Capítulo 28: Once y Catorce
Tom
apenas salió de su escuela fue en dirección a la universidad de Bill,
esperándolo de brazos cruzados hasta que saliera. Cuando lo vio, se le acercó
corriendo y entrelazó sus brazos en su cuello, besándolo de forma tal que
impedía cualquier rechazo.
Bill dejó
por un momento de pensar y sujetó a Tom por sus muslos apoyándolo contra un
árbol. Tom sintió su respiración acelerársele y su pecho calentarse. Su novio
le estaba haciendo caso.
El moreno
rozó su nariz contra la de Tom y luego le llenó de besos el rostro, lo bajó con
delicadeza y luego acarició su rostro, recobrando la compostura y mirándolo con
amor, pero también con algo que Tom no supo identificar pero era nostalgia.
—Necesitamos
hablar —dijo Bill.
Tom
asintió.
…
Llegaron
a casa de Bill, y cuando abrieron la puerta Simone miraba fascinada a una bebé
que estaba jugando en el suelo, mientras que ella estaba sentada junto a una
mujer atractiva de cabello castaño y ojos verdes vestida formal que traída una
carpeta en su regazo.
Bill
frunció el ceño confuso, Tom lo observó interrogante.
—Hola,
hijo, hola, Tomi. Ella es Isabella —presentó Simone con una expresión
inescrutable. Bill miró a la mujer y entrecerró los ojos.
—Pero eso
Bill ya lo debe saber, ¿Bill cierto? Yo te conocí como Kaulitz simplemente,
cabo Kaulitz de cariño, ¿no? —comentó Isabella. Tom se sintió fuera de lugar.
—Bella
—dijo Bill, como si entendiera recién—. ¿Qué haces aquí?
—No me
ves hace más de un año desde Dresden y preguntas solo eso, ni un ¿cómo estás?
¿Qué ha sido de tu vida? Ni nada —se quejó.
—¿Cómo me
encontraste?
—Mandé a
buscarte.
—Bill,
¿quién es ella? —preguntó Tom por fin.
—La
primera mujer con la que me acosté al salir de la escuela militar —soltó Bill
con simpleza.
—Solo
eso, y no hubiera trascendido de no ser por lo que pasó después —señaló
Isabella a la bebé que tenía un cubo en la boca.
—Un
momento, ¿qué insinúas? —cuestionó Bill, con la expresión alarmada.
Tom
empalideció. La bebé era hija de Bill.
—No
insinúo nada, digo lo que es. Robbie es tu hija.
Simone se
levantó y sacó un portarretrato de un aparador.
—De
hecho, hijo, es cierto. Mira, es idéntica a ti —le mostró la foto, Tom también
la miró, era de un Bill muy pequeño, rubio, con una naricita respingona y los
ojos ámbar.
Tom
observó a la criatura, la cual botó el cubo y le sonrió extendiéndole los
brazos para que la cargara. Eran iguales. No supo cómo sentirse.
Bill pasó
la mirada de Isabella, a Robbie y luego a su mamá, sintiendo que le comenzaba a
faltar el aire.
—Necesito
una prueba de paternidad —fue lo que dijo por fin.
—De
acuerdo —cedió Isabella, aunque su expresión denotaba enojo.
—¿Qué es
lo que buscas con esto? ¿Qué te dé una manutención?
—No,
quiero que te quedes con ella —declaró como si nada.
—¡¿Qué?!
—Isabella,
la bebé no es un objeto que puede dejarse como si tal cosa —arguyó Simone.
—Mire,
señora, me he hecho cargo de ella, la he llevado en mi vientre y me he
mantenido en este país el tiempo suficiente pero debo volver a mi país, tengo
una vida allá. Un trabajo, un novio con el cual planeo casarme. Simplemente un
hijo no estaba en mis planes, y si no lo aborté fue porque va en contra de mi
iglesia —confesó Isabella—. Aparte, puedo armar todo un embrollo legal debido a
que soy abogada y conozco a los mejores. No le convendría en nada a su hijo.
—Oiga,
tampoco nos amenace —dijo Simone.
Tom
quería salir corriendo de allí.
—Déjala,
madre. Que se haga lo de la prueba de paternidad, y si esta criatura es mía me
la quedaré.
—Bill, no
tienes un trabajo fijo ni que te da el dinero suficiente…
—No
pienso dejar que esta bebé esté en manos de una mujer tan fría como Bella, que
pareciera que no le dolió parirla —comentó Bill con una mirada seria.
La mujer
era mayor que Bill, y muy bella, pero Bill tenía razón, por como hablaba sonaba
que no tuviera corazón.
—Entonces,
¿lo hacemos hoy mismo?
—Vamos
—sentenció Bill, sujetando de pronto la mano de Tom, el cual miró el gesto
sorprendido.
Isabella
cargó a la bebé de forma un tanto brusca y salieron de la casa.
—No sé
por qué insistes en llevar a tu amiguito.
—Es mi
pareja —hizo respetar Bill a Tom. Isabella los observó perpleja pero no soltó
palabra, no conocía bien a Bill, pero su expresión le hizo saber que era mejor
mantenerse así.
…
A Bill le
habían quitado sangre, y a la pequeña también, el moreno no quiso irse de allí
por si a Isabella se le ocurría alterar la prueba. Así que estuvo un par de
horas sentado junto a Tom, en silencio, uno por demás incómodo, pero sin dejar
de tomarse las manos.
—Siento hacerte
pasar por esto, Tom. Solo que no quería estar solo —dijo una vez que estuvieron
a solas. Tom asintió.
—No te
preocupes, yo te apoyaré en todo, Bill.
Bill
sintió algo en su pecho doler, y sabía que era culpa, culpa por saber que lo
iba dejar, a sabiendas que era por su bien pero que sería doloroso.
Igual
tendría que tardarse un poco si es salía positivo.
Isabella
regresó del baño de haber cambiado de pañal a Robbie y los especialistas
vinieron con un folio.
Bill miró
a la bebé, no sabiendo cómo sentirse con respecto a ella.
—Bueno,
como sabrán, la tecnología avanzada nos permite saber en menos tiempo y con un
mayor exactitud si la criatura tiene o no un porcentaje de parentesco y en base
a ello se puede saber si es el padre, y bien, en resumidas cuentas: usted sí es
el padre de la criatura. Aquí puede comprobarlo por usted mismo —le pasó el
folio con los resultados, pero Bill se quedó congelado en su sitio con los
papeles en su mano.
Recién lo
asimilaba, era papá.
Observó a
la bebé de nuevo, teniendo la necesidad de sentarse de nuevo. Ella le sonrió
achinando los ojos, e Isabella lo miró.
—Haremos
los arreglos de la custodia —sentenció Isabella—. Todo eso se podrá hacer en un
mes, si gustas puedes ir quedándote con ella para que vayan conociéndose.
Bill
soltó a Tom y sujetó a Robbie, la cual movía las manitas en dirección a Tom,
balbuceando y dando botes.
—Hola,
bebé —saludó Bill, captando la atención de la pequeña, Bill no lo notó pero sus
ojos estaban aguándose.
Tom sí se
percató, por lo que se acercó, acariciando la espalda de Bill, cuando Robbie le
sujetó una de sus rastas. Con la manita libre tocó la cara de su papá y ladeó
su rostro, algo confundida. Tom sonrió e intentó que soltara su rasta, no
consiguiéndolo, se limitó a seguir riéndose.
En realidad
sí era muy parecida a Bill, tenía unos ojos enormes de color avellana igual que
su papá. Aparte que tenía las facciones redondeadas pero finas como Bill, o eso
le parecía a Tom.
Bill besó
la pequeña mano de Robbie y le sonrió.
…
Tom
estaba cargando a Robbie en el sofá mientras ella jugaba con sus cubos. Bill
hablaba con Simone en la cocina, diciéndole que la bebé se iba a quedar con
ellos y que había salido positivo, aunque eso no le sorprendió a la pelirroja.
El de
rastas ya le estaba tomando cariño a la pequeña, en especial porque era hija de
Bill. Aparte que era bastante cariñosa y juguetona.
—En
realidad es una gran responsabilidad la que tienes a tu cargo a partir de
ahora, no puedes ni contigo mismo, no me quiero imaginar cómo será con la bebé,
no sabes cambiar pañales, ni calentar la leche para el biberón, ni… —Simone
siguió soltando su sermón, mientras Bill asentía con expresión cansina.
—Pero
puedes enseñarme y ya luego lo haré solo —dijo Bill, sonando fastidiado. Simone
soltó un sonidito de desaprobación pero terminó por asentir.
—¿No ibas
a hablar con Tom?
Bill miró
a su novio jugar con su pequeña y se le enterneció el corazón.
—Obsérvalos,
aún no puedo decírselo.
—Tarde o
temprano se terminará enterando que te irás a estudiar a Francia, Bill.
—Mejor
tarde que temprano, madre —farfulló Bill.
—Te
llevarás a la pequeña me imagino.
—Evidentemente
sí, la custodia la tendré yo. Solo que en un mes recién me iré con ella. Te
extrañaré, mamá —dijo Bill, Simone se acercó y se abrazaron.
—Yo
también, mi amor. Como me gustaría que hubieras conocido a tu novio cuando
fuese más grande, así no tendrías que hacerle pasar por ningún sufrimiento —mencionó
Simone. Bill miró de nuevo a su novio jugando con su hija y deseo poder nunca
separarse de ambos.
…
De camino
de regreso a la casa de Tom, este lo observó curioso, notando que Bill estaba
pensativo y no le soltaba la mano.
—¿Y qué
era eso que me querías decir, Bill?
—Yo… —empezó
Bill, no teniendo la valentía para mirarle a los ojos.
Tom acarició
su mano, instándole a que hablara.
Bill apretó
sus párpados y dejó de caminar. Observó a Tom con determinación y lo tomó por
el rostro para luego besarlo con intensidad durante un corto lapso.
El corazón
de Tom se aceleró y sintió un tirón en su ropa interior. Sí que le faltaba
sexo, pero no con cualquiera, sino con SU Bill.
—Vamos —sentenció
Bill, y sin más explicación, jaló de su mano.
Y Tom lo
seguía, porque lo seguiría hasta el fin del mundo
…
Bill lo
llevó a un sitio donde tatuaban y hacían piercing. Tom estaba confundido.
—¿Qué hacemos
aquí?
—¿No es
obvio? Vamos a tatuarnos. Quiero que en tu piel quede grabado lo que siempre
serás para mí: mi Once. Y en mi piel quedará grabado: Catorce, para recordar
que a esa edad nos volvimos a ver. Será como los anillos de boda —farfulló
Bill, besándolo de nuevo y acariciando sus mejillas. Tom sintió que pisaba
nubes, por más gay o de niña que sonase, luego de haber pasado por la casi
indiferencia total a luego pasar a esto en realidad le hacía sentir de maravilla,
con un calorcillo en el corazón y bichitos insistentes en su vientre.
—Pero mi
mamá podrá verlo.
—¿Quién
dijo que estará visible? —le dijo con una sonrisa pícara.
Se acercaron
al que al parecer era conocido de Bill, y le tenía confianza y Bill eligió la
letra para el tatuaje y la magia comenzó luego de que el chico, llamado Brian,
hiciera el bosquejo.
Tatuaron a
Tom cerca de la cadera derecha y Bill besaba su mano para que aguantara el
dolor. Aunque Tom no era ningún quejica, pero debía admitir que dolía, pero
valía la pena, qué carajos, sí que lo valía.
Luego fue
el turno de Bill, usó el mismo tipo de letra pero decidió hacérselo en el
antebrazo izquierdo, fue un tatuaje que se tardó más al ser más grande. Y todo
lo que hacía Bill mientras lo tatuaban era mirar a Tom con adoración.
Al salir
compraron en la farmacia la crema para la cicatrización de sus tatuajes y
siguieron sin soltarse de las manos.
Llegaron tarde
a casa de Tom, Bill subió por la ventana porque quería pasar la noche con él.
—A partir
de ahora, estaremos unidos para siempre —dijo Bill en un susurro, sujetando del
rostro a Tom y con su propio rostro casi pegado al suyo, notándosele los ojos
aguados.
—¿Qué tienes,
amor?
—No
importa lo que pase, quiero que sepas que te amo, ¿ok? Te amo y siempre te
amaré —masculló Bill, besándolo repetidas veces para luego dejarlo caer sobre
la cama y comenzar a desvestirse.
Si Tom se
sentía confundido, prefirió guardárselo para otro momento y decidió entregarse
a los brazos de su novio, recibiendo el amor que tanto le había faltado, y
sintiéndose completo.
Aww Bill no se si compadecerlo u odiarlo, es que noo por que va a dejar a Tom por que se complica por que lo daña así aw quiero golpearlo. Mi pobre Tom.
ResponderEliminarEsto es lo más hermoso y lo más triste que has escrito para un final de capítulo, estoy triste y emocionada, Bill lo ama y le esta dando un regalo hermoso, la oportunidad de tener experiencia y poder elegirlo a el después de haberla obtenido.
ResponderEliminarLamentablemente estoy segura que Tom no lo verá así y será el momento más doloroso de su vida y esta parte de su existencia será la más triste, si antes pudo bloquear el dolor tratando de olvidarlo y no pensar en el, ahora le será imposible por todo lo vivido y el amor entregado, será un infierno.
Quiero leer más porque soy masoquita y me gusta la tortura emocional XD te adoro Nadir, eres una escritora genial :')
Atte. Lily V.
Que triste, no puedo creer que Bill se vaya, pero en verdad que tonta decision el dejar que experimente, acaso el no se da cuenta que cuando se ama no importa nada mas. En fin, solo espero que regrese y que tu historia continue, por que no la vas a dejar ahi no??? Que se reencuentren de mas grandes!!! Ayyyyy como voy a extrañar tu historia y los amores de estos dos. Y como cereza del pastel Bill tiene una bebe!!! que capitulo mas emocionante y triste. Que no acabe!!!
ResponderEliminarEstoy triste u.u fue lindo y dulce pero me deja sabor a despedida, sigo sin entender a Bill, si encuentras a tu alma gemela no debes dejarla ir, no importa nada más. La pequeña me alegró el corazón, y sería lindo que pudieran formar una familia y toda la cosa, aunque Tom sea joven y Bill también, pero el Billow se va a Francia así que no sé nada T_T
ResponderEliminarPeor al saber que puede que todo acabe el próximo capítulo... Más triste no me puedes dejar u.u
Pero igual lo amé, eres genial!!!
Abrazos linda!
Ya te comenté en thf, pero no pude pasar por alto eso que el próximo capítulo es el final :'( :'( :'( es raro este sentimiento, quiero el siguiente capítulo, pero a la vez no quiero que acabe porque voy a extrañar a catorce horrores!
ResponderEliminarComo comenté la vez pasada, no es que se vayan a casar con Tom teniendo quince años, es un compromiso a futuro y Bill tiene que entender que Tom no se está perdiendo de nada porque lo tiene a él. Ya que es inminente que se vaya a Francia, solo espero que no terminen y que ss sigan viendo, no quiero ver sufrir a ambos.
Hermoso y triste capítulo, ya lo había dicho, pero no está de más repetirlo. Y ya tienen una niña! Su matrimonio (porque yo sé que se casarán) en cierta forma ha sido bendecido con una hija.
Besos geme, ¿en serio es el penúltimo?
*se larga a llorar*
¿Qué? ... ¿Cómo? ... ¿Catorce se acaba? No... Nooooouuu :ccc
ResponderEliminarPor otra parte, que linda que es la bebé de Bill :3 Pero noooouuu, no, no puede irse. NOOOOOOOUUUUU!! :cc La continuarás, ¿verdad? Si es así no tardes :ccccccc
¡Tenía razón, es la hija de Bill! DDDD:
ResponderEliminarNo sé qué decir, me he quedado muy sorprendida.
Puta madre, qué feo que tengan que separarse, quiero llorar ;n;
Cuando supe que se iba, recordé esa canción que me pasaste una vez... Ne Me Quitte Pas...
Voy a extrañar muchísimo este fic, Once y Catorce son muy especiales para mi. Ay :'(
Pues como dije, me he quedado sin palabras.
Gracias, gei. Muchos besitos, te quiero. *3* <3
Pobre Tom sufrirá mucho, maldito Bill con sus inseguridades le hará daño a om, dicen que el tiempo cura todo pero yo dudo que Tom se recupere ya, que Bill fue el primero de todo en su vida.
ResponderEliminarGenial ahora quiero leer el próximo capitulo aunque se que llorare
gracias y un abrazo rompe costillas
Nooooo!!! Bill no puede irse y dejar a Tom así :'( Por qué siempre pasan cosas malas en las historias? u.u
ResponderEliminarY tiene una hijaaaa!! No es que me sorprenda, algo debía de salir de tanta revolcada por ahí jajajaja xD
Besitos Nadir ;3
Es.... guau, MEH, ya que has dicho que posiblemente el próximo capítulo sea el final... no podremos ver un happy ending? Parece difícil pero... me gustaría verlo, suerte con la serie! :)
ResponderEliminarQUE???? Billll es un malditoooooooo como que catorce se acaba????? habra continuacion no???? nos n dejara a tom sufriendo???? HAHAHAH has otraa wed continuacionn y que Tom se convierta en un rebelde hahahahaha continualaaaaaaa Besitoss =)
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