Título: Tom, violinista del mar negro
Autor: kasomicu.
Rated: +16.
Categoría: Slash.
Advertencia: Universo alterno, twincest no relacionado, horror, muerte de personaje.
Resumen: A Tom le encantaba fijarse en los detalles, porque sabía que el resto no los notaba.
Disclaimer: Las personas públicamente reconocidas se pertenecen, las ideas del corto le pertenecen a sus dueños, lo demás sí es de mi autoría. No se busca lucrar con esto ni ofender a nadie.
Capítulo único
La casa era ruidosa, muy ruidosa, la madera de la
cual estaba hecha se llamaba balsa, y lo beneficioso es que era ligera, entre
otras propiedades que le había mencionado su marido antes de que el mar negro se lo tragase; en realidad no
era el verdadero mar negro, era un río y estaba altamente contaminado.
Jörg había sido pescador, no comprendía Simone por
qué, eran causas perdidas, los peces de ese río siempre estaban muertos y solo
les implicaba más gastos, pero desde siempre él había sido así, un soñador: el
defensor de causas perdidas.
Podía recordar cuando le pidió la mano, cómo su
madre había arrugado el entrecejo y fruncido los labios, pero Simone lo
aceptaba, a Jörg con su anillo hecho de hilos delgados de lana. Luego le dijo
que quizá no podría darle diamantes como los que usan la gente de dinero, pero
podía ofrecerle una noche con miles de estrellas en el firmamento. Jörg la
hacía feliz, la hacía tan feliz, aunque su madre dijera que era un fracasado.
Cuando fueron a esa casa y Simone no podía
simplemente dejar a su madre, así que la llevó consigo. Luego vino Tom, y al
menos Alice se entretenía cuidando a su nieto en lugar de gritarle a Jörg.
Jörg le enseñó mucho de canciones a Tom, de los
detalles que la gente deja de ver, le regaló un violín. “Lo volvió otro soñador como él, y un neurótico, porque se fijaba en
los detalles, de forma obsesiva, enfermizamente obsesiva”.
A Tom le encantaba subirse al techo a entonar su
violín, era su forma de atraer a los peces, en búsqueda que alguno fuera el que
se tragó a su padre. “Pero los peces
están muertos en ese ‘mar’ sin vida”, decía una voz en su cabeza.
Tom había perdido algo cuando su padre había muerto,
y Simone lo comprendía, ella estaba embarazada de gemelos y lamentaba demasiado
que nunca pudiesen conocer a su padre, el soñador.
…
El suelo crujía y era de noche. Tom lo sabía, pero
también sabía que su abuela tenía el sueño pesado, y que su mamá estaba a una
distancia grande del cuarto de Alice, por lo que no escucharía nada.
―Abu, lo siento, yo necesito que tengas ojos solo
para mí. No para ellos ―musitó Tom cerca de la arrugada cara de su abuela, para
luego sacar el afilador de carnicero y sacarle los ojos, provocando que la
mujer se despertase entre chillidos y chorrease sangre por todos lados.
…
Simone estaba echada en su cama cuando escuchó los
gritos, quiso levantarse pero le dolía el vientre, cuando de pronto notó tenía
sangre entre sus piernas y la cama.
El problema es que Simone no tenía en cuenta los
detalles, a diferencia de Tom, el cual solo veía a su madre como alguien quien
le quitaba tiempo con su padre, y quien lo mandaba a pescar, permitiendo que
nunca pudiera volver. Tom le brindó infusiones, que en realidad estaban hechas
con yerbas abortivas por lo que ella tendría problemas si es que los fetos
seguían vivos.
Pero no había quién podría ayudarle en ese estado,
ya que su madre estaba desangrándose en el otro cuarto.
…
Era de mañana, algo temprano pero no demasiado.
Tom tocaba el violín en el techo, viendo hacia el
horizonte. Sintiéndose algo adolorido porque su abuela lo hirió al intentar
defenderse. Más le dolió que ella lo hubiera hecho, a las heridas per se.
Tuvo que meterle el afilador en la cabeza para que
se callara, porque su voz le molestaba. Luego fue su madre quien no se callaba
y se arrastró por el suelo ruidoso, así que Tom debió golpearla en la cabeza.
Luego no soportó más con todo y salió con su violín
a tocar Tocata y fuga de Bach.
Desde arriba vio una pelota rebotar hasta la parte
de delante de su casa, frunció el ceño porque habían interrumpido su
concentración con el sonido del rebote y bajó a ver quién era el dueño de la
pelota.
Se encontró con un muchacho de su edad
aproximadamente, y sus ojos brillaban mucho, su piel era bonita y parecía un
ángel.
“Lo
quiero”, pensó.
―Hola, mi nombre es Bill y mi pelota cayó aquí, lo
siento, ¿puedo cogerla?
―Claro, ¿vives cerca de aquí?
waaaaaaaaaaa, te quedo genial, me encanto,sobre todo ame el final awwww es tan lindo. Awww quisiera continuación, pero ya tienes otros trabajos en manos, espero que sigas creando cosas tan bellas por un buen tiempo :)
ResponderEliminarBesos y un abrazote nena ;)
Sólo tú puedes escribir estés tipo de cosas... Como para una secuela *-*
ResponderEliminarJoder, no sé por qué no había leído esto D:
ResponderEliminarPero me gustó mucho, y más acompañando la lectura con la versión de Tocata y Fuga que dejaste, es preciosa.
Muy buen drabble C:
Te quiero, gay <3
Waoo en serio era espeluznante este Tom D: y tuvo un muy buen final :3
ResponderEliminarAtte. Lily V