Quiero advertir que es mi primer lemon femslash, porque normalmente escribo lime. Así que no sé, no sé si ha salido bien, he sufrido terriblemente, a ver si para la próxima me sale más natural, y no me demore tanto.
No pensé en un título bueno, aunque busqué mucho, en serio, iba a ponerle otro pero bueh. Es básicamente un PWP pero con trama(?) f*ck logic.
Ahh, sobre los looks, ni Tomie tiene rastas, sino el cabello negro y normal, y Billie está rubia. Solo para que se hagan a la idea, pero no lucen como lucen sus versiones masculinas porque aquí son menores, y son mujeres... tengo sueño.
Palabras que puede que entiendan pero igual las pongo:
Captain Obvious: Significa Capitán/Capitana Obvio, en este contexto es para referirse a alguien que ha dicho algo evidente.
Dirty talk: ¿En serio tengo que explicar esto? D: Si no saben googleen.
Si hay errores me perdonan, por fa, es que estoy toda tonta v.v
Título: Silencio.
Autor: kasomicu.
Categoría: Femslash.
Género: Comedia, drama.
Rated: +18.
Resumen: Tomie prefería cuando Billie no usaba su boca para soltar tonterías.
Advertencia: Sexo lésbico, gender swap, AU, twincest no relacionado, violencia verbal, PWP.
Disclaimer: Las personas reales no me pertenecen, pero sus acciones, personalidades, apariencia física, sí. No se busca ofender a nadie con esto.
Capítulo único
Tomie maldijo mentalmente, “una señorita como ella
no podía soltar improperios”, bufó al recordar las palabras de su madre; la
amaba, pero a veces la sacaba de quicio. Algo estaba haciendo mal porque no era
buena señal que le doliese tanto el pie mientras hacía sus movimientos.
Quizá… Tomie no quería pensar en ello pero tal vez
tenían razón y ella practicaba demasiado. Pero, ¿qué más podía hacer? Desde los
ocho años estaba en el ballet, al principio obligada por su progenitora, sin
embargo, con el tiempo se convirtió en parte de sí misma. Ya no se imaginaba su
existencia sin aquella danza, que a sus ojos era mucho más, un estilo de vida.
Dio una vuelta, otra, y otra más, hasta que algo la
hizo estremecerse y caer cuan larga era al piso. Quiso gritar pero se mordió el
labio, no estaba sola. Era un estudio de ballet, la mayoría había ido a almorzar
pero todavía quedaban los de limpieza y alguno que otro todavía estaban allí.
Le dolía demasiado su pie, es como si se lo hubiese torcido, no podía ni
moverlo. Quería llorar, pero Tomie no era de las que lloraban.
Quiso soltar groserías de nuevo pero se aguantó, de
pronto se puso alerta cuando escuchó la puerta abrirse.
Tomie no quería que
nadie la viera así, iba levantarse pero su rictus se descompuso.
La recién llegada ladeó la cabeza sin entender la
escena que se llevaba a cabo frente a ella.
—¿Qué te pasó? —preguntó Billie, Tomie la observó;
Billie era la nueva, por lo que había dicho venía de Austria, y a su parecer
era muy torpe, eso ligado a su acento extraño hacía que Tomie sintiese una
animadversión frente a la rubia, pero por lo visto Billie no se daba por
enterada. Aunque sería difícil notar si Tomie estuviese enojada con alguien o
le cayese mal porque trataba a todos con la misma acritud.
—Nada —respondió con la voz ahogada. Podía fingir
que hacía ejercicios de flexibilidad en esa posición.
Al parecer la muchacha no le creyó puesto que se
acercó a Tomie, dejando a un lado su mochila y sentándose a su costado.
—¿Es tu tobillo, no? —cuestionó Billie. Tomie miró
en dirección a su pie en su zapatilla rosa. Sí, no era su pie el que dolía,
sino su tobillo. ¿Pero qué diablos le interesaba a aquella rubia tonta?
—Se me va a pasar dentro de un rato, quizá sea un
calambre o algo así, no es de tu incumben… —Tomie no pudo continuar debido a
que soltó un grito cuando sus manos fueron reemplazadas por las de Billie, la
cual comenzó a “torturarla”.
Cuando empezó a sentir algo mejor su tobillo,
comprendió que no le estaba haciendo daño, estaba… masajeándola. Se sonrojó
cuando asimiló la idea, esa cercanía, según su opinión, era solo entre pareja.
Quiso patearse mentalmente porque era evidente que la rubia no lo hacía con
segundas intenciones, solo quería ayudarla. ¡Y ni siquiera le gustaba, por
Dios! ¿Qué hacía pensando en ello cuando no menos de unos segundos estaba
declarando mentalmente la animadversión que sentía por Billie?
“Pero no la tenía de cerca, ni la había visto, no
está tan mal”, caviló Tomie. Quiso golpearse la cabeza contra una pared por sus
pensamientos.
—¿Te sientes mejor? —interrogó Billie, casi
respirándole sobre los labios, y Tomie no evitó mirarlos con descaro,
probablemente poniendo cara de estúpida porque Billie rió.
—¿Eh? ¿Uh? Oh, ehmn, sí, me duele menos —confesó
Tomie con voz chiquita, observando el suelo como si fuera lo más interesante
del mundo.
—Es extraño, sueles tener un ánimo amargo, y ser
intratable, pero como lo sospeché, no eres así todo el tiempo —exclamó Billie,
subiendo un poco la mano y acariciando la pierna de Tomie, la cual no notó el
cambio.
—¿Qué? —Tomie frunció el ceño y la vio, había creído
que la rubia no se percataba de sus desplantes.
—Eres guapa, sin embargo, tu genio es insoportable
—comentó Billie con una sonrisa. Tomie alejó las manos de Billie haciendo que
esta la mirase con diversión.
—No tienes que ayudarme si lo piensas así.
—Ahí vamos de nuevo, es humano ayudar, ¿sabes? No
iba a dejar que te quedases ahí sin pedir auxilio, para después seguir ensayando
como si fueses una máquina. Si sigues así te fracturarás algo —dijo Billie.
—Tú no sabes nada —farfulló Tomie a la defensiva,
convirtiendo sus labios en dos finas líneas debido al punzón que sintió al
querer levantarse, no era tan doloroso como antes pero igual. Billie la hizo
sentarse de nuevo, cogiéndola por las caderas. Tomie iba a soltarse, pero
Billie apretó más fuerte.
—Espera un rato, no tienes prisa, solo te caigo mal,
pero no te hagas hígado por mi culpa y menos intentes pararte —musitó Billie.
Tomie miró a un lado y se cruzó de brazos.
—Entre tu temperamento y las barreras que pones
físicamente con la gente… me haces pensar que eres una niña miedosa, miedosa de
que la lastimen —masculló Billie. Tomie la vio confundida, tentada a darle una
bofetada, pero solo deshizo el contacto visual—. No me malinterpretes, me
refiero a que usualmente estás enojada, luego te cruzas de brazos, no miras
cuando te hablan, sin contar que he visto qué ropa usas, una ancha que oculta
la bonita figura que tienes, ¿por qué?
Tomie sí se percató de la suave caricia que hacía
Billie al hablar, pasando sus dedos por sobre la delgada tela de su ropa de práctica,
justo en las caderas. Tragó saliva, la chica había dicho que tenía una “bonita
figura” y luego la tocaba así. “Oh joder, maldita sea mi falta de sexo”, pensó
Tomie con pesar, aunque ni tanto, porque en serio creía que Billie era
atractiva.
—Eso no es de tu incu…
—Deja de decir que no es de mi incumbencia, ¿no
crees que si no me importaría no lo preguntaría? Sería estúpido, no hago las
cosas porque sí. Me llamas la atención, Tomie. Quiero saber qué hay detrás de
todo lo que haces —susurró contra sus labios. Tomie se lamió los suyos, rozando
sin querer los contrarios.
—Soy aburrida y al parecer tú eres muy cotilla —dijo
Tomie, en el mismo tono bajo que la rubia.
—También soy muy paciente con lo que me atrae,
déjame decirte.
—Pues tú no me atraes —mintió Tomie con todos sus
dientes.
La sonrisa que le siguió a aquella afirmación,
confirmó la sospecha que Tomie tenía, no le había creído.
—No sabes mentir.
—Y tú eres molesta como un piquete de mosquito, Captain Obvious —refunfuñó Tomie
queriendo cruzarse de brazos y deteniéndose al recordar las palabras de Billie.
—Te invito a cenar, anda, no puedes negarte a una
comida gratis —pidió Billie después de bufar, y le guiñó un ojo, luego le dejó
un beso suave sobre sus labios y se alejó—. A la salida, nos vemos.
Tomie parpadeó sin entender lo que había pasado, se
tocó la boca por acto reflejo y se sonrojó. Cuando su maestra y demás
compañeras llegaron, Tomie se quedó sentada en la banca por recomendaciones de
su profesora.
Cuando por fin pudo levantarse, la clase continuaba,
en vez de entristecerse por ello, se dirigió a pasos lentos al otro salón, y
miró atenta a cómo danzaba Billie. Corroboró lo anterior, era algo torpe, pero
a la vez se fijó que era excitante verla moverse, con esa sonrisa imborrable y
esa fuerza que denotaba en sus gráciles movimientos. La veía darse la vuelta, haciendo
el plié, el tendu y el relevé, era
algo básico, lo sabía, sin embargo, al parecer la maestra de Billie quería que
ella se puliera. La observó en confianza a sus movimientos, concentrada, pero a
la vez tan natural.
Quizá después de todo no iba a ser algo poco
provechoso el que saliese con la rubia para ayudarle en “sus ejercicios de
flexibilidad”. Sonrió, que su madre se jodiera si ella llegaba un poco más
tarde.
…
Tomie quiso reírse, pero se metió un brócoli a la
boca y masticó.
—Ugh, no sé cómo te comes eso —señaló Billie a la
ensalada de brócoli con aliño con mostaza que comía Tomie.
—Podría decir lo mismo —contratacó Tomie—. Estás
demasiado delgada para comer así.
—Es que yo me meto dedo, y pues —se encogió de
hombros, masticando otra patata frita— eso me sirve supongo.
Tomie tragó saliva, ella había tenido amigas con
trastornos alimenticios, y el tema la ponía muy tensa, principalmente porque
nunca conseguía ayudarlas. Billie hablaba de manera tan tranquila al respecto,
y en pleno restorán; sin embargo, no eran cercanas, así que intentó mantenerse
en su posición anterior, sin preocuparse por nadie y ejerciendo la
indiferencia.
—La bulimia es terrible —se limitó a decir, aunque
no sabía porqué diablos había mencionado eso.
—¿Ahora quién es Captain Obvious, uh? —rió—. Pero no
hablaba de meterme el dedo para vomitar, sino de masturbarme, ya sabes, es un
buen ejercicio, te hace sudar, y te provoca sueño al terminar —soltó la
información como si estuviese hablando del clima.
Tomie tosió y se sonrojó, tomó un poco de agua y se
aclaró la garganta.
—Oh, bien por ti —respondió. Billie rodó los ojos.
—Vamos, no te cierres como normalmente lo haces. Y
nah, mi contextura es así, cosa que beneficia porque no engordo demasiado, pero
jode porque no tengo tetas, sin embargo, igual estoy buena —guiñó un ojo y
masticó otro tanto, mirando fijamente a Tomie.
—No me estoy cerrando.
—Oh, claro, te digo lo buena que estoy y solo te
fijas en que mencioné que no te cerraras… tsk, y yo que quería que alimentaras
mi ego —se quejó con fingido resentimiento, fue el turno de Tomie de rodar los
ojos.
—¿Quieres postre?
—Depende de qué hay.
—Para llevar o para comer aquí —dijo Tomie, con
falsa inocencia.
—¿Tu casa o la mía? —preguntó Billie, limpiándose la
boca con la servilleta.
—La tuya.
—Ok, tú pagas —masculló la rubia. La morena la miró
escandalizada—. Broma, broma, yo te dije que era comida gratis.
Tomie quiso decirle que era una tonta, una rubia
tonta, sin embargo se abstuvo y se levantó junto a Billie cuando ella se
encargaba de saldar la cuenta.
…
—Esto es tan
raro —farfulló Tomie, sentándose sobre la cama de Billie, mientras ella cerraba
la puerta con seguro.
—No lo es tanto, como sabrás vine hace poco de
Austria, y me hospedo en esta pensión, son personas amables, pero no son mis
padres, así que nunca preguntan nada —se encogió de hombros restándole
importancia y Tomie asintió.
—¿Y el postre? —cuestionó Tomie cruzándose de piernas,
Billie sonrió y se ubicó a su lado.
—No quiero hacer las cosas así, tengo la idea de que
por más insoportable que seas con la gente, igual follas. ¿No me equivoco, no? —Tomie
arqueó una ceja.
—No creo que hemos venido a tu cuarto a hablar de mi
vida sexual.
—Veamos, ¿qué edad tienes? ¿Dieciséis años? —preguntó
Billie, pasando del comentario de Tomie.
—Diecisiete, joder, ¿en serio vamos a hablar? ¿O sea
que el sexo sería mi paga para que funjas de mi psicóloga, de verdad? —escupió
la morena enojada, soltándose el cabello lacio hasta los hombros y luego
amarrándoselo con la cola más apretada, solo para tener algo que hacer con sus
manos.
—Como te dije temprano, suelo ser muy paciente con
lo que me atrae. Y tú me atraes —explicó Billie.
—No quiero hablar. Vine aquí porque pensé que
querías sexo. Si quieres hablar, te digo que no soy buena con el dirty talk —bromeó
Tomie, aunque sin pizca de humor, porque la situación la estaba exasperando, y
ella no se caracterizaba por ser paciente.
Billie puso una mano sobre su muslo, el cual estaba
cubierto por sus vaqueros que evidentemente eran de tallas más grandes, y buscó
su mirada.
—Lo que quiero es que me prometas que luego no me
mandarás a la mierda, como sueles hacer —pidió la rubia, con una sonrisa, que
era franca, no de felicidad en sí, ni de sarcasmo.
—No quiero tener una relación. —La sola idea
espantaba a Tomie.
—No seas idiota, digo que puedo ser tu amiga, que no
me trates como al resto, que lo sé; me has estado mirando con odio, y tampoco
quiero que te vuelvas un algodón de azúcar, eh. Solo quiero que después de
tanta insistencia que tendrás conmigo, desear salir a pasear, me guíes por tu
ciudad, quieras ver alguna película. Conseguir que dejes de arrugar la nariz
por mi acento, para empezar —farfulló Billie, ahora sí riendo con burla. La morena
rodó los ojos.
—¿Por qué eres tan complicada?
—Porque me gustar incordiar —respondió resuelta.
—¿Y qué? ¿Lo que en realidad quieres es tener una
follamiga? —preguntó.
—Tomie, Tomie, Tomie, lo que yo quiero es que me
dejes incordiarte. No es por creerme, que lo hago, pero podría conseguirme a
cualquier chica, o chico que gustoso aceptaría ser mi follamigo. Primero quiero
un polvo, y luego conocerte, anda, ¿qué dices?
—Pues que me voy.
—Ojo, si dices que te vas, lo aceptaré. Pero… eso no
impide que te acose en las clases todo el tiempo, recuerda que soy paciente…
—Con lo que te atrae, sí. Sin embargo, ¡yo no tengo
paciencia! Y ya se me fueron las ganas, ¿sabes? Pensé que eras una rubia tonta,
me equivoqué. Eres peor, y hablas demasiado, me molesta el sonido de tu voz —sentenció
Tomie, con el ceño fruncido y ya levantada. Billie rió—. Ábreme la puerta.
Billie se paró y cuando la alcanzó Tomie creyó que
le haría caso, pero la besó. Y Tomie no se resistió, porque tal vez le gustaba
más cómo empleaba la rubia “no tonta” su lengua en actividades que no
implicaban vocalizar palabra alguna.
Consiguió que la morena cayese sobre la cama y se
puso entre sus piernas.
—Más te vale que no digas nada —advirtió Tomie
mientras se deshacía de sus ropas, Billie hizo como si cerrara un cierre
imaginario sobre sus labios, e imitó a la morena, regodeándose frente a la visión de la piel blanca que se escondía tras esa inmensa camiseta.
Quiso molestarla porque sus pezones estaban
erectos, pero se abstuvo, demasiado concentrada en cómo el calor conseguía que
su vientre burbujease, y en que Tomie podría empujarla y largarse si es que
hablaba demás, o si hablase en general.
Acarició con dedos trémulos el vientre suave y plano
de Tomie, y luego le ayudó a bajarse los vaqueros.
—Tu silencio me perturba —soltó Tomie, mientras
Billie pasaba su mano por su muslo, ahora desnudo, y luego bufó.
La rubia no tenía una ropa interior de impacto como
había pensado en un principio, sino unos bóxers femeninos con puntitos blancos
y un gato, mientras que su sostén era uno deportivo de color crema.
Mientras que
ella llevaba bragas color morado y un sostén acorde, el cual había quedado en
el suelo, dejando espacio para que Billie no hablara, sino mirara y tocara.
Tomie dudaba de qué es lo que prefería al tener esos ojos predatorios
recorriéndola y esas manos suaves y dedos largos tocándola tan tortuosamente
lento.
Quería quitarle intensidad al asunto al hablar,
porque no era que no hubiese estado con chicas anteriormente, sino que
normalmente era algo más de besos, y no tanta contemplación y, para qué
negarlo, provocación.
—No me gusta ser la reina de la almohada, eh —comentó
Tomie, tragándose la risa nerviosa y moviéndose para separarse de Billie. Había
quedado absorta olvidando que tenía que hacer algo aparte de mirar, dejarse
hacer y estremecerse. “Sentir, sentir”.
Billie arqueó una ceja, Tomie se enderezó ya sentada,
acercándose a la rubia y rozando el borde del sostén deportivo. La sonrisa pícara
de Billie la hizo dudar por un instante, pero luego la rubia alzó sus brazos y
le hizo una seña con la quijada, instándola silenciosamente. Con el labio entre
sus dientes le quitó la prenda, dejándola donde la cayera y posando sus manos
sobre los pequeños pechos de la chica.
Billie hizo ruido, pero no emitió palabra alguna. Tomie
tragó saliva, y recobró algo de confianza, porque era bueno que le sacase
gemidos.
—No sabía que estabas tan sensible —chanceó Tomie,
Billie rodó los ojos, para después tocar por encima de las bragas a Tomie,
demostrando que en efecto, las dos estaban “sensibles”.
Tomie rió y la besó, mientras amasaba sus senos. Como supuso, muchacha no alejó su mano, sino que mientras jugaban con
sus lenguas, sus dedos paseaban a ciegas, jugando con su intimidad cubierta,
mientras que la mano libre acariciaba uno de sus pechos.
Billie estaba distrayéndola con su boca, que ahora se
limitaba a mordisquear y besar superficialmente, mientras que abajo jugueteaba
con toques certeros, sin contar la manera de sujetarle los pechos, consiguiendo
que se le erizase la piel. No obstante, Tomie no estaba sin hacer nada, porque
los soniditos bajitos que salían de entre los labios de la rubia le encantaban,
Tomie también sabía dónde rozar, y eso que no estaba tocándole por abajo, aún.
—Debemos quitarnos… —habló Tomie, con la voz ya acezada.
—Síí —comprendió Billie, incluso rompiendo su
mutismo, porque estaba demasiado concentrada en las manos de Tomie y la boca de
Tomie, y de cómo se sentía Tomie bajo su roce.
Tomie sonrió, extasiándose, porque Billie no chillaba
ni gritaba, simplemente que gemía quedo, y de una forma que conseguía que
sintiese electricidad cuando la escuchaba. Era como crear música, y le
encantaba las melodías que conseguía. Sin contar que también se trataba del
rictus de Billie, de cómo los cabellos rubios se pegaban a su frente sudada, su
ceño fruncido, su boca entreabierta y las arrugas que tenía en ese instante, su
aroma…
Se quitaron las prendas que estorbaban y Billie
la tiró sobre la cama, acomodándose de forma tal que una de las piernas estaba
entre las de Tomie, con la rodilla rozándole el busto, y la otra al costado, la
cual notaba la flexibilidad y largo de las piernas de la chica. Pero no por
nada Tomie había llevado ballet desde niña, así que sentó en esa posición y
acercó sus ingles, tomando a Billie de sus caderas.
—Tienes iniciativa —dijo Billie, pasando sus manos
por el vientre de Tomie, en un recorrido que iba de arriba abajo.
—Te dije que no era una reina de la almohada —respondió
Tomie, acomodando el cabello de Billie tras su oreja.
—Disculpa si hablo, pero tengo que decirte que… eres
un jodido sueño erótico —admitió Billie.
—Me gustabas más cuando no hablabas.
—Mentira, te gusto más cuando gimo, lo he notado. —Tomie
frunció el ceño y onduló las caderas, haciendo contacto con la intimidad de
Billie, la cual frente a ello comenzó a frotarse, apoyándose en sus codos para
mayor cercanía de sus sexos.
Tomie sentía que debía echarse, pero optó por
tocarle un seno y ondularse más, Billie también lo hacía, viéndose su estómago
sumirse hasta que se veían sus costillas, y luego no, serpenteando y con los
cabellos moviéndosele.
Billie no cerraba los ojos, por ningún motivo se
atrevía a hacerlo, ya que se perdería de cómo Tomie se concentraba al mirarla,
tocarla, moverse de esa jodida manera tan sexy. Le encantaba cómo apretaba con
delicadeza su busto, cómo daba leves caricias en su rodilla casi sin
percatarse. Se le hacía agua a la boca, porque Tomie se movía, así que su cola
de caballo azabache también, el mechón que adornaba su rostro de igual forma, y
sus pechos daban bote.
Sentían que todo era tan caliente, desde el centro
de su cuerpo, su cabeza, hasta sus pies. El contacto de pieles, sus sexos
humedeciéndose a cada paso, rozándose y Tomie quería besarla, quería tocar más,
verla estremecerse, que se viniera junto a ella. Una, dos, tres, miles de
veces. Demasiadas sensaciones la abrumaban; y eso le encantaba.
—Tomie, Tooomiie —susurraba Billie, bajando ahora su
mano y acariciándolas a ambas sus hinchados clítoris, sabiendo exactamente
dónde rozarlos.
Cambiaron de posición para besarse, echándose Billie
sobre Tomie, provocando sonidos húmedos con sus besos; y luego la rubia bajó
para jugar con sus pechos, mordiéndolos y chupándolos, mirándola fijamente.
Porque
a Billie le gustaban los senos, y los de Tomie eran muy bonitos. No podía parar
de ver esa expresión afiebrada de Tomie, con las mejillas rojizas, los labios
húmedos y del mismo color, quería verla con el cabello suelto, pero no se
quejaba, muchas ideas venían a su mente con la coleta de Tomie.
Subió de nuevo y se acercó a la oreja de Tomie. —Ahora
yo me echo y te pones sobre mí —ordenó en todo conspirativo.
Tomie sabía que en el sexo cualquier orden era bien
recibida, así que se acomodó entre las piernas blancas como el alabastro de
Billie y se movieron frenéticamente. Cuando sintió que una mano le jaló por la
cola de caballo, un respingo le hizo acelerar sus movimientos, y de pronto la
fiebre aumentó, al punto de sentir que explotaría por cada poro de su cuerpo. Estaba
cerca, y que Billie se mordiese la mano podía decirle que no era la única; así
que le besó la garganta, frotándose contra sus pechos, y todo al mismo tiempo
para no dejar de estimularse los clítoris.
De pronto Billie se paralizó y casi gritó, cerrando
los ojos demasiado fuerte. Tomie se mordió el labio y sintió ese escalofrío
generalizado, las burbujas salir de sí misma, y que sus piernas se volviesen
gelatina, pero el centro de su cuerpo se endurecía. Porque era demasiado bueno
tener un orgasmo, demasiado bueno.
…
A la semana Tomie podía bailar de nuevo, y solía quedarse
después de clases para instruirle a Billie, la cual tenía como positivo su
terquedad, hecho irónico, debido a que también era un defecto; y esa terquedad
le servía para intentar una y otra vez hasta conseguir lo que se proponía. Así que
si bien Tomie no tenía paciencia, por lo menos Billie tenía las ganas de
aprender, aunque siempre torpe.
No eran amigas, porque hacia poco habían tenido
contacto, pero tampoco eran las desconocidas que eran antes, especialmente
porque antes la cabeza de Billie no había estado entre sus piernas consiguiendo
que se deshiciera en gritos al venirse fuertemente. No eran follamigas,
preferían no emplear etiquetas, se limitaban a ayudarse mutuamente, ya sea con
cosas de la escuela, a que Tomie no sea tan ácida con la gente, que Billie
aprendiese a callarse, y… cuando estaban demasiado calientes.
Era algo simple, quizá no tanto, pero ellas querían
pensar que era simple. Así que se lo dejaron al tiempo.
—Ya no me molesta el sonido de tu voz —dijo Tomie,
quitándose las zapatillas de ballet y masajeando su tobillo que desde hace
meses estaba bien.
—Y a mí ya no me molesta que siempre andes con tu
cabello en una coleta, vamos mejorando —bromeó Billie. Tomie bufó y rodó los
ojos.
—Me desespera tenerlo suelto.
—Deberías plantear tenerlo corto —aconsejó Billie,
soltando sus propios cabellos y acariciando su cuero cabelludo.
—No me gusta tampoco. ¿Pero sabes qué sí me gusta? —cuestionó
fijando la mirada en el suelo.
—¿La música clásica? ¿Tu ropa anormalmente grande? ¿Ser
cerrada con la gente?
Tomie chasqueó la lengua. —Intento decir algo serio.
—Ok, cero bromas, arenosa —le sacó la lengua y Tomie
la observó.
—Tú.
—¿Yo qué?
—Que me gustas —confesó Tomie con la voz bajita y
ahora viendo a otro lado.
—Oh, pensé que nunca lo dirías. —Tomie estaba empezando
a enojarse, así que Billie levantó las manos en señal de paz—. Ok, ok, tú
también me gustas.
—¿Sí?
—¿En serio te atreviste a dudarlo, mujer? —musitó Billie
con expresión incrédula—. ¿Y entonces qué diablos esperamos? ¿La foto?
—Tonta —soltó Tomie para luego darle un beso entre
sonrisas.
askhdgdjagjfl Follamigas!!! XDDD lol jamas había escuchado ese termino y me causo mucha gracia XD Estuvo muy gracioso, la actitud de Billie es lo máximo, me ha hecho reír mucho y Tomie awwww yo Amo a todas tus versiones de Tom XDD
ResponderEliminarFue genial, eres una genia escribiendo! y para mi te quedo muuuy bien :D
Eh... sé que no tengo con qué comparar porque este es el primer femslash que leo pero está bueno!! o sea, me gustó wowwww *.* primera vez que leo esto y me gustó, me siento rara xDDD me gustó la personalidad de Billie, así de directa jajajaja xd y el final awwwww <3 Escribe más ! :D
ResponderEliminarlo ame >w< FOLLAMIGAS xDDD no había escuchado aquella palabra pero es un buen termino XD
ResponderEliminarme gusto mucho la actitud de la rubia XD ok de Billie es muy aventada,muy ella(? na pero me gusto su actitud pues :D y de Tomie ni hablar,me mata su actitud xD tan linda ella,no tan lindas ellas,hace que uno las ame(?
y la verdad es que me gusto :D en la forma como lo escribiste y las actitudes de ambas y así >///<
te quedo muy genial :D
me gusta y es maravilloso,eres genial escribiendo nunca me cansaré de decirlo.
Awwwwwww, me encantó. Fue realmente algo gracioso, esa Billie es la ley xDDDD
ResponderEliminarEl lemon me gusto, logré imaginarlo bien así que creo que en realismo estuvo bueno :B
¿Por qué capítulo único? Me dejas con ganas de más :c
En fin, me gustó mucho *-* gracias por escribirlo
Besos~
La verdad es que justo ahora no se me ocurre nada qué decirte, porque debería estarme yendo a la calle para llegar al correo antes de ir a la escuela, peeeero, si no te dejo comentario ahora, no lo haré después.
ResponderEliminarMe gustó *--* Para haber estado tan insegura te quedó muy, muy, muy bien. Creo que para el tipo de trama que planteabas en el principio esperaba algo más, no sé, incluso de varios capítulos (me refiero a lo largo, cuando digo "más", más que nada)o algo así, aunque está bastante bien compreso al final.
Me gustó más que otra cosa la idea de la Billie habladora, no sé por qué xD y esa idea de que Tomie se desesperara una vez que por fin se quedó callada. Y el lemon. Porque cuando se escribe femslash usualmente no se usa 'la tijera' y a ti te quedó tan bien~ que sólo me resta aplaudirte. Muy sensual.
También me pareció peculiar el color del cabello, tengo la impresión de que tenía su significación específica, pero bueno, quizá deliro xD La rubia tonta que no lo era y la morena parca y amargada <3
¿Sabes? Justo acabo de despertarme de un sueño húmedo... JODER asfasfasfasdfasdfdsfsdf xDDDDD Creo que una paja se avecina *vmm* OK WTF?! xDDD
ResponderEliminarCambiando un poquitín de tema... es el primer lemon femslash que leo, pero como dijeron en uno de los comentarios, no cuesta trabajo (no tanto) imaginarlo, entonces está bien desarrollado. Solamente unos cuántos detalles tal vez, pero quizá es sólo cosa mía (?) xD.
Me acordé un poquito de Black Swan, pero en realidad es muy distinto, sobre todo porque nadie muere LOL. Cualquier parecido es pura coincidencia xD.
Creo que las relaciones serían más fáciles así (?)
Bueno, ya no se me ocurre nada más, así que, si me disculpas, iré a pajearm... a ver qué hay de nuevo en FB o algo...
¿Pero qué mierda te sucede hoy, L? xDDD
Besitos gays, ¡te quiero! *3* <3
Gkdfansjsbsjshsvsuavs tengo oalabras incoherentes en la cabeza xd no se que decirte, solo que esta jodidamente bueno y no ayuda a mi estado de abstinencia LOL
ResponderEliminarGkdfansjsbsjshsvsuavs tengo oalabras incoherentes en la cabeza xd no se que decirte, solo que esta jodidamente bueno y no ayuda a mi estado de abstinencia LOL
ResponderEliminarOwO OMFG... O_________O Playa, me volví gay durante el tiempo que lei. Mierdaaaaa. Me encanto, me encanto. Quiero otro. Seria lindo una continuacion... Para ver como llevan su vida juntas :3 :3 Pero en fin... Amé la forma de ser de cada una, es tan kahfhslghsfjskfjda :3 Esa Billie... Tomie... Ahhh, si me las cruzo algun dia me las violo xDD ok no, pero si. Lol. Es que... Es que... No, no, no, me dejaste sin palabras .-. Te odio Playa, me haces quedar loca, pero a lo bueno. No muchos logran hacer que quede asi, asi que te odio pero amo por todo :3 Te pondre tu altar, ya te lo dije *w*
ResponderEliminarMe voy. El colegio me llama. Muchisimas gracias. Espero mas femslash seguido :3
Saludos y espero estes bien. Besos :*
me gusto muchoooooo
ResponderEliminarSimplemente dire:
ResponderEliminarEs usted genial.
Mis respetos.
-Clío.-
no lo he leído aún, pero será la primera vez que lea lemmon yuri...
ResponderEliminarasí que no quiero hacerlo en el liceo, luego le comento de verdad
-Yuuki Usagi-
aish me encantó, Tomie es tan...
ResponderEliminarme fascinó
siga escribiendo por favor
-Yuuki Usagi-