viernes, 7 de junio de 2013

Fic: Furryland por kasomicu y Akkele. Capítulo 3.

Sup. Sé que ahora la mayoría está leyendo en thficción pero seguiré colgando aquí debido a que me falta actualizar allá, ya saben, todos mis fics que son bastantes y los estoy beteando de paso (en lo que se pueda). Así que les traigo el capítulo tres. Este Bill tiene un carácter especial.


Capítulo 3


Bill caminó tras los pasos del conejo, que movía juguetonamente su pequeña cola esponjosa en señal de felicidad. De vez en cuando volteaba la mirada para evitar que alguien los siguiera, y se sentía complacido consigo mismo por conseguir lo que quería: un lugar donde pasar la noche; y con la suerte que tuvo, más que un par de noches con comida y leche incluida. Claro, porque esa era su intención inicial al salvar al conejo del zorro... o eso quería hacerse creer.

~o~

Tom pasó el umbral de su casa, no sin antes indicarle a su héroe gato cuál era su ventana de su cuarto para que pudiese pasar. Al ingresar a su lar, los ojos reprochadores de sus padres y hermanos le esperaban.
—¡Thomas Karnickel! ¡¿Cómo es posible que salgas sin permiso de la casa y te expongas a los cuantiosos peligros que andan al acecho?! ¿Estas son horas de llegar? ¡Dime qué ha pasado! —chilló su madre con desesperación.

—Hijo, estoy decepcionado —dijo por su parte su padre, mientras negaba con la cabeza consecutivas veces.

Su hermano mayor abrazó a su madre, mientras que su otra hermana se acercó a él, para luego sujetarlo de una pata.

—¿No te hiciste daño, verdad? —Le dijo con la voz nerviosa, Tom negó avergonzado por su acción—. Qué bueno. —Lo atrajo hacia sí para abrazarlo—. Nos preocupamos mucho por ti, eh, pequeñuelo —le susurró. Tom sintió un deje de culpa y su hermana lo soltó. —Anda Tomi, ve a tu habitación, te dejé galletas de zanahoria y leche —le guiñó un ojo y él asintió, viendo con tristeza a sus padres y hermanos.

Dio brincos menos enérgicos al subir las escaleras en pos de su cuarto, y antes de que desapareciera por ellas, escuchó el sonoro aviso de su padre:—¡Jovencito, estás castigado!

—Ujum... —Pocas veces resultaba castigado, pero le parecía una sanción justa. No siempre iban a estar sus hermanos defendiéndole y adjudicándose las pequeñas faltas. Eso le hacía sentirse algo más maduro, estaba algo emocionado. Aunque su ánimo, en mayor proporción se debía a su reciente visitante heroico, pues podría estar más tiempo enterándose más sobre él.

—¿Estás ahí? —preguntó al abrir la puerta de su alcoba.

Pero, el silencio fue la única respuesta que obtuvo. ¿Acaso Bill le había timado?

Sintió un retorcijón en su pequeño pecho. No se había sentido así antes. Bueno, quizás sí. Se sentía... ¿Traicionado?

¿Por qué? Si era él mismo, quien debía tanto a su salvador.

El aire se le acumuló en el pecho antes de expulsarlo como un sollozo.

Pero segundos después, escuchó un ronroneo. Se restregó los ojos y al observar su cama, se alivió.

Bill estaba desparramado, reposando sobre las blancas sábanas. Un hilo de saliva caía por la comisura de sus labios.

Tom soltó, sin poder evitarlo, otra de sus conocidas risitas. Bill se reincorporó y lo asesinó con la mirada.
Tom se mordió el labio e instintivamente se tapó la boca con sus patitas.

—Regla número uno: NO ME MOLESTES AL DORMIR. Como todo gato, prácticamente la mayor parte del tiempo duermo, y tú con tu odiosa y chillona risa estridente no me despertarás de ahora en adelante, ¿de acuerdo?—advirtió Bill aún con su mirada pesada.

Tom asintió varias veces.

—Número dos, quién sea que te haya dado estas galletas, dile que no te las dé de nuevo. Preferiría algo de mejor calidad, o que incluya más leche y... pescado, sí, pescado —demandó Bill, mientras mirada a un costado y se pasaba la lengua por los labios imaginando ese bocadillo.

Tom frunció el ceño. —Pero las galletas son mías...—Hizo un puchero al decirlo, Bill chasqueó la lengua.

—A partir de ahora nada te pertenece porque yo soy tu amo, ¿está bien? —Lo fulminó con la mirada, y Tom asintió haciendo más prominente su mohín.

Bill bebió la leche que se hallaba en el vaso y rodó los ojos con un placer recorriéndole todos los sentidos. Al recuperar la visión tras esta nublarse, levantó la pata y apuntó en dirección a Tom con su garra.

—¡Qué sigan haciendo la leche como la estén haciendo! —dijo Bill con la respiración agitada y se dejó caer a la cama tras acabar con el contenido del vaso.

Tom lo miró curioso y se acercó con sigilo al costado de este, observando cómo de pronto había vuelto a caer rendido al mundo de los sueños y ronroneaba plácidamente en su cama.

Quiso decir algo pero se mordió el labio y meneó la naricita rosada. Le gustaba el panorama de Bill durmiendo con su bigote de leche. Contuvo su risilla, y se sonrojo con fuerza al percatarse de los pensamientos que discurrían por su mente.

Tom, por ponerse nervioso frente a sus propios pensamientos, terminó cayendo sentado en el piso. En ese instante fue donde se percató de lo que pasaría.

—¿Dormiré en el suelo?

Un sonido de disgusto le hizo taparse la boca de nuevo. El centello de un par de ojos caramelo resplandeciendo maquiavélicamente le hicieron temblar.

—¿Cuál era la regla número uno? —Dejó la pregunta al aire Bill. Porque al instante sujetó a Tom y lo acercó a él.

—No moles-s-tarte al-al... dor-mir —tartamudeó Tom y después tragó saliva al sentir el aliento de Bill rozándole el rostro.

—Conejo malo —terminó por decir Bill, para luego poner a Tom boca abajo y darle unos azotes.

—¡Ough! Por favor. ¡Detente! ¡Duele!

El felino estaba totalmente enojado, y sólo quería desfogar su cansancio y fastidio. Pero para mala suerte de Tom, era el único a disposición.

—¡Creo que entiendo porque ese zorro estuvo a punto de deglutirte! —Luego de un último azote, pudo escuchar que Tom había estado gimiendo, adolorido—. Eres tan irritante. Pff.

Dejó al de pelaje blanco encogido sobre el piso, sollozando.

—Para de llorar...

Pero no, el molestoso llanto no cesó. Bill se cubrió con uno de los almohadones que eran muy blandos y cómodos.

—¡Cállate! —Le lanzó uno de ellos con tanta fuerza que Tom se sobresaltó, y comenzó a hipar de forma estrepitosa.

—Bueno, al menos has dejado de...

Y Tom siguió llorando.

Decidió ignorarlo. Y dio buenos resultados.


Poco a poco, minuto a minuto Tom iba apaciguando su respiración. Hasta desaparecer los gemidos. Sólo se oían ambas respiraciones.

8 comentarios:

  1. Cuando dijiste que tenía un caracter especial no me imagine que tanto... le pegó a Tom DD:
    Pero bueno, a esperar el siguiente capítulo para ver que pasa e.e
    Gracias :D

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  2. Si, ya sé, vas a decir que te perturbo...

    Pero ¿tienes idea lo sexys que encuentro las colitas de conejo moviéndose justo como describes la de Tom? (En un animal antropomórfico, duh. No es que me vayan los conejos....

    Leer "enterándose" y entender "enterrándose"... creo que no debo leer apenas me despierto.

    AWN!!! cosa más mona, Bill/Gato ronroneando dormido sobre la cama de Tom.

    LOOOL; el glotón de Bill se comió la "cena". Me dio risa lo de "¡Qué sigan haciendo la leche como la estén haciendo!". Es justo como imagino que sería si los gatos de verdad pudieran hablar. ^^

    Me encanta el Bill/Gato, es como estar viendo a un gato de verdad. El que golpeara al pobre Tom/Conejito no me gustó, pobrecito, después de pasar el susto con el zorro y aguantar todos sus desplantes encima lo golpeaba. Pero ni modo, así son los gatos, están convencidos que el universo gira en torno a sus ombligos.

    de sólo imaginarme a Tomas con su naricita sonrosada moviéndose inquieta me da una ternura. ^^

    Creo que más temprano que tarde nuestro lindo conejito se va a dar cuenta que cayó del sartén al fuego al aceptar meter a este gato salvaje en su casa. XDD

    Me parece que Bill se ha instalado en casa de Tomas y no habrá fuerza ¿"Conejil"? (Ya que no humana) que lo mueva de ahí, partiendo por el hecho de que se ha apropiado del conejito y por asociación, de todas sus cosas (cama incluida).

    De verdad hay que ser muy duro de corazón... o un gato, para no conmoverse con el llanto del conejito. Me dio penita, snif.

    ¡Me encantó el capi! Y... me dieron mas ganas de tener gatos.

    Bxs.

    PD: me imaginé la casa de Tomas como un agujero hobbit de dos plantas XDD

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  3. Awwww ese tan tierno imaginarlos como animalitos :3 Me dan ganas de apretarlos a ambos jajaja xd Por cierto, al igual que Haru, también me imaginé así la casa XD
    Gato malo! no le pegues al pobre conjiTom :( me dio tanta pena!

    Un abrazo! Y perdón por lo cortito del comentario, no ando con ánimos para nada u.u

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  4. awwww me fascina Tom de conejito, es tan tierno, pobre el preocupándose por el gato salvaje y este va y le pega u.u, me encantaaaa!, los personajes y el fic son de lo mas tiernos incluso ese gato malora me gusta mucho, refleja bastante bien la personalidad de los gatos (si lo sabre yo que tengo 8 ¬¬),<3 otra ves me hiciste el día Nena :)

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  5. Si que el carácter de Bill es especial e_é, especial y raro ._. Lol.
    Ahahahaha, me imaginé al Bill con la baba xDD Yo igual hubiera reaccionado igual que Tom, no, pobre, ese gato es demasiado culero -.- Pufff, el conejillo ya siente cosas raras -w- No me gustó la forma cómo trató Bill a Tom, se pasa, se irrita muy rápido e.e pero bueeeeh.

    Gracias por avisarme Playa :* Nos leemos en el próximo. Saludos y besos :3

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  6. Y yo que pensé que cuando Bill le miraba la colita a Tom mientras caminaba, todo sería miel sobre hojuelas... pobre de mí, ilusa que soy pues resultó violencia intrafamiliaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar,sí, digo entre familiar porque presiento que Bill quieran o no será de la familia, porque Bill es como la humedad, ya que una vez adentro solo es cuestión de que se expanda XD.

    Ahhh, cosita hermosa mi conejito con las nalguitas rosas (supongo) por los golpes y sollozando, buaaaaaaaa, me entró la ternura de abrazarlo y también ganas de darle a Bill un zape por tratarlo así.

    Y bueno, pues Bill ya instalado, no solo en la casa, sino hasta en la cama! veremos como fluye la "relación" de este par.

    Gracias por el capitulo y nos estamos "viendo"
    Besotes, Adriana!

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  7. DDDDDDDDD: Bill le pegó a Tom DDDD: wey no manches! pobre conejito! awwww me encanta como describes a los personajes XDD me los imagino y awww la colita de Tom XDD
    Bill es un zopenco!!!!!! Hum! encima que le deja su cama su comida y todoooooo pffff lo golpea no no no T_T bueno ya me voy para la univ asi que... espero que pases un lindo día! :D

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  8. Hola!!! Aqui terminando de leer el ultimo que has subido :)

    La verdad no creo dejar de leerte en tu blog, siento que es mas comodo, aunque haya vuelto THF aun no me vuelvo a acostumbrar a leer en el :)

    Y el capi ha sido intenso ehh! Mira que Bill es un cascarravias violento D: le ha pegado sin ninguen remordimiento y lo ha dejado sin cenar, parece ser muy desconsiderado y egolatra! Pobre conejo!

    Nos vemos en los siguientes!

    Atte.
    Lily Valdez

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