Mayaneli :3

    ResponderEliminar
  10. HOLA!!!!!!!!! *w* no creas que lo olvidé, no, no :D solo que ahora por fin pude darle el tiempo que se merece para leerlo bien y sin prisas...
    Ayyyyyyyyyyy sdjhfjhjklf que lindo que Tom POR FIN! conozca a la mamá de Bill XDDD nuestro Tomi se está volviendo un niño todo hormonado XDD es divertido imaginarlo así despues de lo inseguro que era. Andy! ese tema me deja pensado tan tan tannnn quien será el pretendiente fantasma?????? me imagino a alguien pero no sé, ya veremos luego :D
    El otro día vi que pusiste que ya faltaba poco para el final???? noooooooooooooooooo pero si yo quería seguir creciendo con Tom XDDD hasta que estén viejitos y todo hehehehe bueno linda ya te dije millllll veces que amo lo que escribes, espero que lo sigas haciendo por muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuucho tiempo más!!
    Besos!

    ResponderEliminar
  11. Sólo a pasar a dejarte el comentario, perdona la brevedad, pero apenas tengo la oportunidad de sentarme con mi ordenador. Genial capítulo como siempre, aún no puedo creer todo lo que está pasando con Towi y Bill xD Saludos ♥

    ResponderEliminar
  12. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  13. Nooo pues me ha encantado XD ha tenido sus partes graciosas, como cuando Simone le dice a Bill que Tom tiene el paquete completo y Bill piensa "ni que lo digas" jajajaja lo mismo pense yo xD

    Y tambien su parte tierna, con Andi y su enamorado secreto :3

    Y sexys con ese Tom hormonal, que solo piensa en estar haciendo cositas con Bill xD

    Nos vemos en el proximo

    Atte. Lily V.

    ResponderEliminar