martes, 25 de septiembre de 2012

Fanfic: Catorce. Introducción.

Bueno ._. supuestamente iba a colgar el primer capítulo pero me olvidé que tenía introducción, así que eso publicaré primero. Dedicado a todas ustedes, y pues, una felicitación a Aelilim, mi querida C que hoy cumple añitos :3 y un agradecimiento a Aliss-R-Alemán por el banner.

Eh, es algo corto pero el primer capítulo lo compensará e.e

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Resumen: Bill se fue a la escuela militar dejando a un Once con ojos llorosos y un corazón henchido de esperanzas. ¿Podrán volver a encontrarse? Y si ese es el caso, ¿las cosas serían igual? ¿Once seguiría siendo Once a pesar de ya tener catorce años?

Segunda parte de Once.

Categorias: Slash
Personajes: Andreas, Bill, Famoso/a, Georg, Gordon Trümper, Gustav, Jörg Kaulitz, Original, Simone, Tom
Advertencias: Incesto - No relacionado, Lemon, Shota, Violencia Verbal
Género: Drama
Pareja Principal: Bill - Tom
Serie: De Once y demás números.
Capítulos: 3 Tabla de Contenidos
Completo: No Palabras: 6968

Introducción
Un año antes.

Simone había elegido su mejor traje, Gordon se había rentado un terno para la ocasión. Se trataba de la graduación de su hijo, por lo que les informaban en la carta de invitación incluso salía con honores por destacar en el cuadro de mérito por sus calificaciones. En cuanto Simone se había enterado, notificó a su exmarido y sonrieron juntos después de mucho tiempo, Bill se estaba regenerando.

Al llegar a la escuela vieron la aglomeración de gente para el ingreso. Cientos de padres orgullosos al igual que ellos de seguro. Cuando fue su turno pasaron y más adelante uno de los anfitriones los ubicó en su respectiva mesa.

Todo el auditorio estaba copado. Las palabras del director fueron breves pero motivadoras. Se dio paso a que presentaran a cada uno de los maestros, después a los tutores con apariencia temible, cada uno relatando los retos que significaban para ellos instruir a estos jóvenes que ahora serían un ejemplo para la sociedad, por su reformación como persona mediante los métodos más estrictos. Simone frunció el ceño, Bill ya no quería verla en las visitas del último año y solo recibía las cosas de forma autómata. Se preguntaba qué tantas cosas les harían allí.

—¿Qué sucede? —preguntó Gordon en voz baja al verle.
—No, nada —apresuró a contestar mientras fruncía la boca.
—Entonces estate atenta que pronto lo mencionarán. —Simone sabía que eso harían, que su hijo sería el primero en presentarse por… ser un caso especialmente difícil, se lo habían mencionado desde el comienzo, que era algo especial que aceptasen a un chico con una expulsión en su antecedente.
—Y sin más preámbulos, uno de los alumnos más aplicados de esta promoción: Bill Kaulitz. —Los aplausos se dejaron oír, y Simone lo buscó con la mirada. La expresión del tutor varió de un momento a otro y uno de los anfitriones subió al escenario y le susurró algo en su oído.

Simone pudo apreciar, al igual que el resto, el no muy discreto ‘¿Qué?’ que salió de boca del tutor. Algo no estaba bien. Gordon la observó y ella intentó pararse. Debían saber qué es lo que pasaba. El micrófono quedó a cargo de otro y el hombre fornido, y ya entrado en años, se dirigió hacia los padres.

—Señor y señora, Kaulitz ha escapado —vociferó.
—¿Qué? —soltó Simone mientras se sujetaba el cuello. Ya se comenzaba a sentir mal. Esto no podía estar sucediendo, era una pesadilla y se despertaría ahora.
—Lo que oyó, señora, su hijo no está en las instalaciones de la escuela. Y lo lamento mucho pero ya no podemos hacernos responsables de él. Esto correrá por su cuenta al ser ya un muchacho grande. Siento, en lo personal, una gran decepción, con lo bien que se le veía en los entrenamientos, incluso era uno de los pocos que se esforzaba a pesar de sus primeros intentos fallidos y demás —apretó los labios y frunció el ceño—. Una gran lástima.
—¿Cómo es posible que no se hayan fijado que un adolescente se escapaba? —cuestionó Gordon, con el rostro rojo de vergüenza y furia.

Simone rompió en llanto.

En la actualidad.

—Mierda, muere, muere, ¡muere! —gritó Tom mientras movía los brazos y hacía gesticulaciones de acuerdo a lo que sucedía en su juego. Andreas lo fulminó con la mirada, Tom seguía en lo suyo.
—¡Gracias, Tom! Para eso estamos los amigos, para escuchar cuando el otro cuenta como casi pierde la virginidad con otro tío y tu mejor amigo pensando en matar zombies, cosa que me parece por demás estúpida, por cierto —se quejó Andreas y le jaló una de sus rastas, a sabiendas de que recibiría un escarmiento por ello. Se cubrió con una almohada al Tom dejar a un lado su gameboy para empujarlo fuera de su cama.
—¡No me gusta que me toquen el pelo!
—Pseudo-pelo, te recuerdo que esa cosa parece que tuviera vida, ¿cómo duermes con eso sin temor a que te coma? —molestó. Tom rodó los ojos y se cruzó de brazos.
—No me molesta que seas gay, solo que… es incómodo escuchar tus relatos casi pornográficos de lo que hiciste y dejaste de hacer —dijo Tom con las mejillas algo encendidas. Andy se subió de nuevo a la cama y le observó incrédulo.
—Se nota que no has visto porno, ¿para cuándo, eh? Ya le vi la carita a la noviecita que te cargas ahora y muy del plan ‘andar a las manitas’ no la veo, uh —señaló Andreas.

Tom lo sabía, por eso no era ‘su novia’. Actuaba muy diferente a lo que él buscaba en una chica y se le pegaba mucho.

—No es mi novia —respondió con sencillez. Andreas arqueó una ceja—, es en serio, no lo es.
—Te besaste con ella, Tom, y si uno no necesita ser novio de otra persona para hacerlo… dime cuándo me acompañarás a salir, que a donde voy hay muchas personas con tu misma forma de pensar, eh —le codeó. Tom negó con la cabeza, no iría a salir con chicos, simplemente no—. ¿Sigues pensando que los hombres mordemos? Te recuerdo, eres uno.
—Déjame en paz, no me gustan los chicos —volvió a sujetar su gameboy pero Andreas se lo arrebató de las manos y le obligó a que lo mirase.
—Veme a la cara y dime que no. Porque te recuerdo que andas con ese ánimo desde que te dejaron de llamar. —Tom deshizo el agarre con brusquedad.
Salir con chicas por unos días, o no hacerlo verdaderamente. Se sentía cruel, pero así era la vida, no siempre justa y la mayor parte de las veces cruel.
—Soy hetero, y punto, ¿ok? —volvió a ensimismarse en el juego cuando sintió algo contra su muslo.
—Tómalo, lo vi en tu buzón, deberían revisarlo más seguido —mencionó Andreas. Tom observó de reojo el objeto que tenía contra sí y detuvo el juego. Una carta.

Sin remitente y a su nombre. La abrió y encontró una nota que desglosó frente a los ojos curiosos de Andreas.

«Querido… Nah, esas son mariconadas. Once, soy Bill, sí, el mismo que te jodía cuando tenías tus once años recién cumplidos (no lo dejaré pasar nunca), ahora tienes catorce años pero me da igual, para mí seguirás siendo ese mocoso que parecía niña. Uhm, nos veremos pronto. Promesa.
Cariños y mordidas.
Bill.»

Sus manos le temblaron y se mordió el labio, olvidándose por completo de la perforación que tenía allí.





5 comentarios:

  1. Qué emoción!!!! Ahhh estarán juntos de nuevo yupiii. Muero por leer el capítulo 1 y saber qué sigue jeje. Gracias hermosa! Me sentía muy mal por este resfriado horrible que traigo, pero ahora me siento mucho mejor. Eres genial!! =D <3 <3
    Besos y abrazos desde México ^^

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  2. Por fin empezó Catorce!! :3 Sube pronto que tengo muchas ganas de leer esta temporada, me quedé como por el 4 y quiero ver como sigue! :D Besos <3

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  3. Wow increible capitulo Nadir, en una parte me dan pena los padres de Bill, sobre todo la madre que esperaba que el hubiera cambiado. No debe ser facil criar a alguien como Bill, aunque si el es asi la culpa en parte es de sus padres... Espero que subas pronto porque me muero por seguir leyendo <3 Besos

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  4. Uf que emoción, si bien ya lo habia leido en thf, siento como si fuera la primera vez ;-)

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