sábado, 30 de marzo de 2013

Fanfic: Catorce. Capítulo 18: My name is...

Hola. Hay cameos por todos lados, espero se entienda a pesar de ello. Atentas a los detalles. Un besito para todos.


Capítulo 18: My name is...

Bill subió las escaleras con todo lo necesario en sus manos; y Bell le había dicho que cualquier cosa le avisara, a lo que él aceptó, la mujer le caía bien.

Cuando entró al cuarto encontró a Tom con una toalla sobre su cabeza, una playera de Krazy Kat, pantalones holgados y… revisando entre lo que no sacó de la bolsa. Dejó los implementos junto a la computadora de su novio, alertándolo con el sonido, por lo que el rubio lo miró confuso, con la caja rectangular que había encontrado en mano.

—¿Estás enfermo? —Bill arqueo una ceja y luego rió, pero al parecer Once no bromeaba.

—¿Por qué lo dices?

—Es que esto… ¿es una crema, qué es? Aquí dice que es un “producto médico” —indicó Tom. Bill se carcajeó, el menor estaba frustrándose, si Bill estaba mal, ¿por qué no se lo decía? ¿Qué había de gracioso en ello?

—Se nota que no has leído lo demás. Hey, no pongas esa cara. No estoy enfermo, yerba mala nunca muere, ¿no te lo ha dicho tu madre? —bromeó Bill. Tom se acercó y le golpeó el hombro.

—¿Entonces para qué es esto? —preguntó mostrándole la caja que decía “Starglide”. Bill quería reírse de nuevo, el problema es que no le apetecía que Once se enojara demasiado, ni que discutieran por algo tonto como ello, aparte tenía que comprender que no hubiese visto antes un producto como ese, o que nunca le prestase atención al ir al supermercado dado que jamás lo ha necesitado.

—Está bien, pero se supone que no debiste sacarlo de la bolsa, sin contar que estás pregúntandome, en fin, es un lubricante a base de agua —explicó Bill, sacando tubos de diferentes tamaños de una caja, y luego unos guantes de plástico, estaba fijándose en ello que no se percató el sonrojo en las mejillas de Tom al haberle hablado.

—Oh.

—Pero lo compré para tenerlo, no para usarlo hoy, no te espantes, eh. Sino que también quiero tener iniciativa —aclaró.

Tom frunció el ceño, fijándose mejor en la caja, sacando el envase que tenía dentro, en el cual decía “Starglide, diversión. ¡Para tener sexo con gusto!” y las otras indicaciones, como que era de sabor naranja y demás. Si Tom había aprendido algo de lo que averiguó era que para el sexo anal debía emplearse lubricante, no sabía de qué tipo existía, aunque Bill mencionaba uno en específico, y de marcas no tampoco conocía. Se mordisqueó el labio, no se espantaba, solo que la idea de que Bill hiciese esa compra hacía más real todo, y en parte cercano, ciertas burbujas revoloteaban en su interior, aunque no lo diría, porque sonaría muy niña.

—No me da miedo que compres lubricante, Bill. ¿Qué se supone que haces? —indagó, volviendo a meterlo en la caja.

—Preparo esto, uhmn, ven, que luego me ayudarás, que eso es lo que me cobraré —soltó Bill con una sonrisa socarrona. Tom se ubicó a su lado y notó que se trataba de tinte, o al menos eso discernía por el
envase vacío a un lado.
—¿Vas a teñirte el pelo? —preguntó, frunciendo el ceño.

—Nop, tú lo vas a hacer —respondió Bill, dejando la paleta y palmeándole el hombro.

—Que quede de constancia que yo nunca le he tinturado el cabello a nadie —avisó Tom, mirando la contextura del tinte y ariscando la nariz por el olor.

—Bah, nadie nace sabiendo. Esta porquería es bien fácil, la he comprado especialmente para que tú lo hagas. Tendrás que peinarme con esto —sujetó el cepillo y lo volvió a dejar en su sitio—, y así coger los cabellos, embarrándolos con la paleta que está con esta… crema, como sea que se llame; principalmente quiero que prestes especial atención a mis raíces, porque me quitan mi look “moreno sexy” —chanceó. Tom bufó rodando los ojos, resistiéndose a las ganas de reír.

—Ok —cedió el rubio cuando su novio le alcanzó los guantes—. Luego le pones estas tiras de aluminio, que no recuerdo porqué diablos se ponía pero igual. Usualmente uso el tinte que es abrir, aplicar y esperar, sin embargo, quiero hacerte sufrir ya sabes —rió con una risa que pretendía ser malévola, pero era tan exagerada que faltaba que soltase un monólogo con sus planes malignos para que pareciera un villano de pacotilla de los dibujos.

—Eres un tonto, pero como te dije antes, eres mi tonto. —Tom le dio un beso en su barbilla. Lo veía como un niño que consideraba que comerse los vegetales era algo malo, aunque no igual, sin embargo, Tom no veía aquello como un castigo, sino como pasar tiempo con su pareja, y siempre estaba bien si estaba junto a Bill.

Acomodó una silla al lado de la mesilla, se calzó los guantes y casi jaló a Bill para que se sentara; y si hubo resistencia fue porque el mayor, por el simple placer de fastidiar. Cogía a Once por la cintura, abrazándolo, y no se quejaba, porque esos detalles hacían que Tom adorase a Bill, pero sí volvía engorrosa la tarea de teñirlo, así que tras mucho forcejeo, besos cortos y sonrisas que podrían iluminar toda la habitación, Bill se sentó.

Le desenredó los cabellos cuidadosamente, acariciándole el cuero cabelludo de vez en cuando consiguiendo que Bill se relajara y casi suspirara de gusto, y agrupando los mechones con algunas ligas que tenía para cuando debía acomodarse sus rastas, acción que alertó a Bill, estremeciéndose por el cambio brusco de una cuasi laxitud a un estado de alarma.

—¿Qué coño haces? —cuestionó Bill al sentir que jaloneaban sus cabellos, como cuando Lilith lo peinaba. Principalmente Bill quería recordarle a su cuerpo que quien lo hacía era Tom, su Once, alguien como Lilith, que nunca le lastimaría; ya que básicamente el dejarse hacer en otras manos, por más que fuese en algo tan cotidiano como peinarse, hacía que todos sus sentidos se despertasen del todo y pudiese reaccionar de una forma agresiva. “Es Once, es mi Once, no es alguno de la escuela militar, ni de mis polvos, ni Gordon”, repitió como mantra internamente.

—Separo tus cabellos, para así poder abarcar en su totalidad y a detalle tus cabellos, porque no solo he visto raíces rubias, sino también mechas que supongo no querías que se quedaran a medio teñir —mencionó Tom con tranquilidad, dejándole un suave beso en el cuello, susurrando “está todo bien” contra su piel, ya que podía percatarse de cómo se puso tenso como cuerdas de una guitarra recién afinada, sin contar que a la mención de sus cabellos color natural iba como de mal en peor.

El detalle estaba en que Tom sabía que Bill tenía problemas al respecto, porque si no tuviera tinte iba a parecerse a su padre, pero eso no podía ser excusa para no mencionárselo, aunque ya tenía claro que era un tema fangoso.  “Y cómo no”, pensó Tom, intentando borrar los recuerdos del incidente.

Dejó los cabellos, y rodeó los hombros de Bill, posando su quijada sobre el espacio entre el cuello y hombro de su novio. Tal vez en serio Bill estaba más sensible por no haber dormido sus quizá doce horas diarias.

—¿Quieres que te ponga algo de música? —preguntó Tom, bajito, para relajarlo, mirándolo de reojo, y notando cómo bizqueaba para luego sujetarse el puente de la nariz con sus dedos, no se había fijado en ello antes.

—Deja ya, la pondré yo, que tu música es mierda —respondió Bill, Tom no respondió y solo le mordió el cuello—. Caníbal.

—Solo contigo —sonrió Tom, sintiendo a su novio moverse levemente sacando el móvil de su bolsillo y configurándolo para que reprodujera su música, mientras que él jugaba con sus guantes plásticos—. ¿Qué suena?

—Lovesong de The Cure, obvio —dijo Bill, colocando su celular en la mesilla. A Tom le sonaba la melodía.

—¿Y también te mueres por el vocalista?  —fastidió Tom, medio en serio, medio en broma, sin dejar de abrazar a Bill. Aún recordaba a su novio casi babeando al hablar del tal Brian Molko.

—Robert Smith es otro de mis británicos favoritos, déjame decirte, aunque en mi lista siempre la encabezará el señor David Bowie —confesó, mirándole, fijándose cómo arrugaba el entrecejo, y Bill simplemente estaba aguantándose las ganas de reír. Definitivamente los celos de Once lo relajaban.

—Ni te rías, porque si te pusieras en mi lugar, creo que temería de que me dejases por tu música —barbotó Tom, sorprendiéndose de no haber tartamudeado, sin embargo, no había dicho lo que había pensado, no había dicho que buscó en internet por Brian Molko descubriendo que era mayor sí, más que Bill definitivamente pero también se caía de lo bueno que estaba, y su autoestima todavía era inestable, por lo que ciertos minúsculos estímulos podían hacer mella en ella.

—Ni por toda la música del mundo —canturreó Bill, sin mirarlo, tamborileando los dedos sobre sus muslos. Y Tom sintió que había sido el halago más hermoso que había recibido, en especial de alguien como Bill, que prácticamente amaba la música—. A ver si te apuras para que me tiñas —apuró, cortando el ambiente.
Tom le mordió con más fuerza el cuello y se alejó para coger la paleta.

—Comencemos el castigo, señor Verdugo —bromeó Tom cogiendo un puñado de cabello y empezando a embadurnarlo.

—Cosa que es irónica, dado que quien está haciendo todo eres tú… ¡Ouch! Ya, ya, me callo —rió Bill, demasiado consciente de que esas manos delgadas eran de su novio, que esas órdenes que le daba salían de esa boca que había besado tantas veces, y deseado besar muchísimas más, y que si la música se sentía genial, y cobraba mayor sentido era por él; esas malditas canciones románticas, y deseó por un instante tener el talento de los grandes compositores y poder crear una canción que encerrase todo lo que era Once para él.

Deseó con fervor tener un carboncillo entre dedos y dibujarlo, pero era más complejo intentar esbozar a alguien que tenía una gran importancia en su vida, no podía evitar pensar que aquel colegial conseguía que su mundo esté de cabeza y se sintiera de puta madre, en el buen sentido.

Once le dio otro jalón del cabello, y sonrió, no es que fuese adepto a que le jalasen el pelo, sino que eso lo mantenía despierto, no del todo alerta, no al punto de no distinguir con quien estaba y actuar como autómata.

—No entiendo mucho lo que dijo la canción, la anterior —comentó Tom, ingeniándoselas para que le saliese bien, que suponía no debía estar tan mal, dado que era su primera vez.

—No sé si hablas de que no entiendes porque está en inglés, o de qué se trata la canción, porque en realidad es bastante obvia. Supongo que es por lo primero, ehmn, se trata sobre amor, sobre cómo se siente esa persona cuando está con ese alguien. Amor, amor, y más amor. Robert lo escribió para su prometida —dijo Bill, para luego seguir tarareando, ahora sonaba Alleine zu zweit de Lacrimosa.

Tom se sintió extraño, como cuando leía un libro y hacía la transferencia, donde se sentía un instante como el protagonista, y después evidentemente se llegaba a identificar con él.

Por un momento, en donde se sonrojó, echándole la culpa mentalmente a los químicos del tinte que le provocaban ese calorcillo en las mejillas, pensó que Bill podría ser como el cantante, y él como su prometida; evidentemente no se estaba imaginando como mujer, qué terrible, sino que sería el prometido en aquel caso.

—¿Puedes recitarme alguna parte de la letra de esa canción? Mi inglés es muy malo, especialmente si lo escucho —pidió Tom, sabiendo que su novio no le iba a cantar.

—Siempre que estoy a solas contigo, me haces sentir joven de nuevo… siempre que estoy a solas contigo, me haces sentir inocente otra vez.

—Es algo lindo. —Tom sentía una indirecta, una que provocaba un placentero retorcijón en su estómago—. No te muevas mucho.

—Ok, Herr Trümper —bromeó Bill, recibiendo un gruñido en respuesta, y se rió.


—Pues quedó muy bien, peque —aprobó Bell al ver a Bill con el cabello suelto húmedo sobre sus hombros, se notaba ya más oscuro, y los mechones habían desaparecido.

—Gracias, Bell —mencionó Tom, sintiéndose contento consigo mismo. Bill se metía un dedo a la oreja, quitándose el agua que le molestaba.

—Pero Bill, yo que tú tenía cuidado, porque tienes algunas manchas del tinte en tu playera.

Bill había olvidado que no había traído playera de repuesto, debido a que la idea de teñirse le vino cuando ya estaba fuera de casa. Así que de un momento a otro se quitó la que tenía, mirando que en efecto, estaba arruinada. Su jodida playera de Harley Quinn estaba… bueno, en realidad no del todo, no si le ponía algunos parches para cubrirlo, o podría incrustarle púas creando una hombrera genial, podía arreglarse; no ahora definitivamente. Bill cuando quería podía hacer manualidades, en especial si se trataba de su ropa.

—Bonita estrella —halagó Bell, sonriendo frente al rostro de Tom que miraba a cualquier sitio en lugar del pecho desnudo de su novio.

—Gracias. Necesito que me prestes una camiseta, Once —avisó para luego entrar al cuarto del aludido, y revisar con toda la frescura del mundo sus cajones.

—¡Hey, ese no es mi cajón de playeras! —Se quejó Tom, ingresando también, cuando Bill sujetaba sus bóxers de The Avengers.

—Lo sé —admitió riendo y cerrando el cajón, abriendo el siguiente y hurgando en búsqueda de cual playera era menos gigante como para poder usarla.

Se decantó por una que decía “Hi! My name is…”, era de color rojo y con letras que ocupaban casi toda la parte de adelante; era tal vez un tanto grande, pero Bill al menos era más alto que Tom. Se rió ante cómo lucía.

—Nunca te había visto con esto puesto —musitó.

—Normalmente no lo me la pongo…

—Oh, también me gustaría ver eso, no que me queje. Es más, me encantaría —susurró en su oreja.

—…seguido porque es una de mis favoritas —terminó la oración, y de nuevo estaba con las mejillas rojas, giró la vista encontrándose con que Bell los observaba casi con ojos brillantes, Bill siguió la dirección de su mirada.

—Sí, sí, ya, casi se me va a caer la baba y pediré que se den beso, pero es que son tan lindos —soltó Bell, riéndose de sí misma—, ¡ya, ni me miren así! Me voy a otro lado para que ustedes tórtolos aprovechen. Tom, me saludas a Paul y Anis, que son unos amores —terminó diciendo para retirarse a su cuarto.

Bill sujetó la mano de Tom apenas Bell no estaba a la vista. Tom observó el gesto, una sonrisa boba iluminó su rostro y Bill lo besó.

El de rastas sujetó con la mano libre la parte de arriba de la playera, jalando a Bill para poder profundizar el beso, sintiéndose a gusto con el calor que desprendía; iba retrocediendo, sin romper el contacto, para cerrar la puerta. A penas estuvo junto a ella, sin ver, usó su pie para cerrarla y Bill aprovechó la privacidad y lo empotró contra ella.

Tom se rió por los nervios; Bill arqueó una ceja y le mordió el labio inferior, para después posar sus manos unidas junto a la cabeza rubia. La mano del menor seguida aferrada en la camiseta de Bill, podía sentirlo apretar contra suyo, y la sola idea de imaginarse cómo se deberían estar viendo, y lo que podían hacer

—Si vas a decir algo, ahórratelo, solo quiero que me beses —advirtió Tom.

—Siento que me usas, ¿sabes? Tengo mis sentimien… —Tom lo calló besándolo y colgándose de su cuello.

—Calla —lo volvió a besar, porque su novio solía desesperarlo un poco con sus bromitas pesadas en los momentos equivocados.

Cuando los sonidos húmedos y de succión llenaron el ambiente, y las cosas subían de temperatura, debido a que ellos ya sabían lo que era correrse juntos, y que digamos que Tom no era el único con las hormonas alborotadas; pues algo vibró en los pantalones del rubio.

—¡Carajo! —gritó Bill, cuando se alejó dando un bote. Tom lo miró con vergüenza y sacó su celular de su bolsillo.

—Es un mensaje de mis tíos, dice que cambio de planes, que en diez minutos vendrá mi tío Paul —contó Tom, respondiendo al texto. Bill se metió al baño de inmediato—. ¿Bill, qué haces?

—Me haré una paja por si los nervios. —Tom dio a “enviar” y procesó las palabras de Bill.

—¿Qué? ¡No!

—No jodas, Once. No me correré en tan poco tiempo. Me estoy pintando. —Bill intentaba aguantarse la risa para que no moverse mucho y así no arruinar el delineado.

Tom entró al baño y lo vio, preguntándose porqué justamente ahora quería maquillarse cuando normalmente lo veía al natural.

—¿Por qué te maquillas?

—Porque puedo —respondió Bill, abriendo mucho los ojos para pintarse bien. Tom bufó.

—Eso no es una respuesta —se quejó.

—Nunca antes te había molestado que me pinte, me conociste así.

—No me molesta, tú eres bello con lo que sea. Sino que has estado sin maquillaje desde que nos volvimos a ver, es decir, sí lo has hecho, pero no como antes. Y reitero que no me molesta, solo me provoca curiosidad —explicó Tom, Bill seguía en lo suyo.

—Me viene por épocas entonces. Joder, tsk, lo que sea —se limpió una parte que había quedado desigual y fue por el otro ojo.

Tom decidió arreglarse también, cogiéndole las rastas en la coleta, y poniéndose una bandana y gorro.
La idea de que vieran a sus tíos lo alegraba, pero ya comenzaba a tener una animadversión a los aparatos electrónicos, ya que no era la primera vez que lo interrumpían.


—¿Esa no es la playera que te regalamos hace dos años? —preguntó Paul apenas vio a Bill, pasando olímpicamente del joven. Seguía en el asiento del conductor, y las puertas del auto estaban abiertas, le había avisado con una llamada que estaba afuera. Bill lo ubicó de inmediato, porque si bien no era adepto al rap pues Sido era un rapero conocido, y ya sabía quién era el otro tío de Tom.

—Sí, es que…

—¿Y por qué tiene el cabello mojado? ¿Se acaba de bañar? —cuestionó Paul de nuevo, sin dar oportunidad a responder. Bill entendía por dónde se iba llevando el asunto. La expresión de rapero era ilegible.

—No acabamos de follar. Solo que me teñí el cabello y por está húmedo, y olvidé traer otra playera, por eso Tom me prestó la suya —dijo Bill, consiguiendo que por fin el hombre lo mirase, le barriera con la vista y le mostrara una sonrisa ladeada.

—Ya, suban. —Tom algo extrañado por lo que había sucedido hizo caso y Bill lo imitó—. Así que eres el famoso novio de Tomate, ya decía yo, que si Tomate salía del armario no era sin alguna razón. ¿Cuál es tu nombre?

—Bill Kaulitz. —El carro estaba en pleno movimiento, Paul miraba en dirección a la autopista, y Tom se sentía nervioso, Bill le sujetó la mano disimuladamente, acariciándosela.

—Tu nombre me suena, pero no sé de dónde… —comentó Paul, mirándolo por el retrovisor—, ¿y qué edad tienes?

—Diecinueve años.

—Tomate nunca me ha hablado de ti, aunque es normal, suele ser reservado. Eres el primer novio que le conozco —rió— me imagino que Anémona debe odiarte. Ella es así. ¿Tomate, por qué estás tan callado?

—Oh, es que como estás hablando con Bill, pensé que es mejor que se conocieran entre ustedes. ¿Todo bien, tío? ¿Por qué no vino tío Anis?

—Está haciendo unas llamadas, pero como siempre, es un culo flojo y no cocinará, así que deberé hacerlo yo. Podríamos pedir comida pero esto es una mierda especial, ¿me entienden? —ambos asintieron, y Paul puso música, dado que notaba que los estaba poniendo nerviosos.


Cuando llegaron, la casa donde estaban quedándose, al parecer otro inmobiliario que habían comprado, era grande, no tan ostentoso, y más bien estaba algo alejado de la parte de la ciudad, sin embargo, llamaba la atención por su tamaño y el otro coche que estaba estacionado. Una moto también se podía ver. Tom ya no se sorprendía de ese tipo de actitudes en sus tíos, porque les gustaba estaba acomodados a donde iban, aunque tampoco en extremo.

La casa tenía dos plantas y una terraza, ventanales en el piso por lo que Bill se imaginaba que un voyeur estaría en su puta gloria al ver follar a los raperos; también había un camino de piedra, por lo demás era de colores sobrios y muy ventilada.

Cuando se bajaron del auto. Bill resistió al impulso de correr en dirección a la moto.

—Mierda, es una Harley Davidson V-Rod, Gord… mi padre tenía una Shovelhead, y nunca lo vi usándola, pero la tenía ahí, porque él es mecánico. Siempre tuve debilidad por las motos, aunque nunca tuve una, ¿es tuya? —preguntó Bill, preguntándose si el motor sonaría igual a como cuando Gordon se encargaba de mantener su moto, que siempre le repetía que por su culpa no podría subirse a una nunca más.

—No, es de Anis, yo prefiero los autos, así que ni puta idea de qué me hablas —rió Paul, Bill asintió y entraron a la casa.

El interior era espacioso, como supuso Bill, cuando llegaron a la sala se fijó en la figura que estaba sentado con el teléfono en la oreja, al igual que Paul, tenía abundantes tatuajes y también era muy reconocido en Alemania.

Tom le apretó la mano, instándolo a avanzar.

—¡Bu, ya vine! —gritó Paul, Anis señaló al móvil sin mirarlo, haciendo obvio que estaba interrumpiéndolo, Paul chasqueó la lengua y rió—. Ya lo cortará, sabe que hoy día estamos de anfitriones.

Dicho y hecho, Anis colgó y se acercó a saludar, Bill fue lo más amable que pudo, y como él solía ser un insoportable, era ya mucho decir, debía quedar bien con ellos, porque por lo que le decía Once, eran importantes en su vida. El problema fue cuando dijo su nombre, y la expresión de Bushido se endureció.

—¿Bill Kaulitz, Kaulitz de Dresden? —preguntó Anis, y Bill casi se larga, sino fuera porque tenía a Once sujetado de la mano.

—No, yo nací aquí, solo estuve en Dresden durante un año —explicó Bill, aunque era bastante obvio que el rapero supiera.

—¿Podemos hablar en privado? —ordenó Anis, cuando su pareja exclamó un “¿Es el chico…?”, interrumpiéndolo.

Tom sintió cuando Bill deshizo el agarre y el pavor que lo recorrió fue terrible. Eran sus tíos, los amaba, pero era su novio, todo lo que estaba relacionado con Bill le concernía. Ya no era un niñito al que lo alejaban de las conversaciones “para adultos”.

La diferencia, al menos para Bill era que ellos no eran como Anémona, o la psicóloga, no eran así. O no lo sabía, pero al menos no daban el perfil. Y por lo que había mencionado Bushido, era evidente de dónde ubicaba a Bill, y eso era algo distinto.

—¿En serio eres el mismo? Mira, crío, no nos meteríamos ni nada, en serio que no, en especial con cómo es Tom. Pero algo debes tener claro, no se juega ni con Tom, ni con nosotros, ¿estamos? —la voz grave de Paul le hizo tensarse, y hacer crujir sus mandíbulas, eso olía a amenaza, a peligro; y Once estaba yendo en dirección a ellos.

—Ni Paul ni yo estamos para tolerar mierdas para él. Tú tienes fama en Dresden, y no es de la buena, nosotros nos codeamos con gente de todo rubro y sabemos qué sucede, y qué deja de suceder; si tú te metes en porquerías, y solo usas a Tom como lo putita que eras en Dresden… estarás jodido y te será muy difícil librarte de nosotros —soltó Anis con pasmosa tranquilidad, pero de esa tranquilidad falsa, de esa mortalmente seria que puede transmutarse en una fracción de segundo en una jodida fiera.

—Ya no soy puta de nadie, que sepan.

—Te metías drogas también, y no es que seamos unos puritanos, pero Tom es sano, ¿está bien? —a pesar de que Paul pedía una confirmación eso no era algo opcional, estaba simplemente informándole, y advirtiéndole, sin gritos, sin levantar la voz y hablando rápido. Bill asintió, en cierta forma lo comprendía.

—¿Quieren asustar a mi novio? —Tom fruncía el ceño, y se cruzaba de brazos, si algo les habían enseñado sus propios tíos es que no tenía que dejar que nadie lo pisoteara, sin importar que fueran ellos mismos quien intentasen hacerlo—. ¿Qué le dijeron?

—Nada —mintió Paul, con una sonrisa amistosa enmarcada en su rostro.

—Me están diciendo que lo trajeron a esta esquina, pasando totalmente de mí, ¿para decirle en nada? No tengo cinco años, tío Paul, ni tampoco soy tan crédulo. Las caras que pusieron eran todas menos unas afables que demostrasen que se encontraron con un amigo de hace tiempo, ¿de dónde conocen a Bill? —seguía con los brazos cruzados, porque no iba a permitir que nadie rompiese su determinación.

Bill no tenía nada que ocultar, y quería demostrarle eso a Once, aunque no fuera la primera vez que lo hubiesen hablado. Más que nada quería hacerlo para hacerles ver a sus tíos que él no quería arruinar las cosas con Once.

—No me conocen, sino que han oído rumores de mí. ¿Recuerdas cuando te conté que me acostaba con cualquiera para poder dormir bajo techo? Ya, pues eso —musitó Bill, levantando los hombros, restándole importancia. No era nada nuevo en realidad.

Los labios de Anis se estiraron en una fina línea, y Paul mantuvo el ceño fruncido en espera a una reacción fuerte de parte de Tom, pero él solo asintió en conocimiento y luego los miró con reproche.

—¿Qué le dijeron a mi novio? —repitió una vez más, sintiéndose en parte enojado porque se hacía una idea de lo que podrían haberle dicho, amenazas por ejemplo.

—No dijeron nada, Once —farfulló Bill, acariciándole el brazo.

—Es que se suponen que ustedes deberían apoyarme, dijeron que me apoyarían, y mi mamá, Andi, mi papá, la gente en general siempre habla mal de Bill. Pensé que ustedes serían diferentes —exclamó Tom, sintiéndose en parte decepcionado.

—Tomate, solo nos preocupamos por ti —dijo Paul, Anis miraba a otro lado—. Queremos que sepas a qué te atienes con esta situación. Te contaré cómo fue en mi caso, ¿ves a tío Anis? Yo lo conocí cuando yo tenía diecisiete años, solo que eso no te ha dicho Jörg, que me escapaba de las clases para ver a este pendejo, y lo que tenía que soportar, porque estuvo en la cárcel. Y no me quejo, yo adoro a este hijo de puta, pero no todos los bastardos terminan siendo como Bu, ¿sabes? Algunos son lo que estás viendo. Solo espero que Bill, sea legal, y puede que sea un hijo de puta, pero uno que te quiere, ¿ok? —comentó, palmeándole el hombro. Anis seguía viendo para otro, Bill se rascaba la nuca, Tom asintió y sujetó la mano de su novio.

—Yo veo lo que Bill en realidad es —el agarre en su mano era firme, y Bill sonrió, sintiéndose el ser más afortunado del jodido planeta.

—Y ya paremos con las mariconadas, y pongámonos a cocinar que me muero de hambre —cortó Paul, y Anis se rió. Consiguiendo la tensión se redujese un poco y todos fuesen a la cocina.

Bill acercó su boca al oído de Tom, susurrándole algo y luego dejándole un beso.

El de rastas se sonrojó y se rascó la nariz, para evitar que lo notasen. Él también lo quería, solo que le seguía tomando por sorpresa el hecho que se lo dijese, en especial si era de una forma tan íntima, murmurándole y poniéndolo nervioso con su aliento en su oreja.
Intentó distraerse, porque no estaban solos, y todavía no lo estarían hasta mucho después.

Nota:
La marca de lubricante realmente existe, es una marca alemana, búsquenlo si gustan. El lubricante con base acuosa es el recomendado para follar.

Desdren está cerca de Leipzig. O eso me dijo Google.

12 comentarios:

  1. -corre en circulos- Nuevo cap de 14!!! Omg -w- Pero bueno. Playa, sabes que amo tu forma de escribir y todo, mas sin embargo senti que algo le falto, un "no-sé-qué". No lo sé, podría ser solo mi percepción.

    Pero ya, en resumen me gustó que Tomate le haya tenido el cabello a Billobear, lo sé, ese es un huevon que hizo que Once lo haga, eso fue lo primero que pensé al leer xD Tebgo razon(? lol ahhaha.

    Uh, Billo tiene fama .-. Shit, pero Once lo sabia, y sí Paul y Anis son mis ídolos junto a Bell. Tan monos ese par... Me hacen sentirme forever alone ._. XDD Ya, dejo el drama x'D

    Espero con ansias el próximo -w- Gracias Playa. Saludos y besos, nos leemos ;*

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  2. SLIM SHADY. My name is... my name is... Slim Shady.
    También te amo, que lo sepas.

    Tengo una fascinación cursi por la forma en la que avanza la relación entre Bill y Tom, y me gusta más de lo que puedo expresar la forma en la que se tratan, como chicos, como amigos, como ellos.
    Y ya que terminé de leer te puedo reclamar tranquilamente porque estuvieras pensando que Anis y Paul no te saldrían bien, jodidas patrañas. Quedó perfecto.
    Y yo estaba como jodiéndome cuando le dijeron que lo conocían y así como jodidamente feliz y regodeándome en mí misma. Además la interacción entre esos tres fue fantástica.
    ¿Sabes que cada vez que se dicen "Te quiero" me derrito un poquito? Bueno, ahora lo sabes. Y eso. Te amo. Mi maldito capítulo favorito.

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  3. Waaaaaaaaa estoy tan tan feliz de que por fin hayas actualizado Catorce que lloraré :')) me encantó! *.* Me encanta la relación que tienen Bill y Tom <3 son tan tiernos y lindos y apretables xdd y la tensión sexual que siempre tienen entre ellos me ahgfffffghjkjhg :DD Qué bueno que Bill ya le había contado todo a Tom, por eso me gusta la sinceridad siempre :)
    Un abrazo gigantote, y espero que todo a fin de cuentas esté bien <3

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  4. awww capítulo *w* ahora si quiero morir en paz(? ok no
    ya extrañaba a este par de tórtolos,a Billobear y a Towi detasado >w<
    awww que Tom le haya tinturado el cabello a Bill es de lo más awww xD me gusta como avanzan en su relación,se tratan bien,no sé tienen esa linda forma de convivir y es tan jodidamente linda <3

    amo a los tíos de Tom,son tan aww xD con ganas de tener unos tíos así ni que decir de Bell,que ya andaba emocionada con los tórtolos XD

    Bill es famoso,pero lo bueno es que Bill le contó eso a Tom,bueno es sincero y eso es bueno,demasiado,demuestra cuanto amorsh le tiene <3

    Ya extrañaba leer Catorce <3 como siempre,me encantó,es tan lindo >w<
    Un abrazo y muchos saludos te mando ^^ espero estés bien y gracias por este capítulo *w* <3

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  5. Hola, paso a comentar :3 y no te quedó mierdoso como pensabas c: me gustó mucho, en especial la abuela fangirl XDDD

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  6. Me gusto mucho el capi. Ummm leer el pasado de Bill me da mucha pena, cada vez que se hace mencion de el me entristezco. Pero lo bueno es que Tom ya lo sabía y lo acepta asi y todo. Muy bonito.

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  7. Apenas lo leo, andaba de vaga xD.

    Bueno, pues me equivoqué en parte. Sí hubo alguien con el cabello tinturado, pero no fue Once xD.
    Hasta ahora me doy cuenta hasta qué grado está perturbado Bill. Que algo tan simple como un tirón en el cabello le recuerde tantas miserias... es feo .-.

    Me gustó todo, Tom portándose para nada niñita, ya se le va viendo el carácter, sobre todo cuando se trata de Bill. Me encantó desde el control que tomó con los besos y hasta cómo se enfrentó a sus tíos. El nene ha crecido :')

    Lubricante... 1313 xD Pinche Once afortunado LOL

    Si Bill dormía diario con alguien diferente, con razón se le hizo tanta fama ._. Por un momento saqué las garras contra los tíos de Tom, pero bueno, los sigo amando, y a Bell :3

    Tenía más cosas que decir, ¡pero las olvidé! ;-; xD. Pues a ver si me acuerdo luego.

    Muchísimas gracias, marica. Te quiero muchísimo. Besitos gays *3*

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  8. PORFINCAPITULO.!!!!! >w<
    Bill pinche huevón, deja que el pobre Tomate le tiña el cabello xDD pero fué adorable(? :3 en feeeeen, como lo dije antes (y si no lo había dicho, lo hago ahora) AMO JODIDAMENTE A BELL <3
    mierda, cuando leí esto:

    Cuando los sonidos húmedos y de succión llenaron el ambiente, y las cosas subían de temperatura, debido a que ellos ya sabían lo que era correrse juntos, y que digamos que Tom no era el único con las hormonas alborotadas; pues algo vibró en los pantalones del rubio.

    Creí que lo que había vibrado era el pene de Tom ajdsaklsjdlkas y luego leí que era el celular x'DDDDDDDDD

    wen, y Bill es reconocido por su PUTO historial ;-; y, y, y en parte tienen razón los tíos, no tienen muy buena referencia de Bill.... Pero pués, él es bueno y Tom lo sabe :3 bah, igual me encantan esos tíos.!! :)) ooh, y le susurro al oído -Te quiero- *w*

    Okay, hermoso y largote capítulo, lo amé.
    Saludos y que estés bien! c:

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  9. Por fin tengo mi computadora y ahora si puedo comentar.
    Cuando leí que Bill sacaba guantes y que Tom ya tenía el lubricante,me transporte al fic "Colores", no recuerdo con exactitud el capítulo, pero para que Bill lo explorara, tenía que usar guantes...creo que erá cuando Tom andaba vestido de "pollo gigante", ¿no?.

    Sino hubiera visto el video con la canción, no me hubiera podido imaginar la átmosfera creada entre los dos y el sentimiento que inundo a Tom al pensar por un momento que esas frases de amor erán y fueron creadadas para él...En sí, me gustó mucho esa escena de la tinturada del cabello, porque es lindo ver una faceta más de su relación y notar el grado de compenetración entre ambos es tanta, que Tom intuyó que algo estaba mal con Bill al jalarle el cabello y lograr al m ismo tiempo que Bill se relajara, aunque es feo medio entender que con un gesto tan "común" como es jalar del cabello a Bill le haya traído tan horribles recuerdos de momentos de su vida. Espero que con el tiempo, Bill pueda ser "reparado" por Tom (ahhh, Fix you!!).

    ¡Ese par de Tios!, bueno amí me hubieran dado un poco de miedo por su manera de actuar y hablar tan directo hacia Bill, pero realmente los entiendes, se preocupan por Tom y pues la "fama" de Bill en aquellos tiempos y lugares no erá buena, aunque nosotras ¿? y Tom sabemos las circunstancias que lo llevaron a ello, más ellos no. Y Tom, wooow, me sorprendió el nene, porque ya empieza a mostrar su carácter y como tal se les plantó a los tios e hizó valer su opinión respecto a su novio y por el momento todo quedo bien.

    ¿Qué le habra dicho o pedido Bill a Tom que hizó que se sonrojara? ¿tal vez ya le quieren comenzar a dar el uso al lubricante? Cualquier muestra de amor entre está pareja es bienvenida y ojalá sea pronto porque este par ya anda con las hormonas a mil!

    Besos Nadir.

    Adry.

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  10. Yay! Actu!!

    Y por fin Bill se ha teñido el cabello, que buena falta que le hacía.

    Aunque debo confesar que jamás imaginé que eso era lo que le iba a pedir a Once como pago.

    Once está aprendiendo del maestro y ya le ha tomado el gustito a dar de mordidas... pronto se soltará un poco más e irá descubriendo los puntos débiles del morocho.

    Que coñazo que la reputación del viejo Bill lo persiga todavía, aun cuando enmendó el rumbo por causa de Once. Es comprensible que sus tíos (de Once) se preocupen, pero al menos deberían darle el beneficio de la duda y conocerlo mejor.

    Gran capi y... ¿es idea mía o este fue más largo de lo acostumbrado?

    Bxs-

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  11. ;m; La escena de la tinturads de cabello no séeee, me causó aww... Tom está creciendo y ya empieza notarse su personalidad, pues cuando los tíos le hablan así a Bill, Tom luce bastante calmo. Pienso que será un buen novio ya maduro de aquí a unos años, aunque todo dependerá de los acontecimientos que sucedan, hasta entonces solo les deseo lo mejor a esta linda pareja ;m;
    Te soy sincera, me alega que la madre de Tom ni siquiera haya metido su nariz en el capítulo XDDDDDDD

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  12. Mujer... es usted neta.
    Y dee la legal.
    Ni duda de ello.
    Mis más sinceros respetos.
    -Clío-

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