jueves, 6 de febrero de 2014

Drabble: Cuestión territorial.

Disclaimer: Las personas reales no me pertenecen, lo demás sí. No busco lucrar con esto.
Bueno, tengo sueño, pero estaba escuchando música y se me ocurrió esto. 

Título: Cuestión territorial.

Autor: kasomicu.

Rated: G.

Categoría: Slash.

Resumen: Tom casi siempre iba al cuarto de Bill.

Advertencia: Twincest, shota.

                                                                         Capítulo único

Bill miraba el techo desde el suelo mientras se rascaba su plano abdomen. Estaba en su habitación, escuchando a David Bowie. Ya había terminado sus deberes y no sentía ganas de salir de casa, al menos no ese día. Podrían llamarlo ‘sentirse deprimido’ o ‘nostálgico’, Bill lo llamaba pereza.

Alguien entró sin pedir permiso y tiró ropa que estaba regada sobre la cama de Bill al piso. Solo había una persona con ese nivel de descaro, y ese era su gemelo, el cual venía con sus rastas sueltas y unos audífonos puestos, también masticaba goma de mascar. Bill lo miró curioso, sujetó una de las prendas caídas, la hizo una bola y se la lanzó a su hermano.

—¿De qué sabor es? —curioseó Bill, Tom se quitó uno de los audífonos y lo miró confuso—. Que de qué sabor es.

Tom se agachó y acercó a Bill, y le pasó el chicle con la boca. Bill masticó y cerró los ojos. Sandía.
Tom se volvió a acomodar el audífono y se sentó como indio junto a Bill, mirando al techo, intentando encontrar el interés que tenía ver las musarañas. Pero dentro de sí sabía que no, que su hermano en realidad solo miraba el techo por hacerlo, sin razones ocultas, era algo que le gustaba de él, una de las muchas cosas que le gustaban.

Otra cosa que le gustaba era su cuarto, por más que estuviese completamente desordenado, no es que él fuera un experto del orden, sin embargo, Bill le ganaba armando desastres a su paso, le daba un aire de libertad, la música, los discos regados, los apuntes para canciones, algunas frases que leía en algún libro, pero sus accesorios en un lugar especial, todo se sentía tan correcto allí, como si fuese todo un ecosistema.
Pero Tom ahí si bien siempre era bienvenido y tenía un lugar, no tenía un lugar fijo como los accesorios de Bill, tenía un lugar que este le determinase, el que le ordenase de forma implícita.

Con Bill en su habitación todo pasaba lentamente, él le decía que se sentase sobre la cama, que se quitase los audífonos para luego montarse a horcajadas sobre Tom y besarlo con premura, al ritmo que él decidiese, porque era su cuarto, su territorio, sus normas.

Si fuera la habitación de Tom, las reglas serían suyas. Pero no lo era, y quizá por eso siempre Tom era el que iba al cuarto de Bill.

3 comentarios:

  1. Esto es hermoso. Lo del chicle me recordó a Caramelo de Naranja :3. Gracias por alegrarme la noche.

    Hoy no tengo mucho que decir...

    Te quiero, gei. Besitos.

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  2. Cuut!!

    Ups, era con "e". Tu sabes, yo y mi desastroso inglés.

    Te quedó lindo y redondito.

    Bxs nena.

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  3. Bueno es cierto, tu territorio, tus reglas, asi es siempre o casi siempre, a menos que deje que el otro invada tu mente y cuerpo y la reclame como suyas...

    Hermoso!! Nos vemos pronto

    Atte. Lily V.

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